The Hives: The Death Of Randy Fitzsimmons

Un auténtico golpe de rock de alta energía por parte de la banda sueca.

En el vasto universo del rock alternativo, hay bandas que desafían las expectativas y crean una identidad única. The Hives, originarios de Suecia, son uno de esos grupos revolucionarios que han dejado una marca indeleble en la escena musical. Su álbum ‘The Death Of Randy Fitzsimmons’ no solo es un título intrigante, sino que también es una muestra deslumbrante de su genio musical y su irreverencia.

Desde el momento en que se presiona el play, este álbum es una ráfaga de energía punk contagiosa que atrapa a los oyentes y los lanza a un torbellino de emociones.

La apertura del álbum viene de la mano de “Bogus Operandi”. Con riffs furiosos y la voz estridente de Howlin’ Pelle Almqvist, la canción establece de inmediato el tono frenético del disco. La lírica rebelde y provocadora es un recordatorio de que The Hives no temen romper las reglas y proclamar su dominio musical.

The Hives en su máxima expresión desde el inicio del disco

«Trapdoor Solution» es una dosis de euforia punk. Con su ritmo acelerado y su coro pegajoso, es una canción casi garantizada a ser un éxito en los shows en vivo. The Hives demuestra su maestría en combinar la actitud descarada con melodías irresistibles.

Automáticamente, le sigue “Countdown To Shutdown”, pista que exhibe una madurez musical inesperada, con cambios de ritmo intrincados y una sensibilidad melódica que muestra el alcance artístico de la banda. Aunque aún se aferran a su actitud irreverente, la canción muestra una profundidad lírica y musical sorprendente.

Otra que pinta a clásico instantáneo, «Rigor Mortis Radio». Canción que sirve de recordatorio de por qué The Hives se convirtió en una banda icónica. Los riffs se entrelazan con la voz enérgica de Almqvist, creando una canción que es muy suave para el escucha.

Con un peculiar ritmo, «Stick Up» es una muestra de la habilidad de The Hives para mezclar varios géneros de manera magistral. La letra ingeniosa y las guitarras estridentes se combinan para crear una canción que te hace mover la cabeza sin parar.

Un álbum donde hay poco miedo para experimentar

Seguidamente, «Smoke & Mirrors» es una explosión de energía y actitud. Sus riffs inconfundibles y su rock de garage son una invitación para cantar a todo pulmón, desembocando en “Crash Into The Weekend”, donde de nuevo se muestra la experimentación de la banda entre distintas pinceladas del género. Aunque es un desvío de su sonido característico, demuestra que The Hives no tienen miedo de explorar nuevos territorios musicales.

«Two Kinds Of Trouble» y “The Way The Story Goes”, canciones que continúan este maravilloso recorrido, brindan en casi tres minutos por canción lo que puede llegar a ser la esencia del garage rock. Con sus ritmos pegadizos y sus letras con estribillos que se retienen en la mente, estas canciones muestran la versatilidad emocional de la banda y su habilidad para crear canciones que te hacen mover el esqueleto.

“The Bomb”, de las canciones más divertidas del disco. De nuevo con una energía característica en la voz de Pelle y ese ritmo peculiar y repetitivo en la batería, son dos minutos de pura energía y desenfreno para desembocar en “What Did I Ever Do To You?” donde los suecos deciden volver a experimentar, esta vez con sintetizadores en sincronía y un riff muy parecido al “Do I Wanna Know” de Arctic Monkeys.

“Step Out Of The Way” culmina un trabajo discográfico muy logrado. Éste, el sexto álbum de la banda, llega a ser un testimonio de la audacia y el genio musical de The Hives. Desde sus himnos enérgicos hasta sus experimentos atrevidos, este álbum es un viaje emocionante que resonará en los corazones de los fans e inspirará a nuevas generaciones de amantes del rock alternativo.