Jethro Tull: The Zealot Gene

Siempre hay la misma incertidumbre cuando una banda consagrada tiene un nuevo lanzamiento. Mientras que para algunos prevalece la tensión positiva, porque se puede estar seguro de que no se va a rebajar cierto nivel, para otros prevalece la incertidumbre de si las últimas ideas pueden estar a la altura de los gloriosos clásicos que hicieron de este grupo una banda de primer orden.

Especialmente cuando, como en el caso de Jethro Tull, el último álbum se publicó hace más de 20 años. Aquí las opiniones difieren un poco, ya que los últimos lanzamientos como ‘Homo Erraticus’ (2014) y ‘Thick As A Brick 2’ (2012) por supuesto que suenan 100% como Jethro Tull, pero fueron lanzados bajo otra bandera. El propio Ian Anderson dijo una vez que si el material de las canciones era de naturaleza más acústica, entonces preferiría un disco firmado en solitario y si era más rockero, entonces sería algo para firmar como Jethro Tull. Pero incluso esta categorización no se corresponde con el sonido final de cada uno de estos álbumes.

Otro dato que no se debe perder de vista es el hecho de que el core de Jethro Tull siempre se basó en la colaboración de Martin Barre e Ian Anderson. 21 de los 22 álbumes de estudio editados hasta ahora han sido moldeados por estos dos caballeros. Sólo el debut ‘This Was’ (1968) y el que ahora se presenta, no han contado con su colaboración.

Los temas progresivos y extentos ya no forman parte del repertorio

‘The Zealot Gene’ se compone de 12 pistas que tratan de explorar y reinterpretar distintos relatos, algunos de ellos bíblicos, como la traición de Judas a Jesús y la historia de Moisés y su relación con Dios; sin embargo, otras pistas abordan referencias críticas a la sociedad y a figuras políticas determinadas, populismos peligrosos y el abuso del alcohol y sustancias entre los adolescentes.

En el aspecto musical, ya las primeras notas de la inaugural «Mrs Tibbets», ofrecen las marcas de la casa, entre el folk y el rock melódico, que son de esperar de Anderson y Jethro Tull. La voz de Anderson, de 74 años, pierde parte de su dinamismo debido a su edad y no es comparable a las obras de los ‘70 y ‘80. Además, los tiempos de duración de las canciones demuestran que los temas progresivos y extensos en torno a los diez minutos ya no forman parte del repertorio.

En el álbum se pueden encontrar temas de folk con predominio acústico como «Jacob’s Tales», «Three Loves, Three» o «In Brief Visitation», así como folk rock al estilo de los ‘70. «Sad City Sisters» o «Where Did Saturday Go?» desprenden un aroma a álbumes de finales de esa década como ‘Songs From The Wood’ (1977), ‘Heavy Horses’ (1978) o ‘Stormwatch’ (1979).

La entrada de «Mine Is The Mountain» recuerda a la introducción de la celebérrica «Locomotive Breath». Sin embargo, la canción se mantiene a medio tiempo, dominada por el piano, la flauta y la voz. «The Zealot Gene», «Shoshana Sleeping», «Barren Beth, Wild Desert John» o «The Fisherman Of Ephesus» enlazan con la fase orientada al rock de los ‘90. “The Betrayal Of Joshua Kynde» se encuentra entre dos aguas. El intento de dar a la canción un toque ligeramente progresivo es eliminado por un piano dominante.

Anderson y Jethro Tull tienden puentes sobre la historia

En contraste con otras bandas veteranas, Anderson y sus muchachos crean un puente con ‘The Zealot Gene’ entre los trabajos dominados por el folk de finales de los ‘70 y los discos de rock de los ‘80 y ‘90, evitando una orientación hacia los clásicos progresivos como ‘Thick As A Brick’ (1972) o ‘A Passion Play’ (1973) debido al envejecimiento de las voces.

En este trabajo, la atención se centra en las letras y en la necesidad de Anderson de comunicar. Las canciones son sencillas para los estándares de Jethro Tull y transcurren sin mucha sorpresa. No se puede considerar como una obra menor y seguro que será apreciada por su legión de seguidores, sin embargo, los puntos débiles de la voz, así como la falta de progresividad y dinamismo, no los puede disimular.