Muy pocas bandas de thrash metal pueden presumir de tener una discografía intachable de principio a fin. Ni las vacas sagradas del género se salvan de la quema y en todos sus catálogos se encuentran pufos infumables de mucho cuidado, ya que las aventuras para buscar nuevos sonidos de forma radical no suelen salir bien paradas.

No se puede forzar una evolución o una revolución, y la falta de creatividad en un estilo que ya de por sí posee el riesgo de caer obsoleto sale a flote de forma automática. Mantenerse, por tanto, se convierte en uno de los objetivos principales.

Testament siempre ha ido un poco a su aire. Para lo bueno y para lo malo. Que no se les considere uno de los Big 4 no ha hecho mella en una carrera que, pese a unos puntuales altibajos, se ha mantenido a un alto nivel. Sus seguidores son conscientes que a estas alturas no van a grabar un ‘The Legacy’ o un ‘New World Order’, porque perlas inmortales del género como “Over The Wall”, “Into The Pit”, “Disciples Of The Watch” o “Burnt Offerings” se componen muy contadas veces en la vida. A pesar de ello, han seguido una línea lógica y evolutiva desde ‘The Gathering’ hasta sus dos últimas referencias – “Dark Roots Of Earth” y “Brotherhood Of The Snake”– antes de esta nueva entrega. Que la formación se haya mantenido estable en los últimos años es el secreto para que este ‘Titans Of Creation’ suene sin fisuras. La robustez rítmica del bajista Steve DiGiorgio y el batería Gene Hoglan encuentra la perfecta comunión con las guitarras de Eric Peterson y Alex Skolnick y el vozarrón de Chuck Billy. Más de tres décadas después siguen mostrando las ganas y el descaro de unos adolescentes con las hormonas a tope de revoluciones.

Otra colección de notables canciones

«Children Of The Next Level» es un golpe directo a la mandíbula y su ritmo cabalgante consigue recrear los mejores momentos de su carrera. Billy comanda unos fraseos apoyado en unos riffs y solos de guitarras poderosos. Aun así es un inicio engañoso, porque es en «WW III» donde pisan acelerador a fondo con unos blastbeats que se acercan al black metal. Es una de las bondades de los de la Bay Area que se ha convertido en una constante en sus últimas obras: sin perder su identidad, tantean otros terrenos sin ningún tipo de complejo. Estas dos cortes de apertura formarán parte en los conciertos de presentación de este álbum con toda seguridad.

Después del apabullante comienzo ponen la pausa con «Dream Deceiver», pero sin perder una pizca de intensidad. Esos coros melódicos recuerdan a su clásica “The Ritual” con todas las notas positivas que ello conlleva. El juego de solos alternativos de Skolnick y Peterson es propia de maestros. «Night Of The Witch» sigue la senda de sus más recientes trabajos, y que haya sido la primera representante de este álbum sirve para mostrar una sensación de continuidad, aunque esas notas secas de guitarras en su estribillo – sí; al estilo “Raining Blood” de Slayer – son seductoras cuanto menos.

Vuelven a mover los ritmos en «City Of Angels», una de las más densas y lentas del listado, pero con una variedad armónica que incluso se echaba de menos. El abanico vocal de Billy es de los más amplios, algo que repite en «Ishtar’s Gate», que le va a la saga en cuanto a ritmos variantes. Es en estos temas menos acelerados donde se percibe el regusto de su material de finales de los ’80.

Variedad dentro del thrash metal

Por si no había quedado claro, la destreza técnica de la banda estadounidense queda reflejada en la progresiva «Symptoms», una de las canciones más cortas a la que sacan todo el jugo posible. La contundencia de «False Prophet» es la apropiada para romper cuellos a diestro y siniestro. Si Testamente desea que el headbanging impere en sus conciertos, no dudaran en desenfundar y disparar esta canción con la que es imposible no seguir su ritmo con alguna parte del cuerpo. “The Healers” gustará a los seguidores de su material clásico, que acompañaran de forma automática con sus gargantas a su cantante en un estribillo explosivo y casi onomatopéyico.

DiGiorgio tiene sus quince segundos de gloria en el inicio de “Code Of Hammurabi”, que aunque pase desapercibida en un principio, no le faltan detalles técnicos ni cambios de ritmos a mansalva. En “Curse Of Osiris” vuelve el quinteto americano a lucir su faceta más death y black, como si no quisieran dejar una sensación de desidia en el tramo final de este álbum. Hasta las voces son las más agresivas de todo este ‘Titans Of Creation’, y si se separara esta del resto podría ser la canción de una banda de malotes de metal extremo que se formó hace tres días. Resulta increíble que una banda clásica del thrash metal pueda sacarse de la manga un tema tan violento y contemporáneo. El cierre viene de la mano de la instrumental “Catabombs”, un medio tiempo con sintetizadores que van marcando un ritmo imperial y galáctico.

Después de una docena de discos, Testament  sigue siendo uno de los baluartes más fiables del thrash metal en la actualidad. Que Chuck Billy siga obsesionado con los extraterrestres, el origen de la creación de la humanidad e historia similares en sus letras, es pura anécdota para un ejercicio que une la nostalgia de antaño y la frescura actual a través de otra notable colección de canciones.

Satur Romero

Grupo:Testament

Discográfica:Nuclear Blast Records

Puntuación:8

Canciones:

  1. Children of the Next Level
  2. WWII
  3. Dream Deceiver
  4. Night of the Witch
  5. City of Angels
  6. Ishtars Gate
  7. Symptoms
  8. False Prophet
  9. The Healers
  10. Code of Hammurabi
  11. Curse of Osiris
  12. Catacombs

Año:2020-04-03