The Damned Things: High Crimes
Vuelve The Damned Things. Después de muchos años de inactividad, propiciada por el buen estado en el que se encuentran sus bandas principales. Scott Ian y compañía se lanzan al ruedo para volver a enfrentarse a su lado más alternativo y hardrockero.
Rara vez los supergrupos formados por grandes estrellas han colmado las expectativas. La unión de músicos contrastados – bien por necesidad, bien por curiosidad ante una nueva experiencia – da normalmente como resultado proyectos que no acaban de funcionar. Tenemos pequeñas excepciones: la alianza entre Chris Cornell y la parte instrumental de Rage Against the Machine dio lugar a un álbum debut soberbio, bajo la etiqueta de Audioslave. A Perfect Circle –encabezados por Maynard James Keenan, cantante de Tool- puede que sean los más fiables actualmente del lugar, con casi dos décadas de carrera (pese a su época de inactividad entre 2004 y 2010)
En este caso particular fueron Scott Ian (Anthrax) y Joe Trohman (Fall Out Boy) los que en 2008 juntaron sus fuerzas. Empezaron a componer música juntos, llegando a un buen puerto y entendimiento, lo que propició la llamada a sus compañeros Rob Caggiano (Volbeat, ex – Anthrax), Keith Buckley (Every Time I Die) y Andy Hurley (Fall Out Boy) con el fin de crear The Damned Things. La banda buscaba un sonido rock con influencias blues, pero a la vez las grandes melodías del punk de Fall Out Boy. Todo esto dio lugar a un primer disco en 2010 (‘Ironiclast’)
Vuelta con cambios
La historia de The Damned Things parecía no tener continuidad. Tras un primer disco que obtuvo un moderado éxito, lo que le permitió girar por algunos festivales de Europa y más en profundidad por los Estados Unidos, muchos dábamos por desaparecido el proyecto. Estábamos bastante equivocados. Scott Ian dejó caer que el grupo podría volver durante algunas entrevistas de 2018. Y efectivamente, 9 años después del disco debut, ya está en la calle ‘High Crimes’, 10 nuevos cortes muy en la onda de la anterior grabación.
La primera vez que llegaron a mis oídos lo tuve claro, aquello me sonaba instrumentalmente muy parecido al rock n’ roll de los noruegos Kvelertak. Eso sí, vocalmente el asunto se distanciaba fervientemente de nada parecido a un gutural. Lo que estaba claro es que sus protagonistas se quisieron distanciar del sonido de sus bandas principales, sobre todo los miembros de Anthrax, ya que el thrash metal no tenía (ni tiene) cabida ni por un instante.
Para este segundo trabajo encontramos algunos cambios en la formación. Rob Caggiano no repite, después de que su fichaje por Volbeat lo haya situado en el punto de mira de las grandes masas. También el bajista Josh Newton (Every Time I Die) ha dejado la banda. Lo sustituye Dan Andriano, de la banda punk rock noventera Alkaline Trio. Con el quinteto ya claro nos metemos en harina, ¿de verdad vale la pena escuchar este disco por mucha estrella de rock que lo haya grabado?
Elevada e irregular criminalidad
No pretendía que este compendio de 10 canciones fuera a suponer una revolución en la historia del rock. Mis expectativas eran simplemente cabales, que me hicieran pasar un buen rato era todo mi propósito. Y la verdad es que no lo han logrado. Cualquiera de las veces que ha sonado por mis auriculares me ha resultado bastante tedioso. Hay rayos de luz en mitad de la oscuridad, con algún corte que se salva de la quema y causa una sensación de agitación. Pero han podido haber logrado algo más consistente.
La primera “Cells” es una de ellas. Con ese caos inicial dando apertura a una buena interpretación de Keith Buckley, la canción se dirige hacía un terreno de rock con mucho nervio y grandes arreglos guitarrísticos. De lo más disfrutable del plástico, este tema podría ser una buena opción para incluir en esa lista de reproducción que tienes para conducir, mientras vas a las 8 de la mañana a la oficina poco menos que dormido. Te aseguró que acabarás con una buena dosis de adrenalina en el cuerpo. Ese solo final de guitarra cerrando la composición es todo un acierto.
Continúa con “Something Good”, que cambia completamente el tercio. Podría estar incluida en uno de los últimos discos de Foo Fighters sin ninguna duda. Las estrofas prescindiendo de la caja de la batería le dan un ambiente muy alternativo y bailable. El estribillo y los coros son muy pegadizos. Otra gran canción que funcionará muy bien en directo. En cambio con “Invincible” la cosa empieza a perder contundencia. Un medio tiempo que por alguna razón no acaba de enganchar, pese a que a tenga unos grandes arreglos (es lo que tiene que los músicos sean de gran nivel)
Camino hacia la monotonía
Tampoco es la sugerente “Omen” la encargada de mejorar la situación, esta quizá por pecar de monótona. “Carry A Brick” nos trae una pieza furiosa, pero que se queda en poco más, muy en contraste con la siguiente (y muy heredera de la saga Purple) “Storm Charmer”. 6 minutos de lo más progresivo que encontrarás en ‘High Crimes’, que será muy del agrado de cualquier fan del rock progresivo de los 70.
De la parte final del álbum me quedo sin duda con final “The Fire Is Cold”, de 2:16 minutos de duración, que tiene cierto aire a Mastodon (no sería difícil imaginar a Brent Hinds vociferar estruendosamente sobre esta canción). Y con ella se produce el final de un disco que podía haber sido más, pero se ha quedado a medio camino. Son un proyecto con el cual sus protagonistas descansan de sus principales labores y pasan un buen rato. Tampoco podemos exigir mucho más.
Jano Carbia
Grupo:The Damned Things
Discográfica:Nuclear Blast
Puntuación:5
Canciones:
- Cells
- Something Good
- Invincible
- Omen
- Carry A Brick
- Storm Charmer
- Young Hearts
- Keep Crawling
- Let Me Be (Your Girl)
- The Fire Is Cold
Año:2019-04-26
Votación de los lectores:5
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