The Halo Effect: Days Of The Lost

Aunque la propuesta de The Halo Effect no va a sorprender, por tratarse de la recuperación de unas esencias ampliamente conocidas, el resultado no puede ser más brillante, como corresponde a músicos perfectamente conocedores del terreno que pisan.

Cuando los genios se juntan es inevitable que surja la magia, tal como lo demuestra la irrupción en la escena metálica de The Halo Effect, una nueva banda integrada por expertos alquimistas pertenecientes a la “vieja guardia” del death metal melódico surgido en Suecia en la década de los 90′ que acabaría teniendo su propia “denominación de origen”: el sonido Gotemburgo.

Nadie mejor que los componentes de The Halo Effect para acometer semejante atrevimiento puesto que ellos mismos fueron protagonistas directos al estar vinculados a dos de las principales bandas forjadoras de un estilo que se propagaría a nivel internacional e influiría en infinidad de formaciones: In Flames y Dark Tranquillity.

Impulsores del sonido Gotemburgo

Esencialmente, estamos hablando de músicos que en un momento dado pasaron por las filas de In Flames, comenzando por el guitarrista Jesper Strömbland, uno de los principales impulsores del grupo en sus comienzos, así como el también guitarrista Niclas Engelin; el bajista Peter Iwers y el batería Daniel Svensson, a quienes se suma el vocalista Mikael Stanne cuya carrera ha transcurrido en las filas se Dark Tranquillity y que, aunque aportó las voces para el álbum debut de In Flames ‘Lunar Strain’ en 1993 como un favor, nunca fue miembro oficial.

Todos se conocen desde los 80’s cuando comenzaron sus respectivas trayectorias musicales y que acabaría por reunirlos en un momento dado, sobre todo Peter, Daniel y Jesper, quienes coincidieron en seis álbumes de In Flames desde 1999 hasta 2008.

“Shadowminds”, la carta de presentación de ‘Days Of The Lost’ es una composición que a las pocas escuchas se queda incrustada en el cerebro y cuenta con todos los elementos propios de la música que los protagonistas facturaron antaño. Es decir, sugestivas melodías de guitarra, riffs vigorosos, una sección rítmica compacta y un inconfundible registro vocal de tendencias guturales. Estamos ante una muestra del contenido de una grabación que repite una fórmula ganadora, haciendo recordar los gloriosos días de ‘The Jester Race’.

Una vez traspasada la puerta de entrada al universo de The Halo Effect y utilizando los recursos disponibles de una forma absolutamente embriagadora, “Days Of The Lost”, “The Needless End”, “Conditional”, y, en definitiva, el resto de canciones, son una “masterclass” de cómo hacer el death metal melódico más genuino. Todos los temas transpiran identidad con una pautas preconcebidas así como una afinidad en su conjunto que se ha traducido en un trabajo homogéneo, sin fisuras, sujeto a unas normas inalteradas a pesar del tiempo transcurrido.

Llegados a este punto hay que mencionar al equipo técnico que ha permitido que la grabación suene de maravilla, conservando su naturaleza primigenia pero dotándola de una renovada calidad debido a los adelantos tecnológicos de los que se dispone en la actualidad. Ahí están Oscar Nilsson (productor), Jens Bogren (mezclas) y Tony Lindgren (masterización).

El regreso de las armonías cautivadoras

Consecuentemente, nos encontramos ante una álbum de sonoridades robustas, a la vez que sugestivas, de texturas muy orgánicas y, sobre todo, con una aportación de la batería espectacular, por presencia y pegada. Sin olvidar la implicación de Mikael y su dramatismo vocal para transmitir distintas emociones.

Obviamente la creatividad en el apartado guitarrero, con sus cautivadoras armonías y arreglos varios, incluidas sutiles aportaciones acústicas, queda fuera de toda duda. Jesper Strömbland y Niclas Engelin, de los que se puede decir que en los últimos años han mantenido un perfil bajo respecto a su trayectoria, resurgen aquí en todo su esplendor y talento.

Oscuro, vitalista, misterioso, trepidante, ‘Days Of The Lost’ proporciona un catártico recorrido por la diversidad sensorial más seductora del death metal melódico. Para muestra “Gateways” es un excelente ejemplo con la sensibilidad que aporta la guitarra acústica, el resoplido del bajo, la impecable batería marcando los tiempos, la voz enigmática de Mikael y, de repente, el subidón instrumental, los registros guturales y las infalibles armonías.

Incluir una sección de cuerda al inicio de “Last Of Our Kind”, escuchar la vertiente melódica de Mikael en “Im Broken Trust” y en la compleja “A Truth Worth Lying For”, así como otras singularidades que se van descubriendo, revela el compromiso de la banda por ofrecer un producto diseñado al detalle y que al discurrir entre ritmos contagiosos y dinámicas más intrincadas muestran la madurez alcanzada por los responsables de ‘Days Of The Lost’.