Sum 41: Order In Decline

Hablar de Sum 41 es hablar de nostalgia, para bien o para mal, a los canadienses siempre se les ha etiquetado como pop-punk y ser una banda que hizo frente a Green Day o Blink 182 que reinaban a finales de los noventa. Lejos del pop-punk de los 90’s Sum 41 presenta ‘Order In Decline’.

Tras sus primeros tres álbumes, la banda cosechó grandes éxitos y nos trajo grandes éxitos como “In Too Deep” y “Fat Lip”. Toda esa etapa ya pasó y la banda continuó trabajando en nuevos proyectos. En 2011 dieron un giro de 180º y presentaron ‘Screaming Bloody Murder’ el álbum más oscuro y rockero con el cual giraron por todo el mundo. Tras el parón debido a los problemas de salud de Deryck Whibley, en 2016 la banda se reagrupo para el lanzamiento de ‘13 Voices’ con el cual obtuvieron un gran reconocimiento por la escena metal. Este 2019 han presentado su séptimo álbum de estudio ‘Order In Decline’.

Si hay una manera de describir, ‘Order In Decline’, es energía. De principio a fin el álbum exuda un espíritu enérgico y revitalizado, apostando por una base en forma de rock dinámico y punk. En esta ocasión Deryck Whibley ha tomado el timón de la producción, la ingeniería y la mezcla. Y puedo asegurarte que en cada una de las diez pistas van todo trapo. Atrás quedó su terca dependencia de la distorsión difusa y los tempos rápidos del pop-punk. En su lugar, la banda ha dado una vuelta de tuerca para extraer un sonido más oscuro, pesado y burlón.

La nueva sensación

Un piano sombrío comienza las cosas antes de que “Turning Away” entre en acción con un riff tartamudo de alta resistencia. El atractivo trabajo de guitarra de Dave Baksh, Tom Thacker y Deryck Whibley llevan el peso de la pista, aparte de un increíble solo que parece sacado de sus alter-egos de heavy metal “Pain For Pleasure”.“Out For Blood” mantiene la energía con un toque de skate-punk estrepitoso y algunos riffs desacelerados, antes de que “The New Sensation” arroje la primera bola curva real del álbum. El ritmo palpitante y el fraseo se ven claramente como “Uprising” de Muse, aunque la voz de Deryck no intenta emular las acrobacias vocales de Matt Bellamy, sino que hace lo lleva a su terreno, lo que agrega un equilibrio áspero al gran brillo de la canción.

Recibir una patada en los dientes mientras escuchas ‘A Death In The Family’ no es de extrañar, el conjunto de melodías instrumentales te enganchan y las desaceleraciones antes de cada estribillo consiguen que cantes la letra a pleno pulmón. Reducimos una marcha y vamos con ’Heads Will Roll’ la cual comienza con un característico riff al que progresivamente se van incorporando el resto de líneas rítmicas y melódicas.

‘45 (A Matter Of Time)’ se las arregla para jugar con temas serios de una manera rápida y fácil, muestra perfectamente cómo aquellos que todavía están cuerdos se preocupan por la humanidad mientras lentamente quemamos todo el progreso mientras seguimos con la esperanza de un mejor mañana. Una acertada crítica política y obra maestra de estilo punk.

‘Never There’ una balada de ritmo lento que cuenta la emotiva historia de un abandono y como salir del paso. En esta pista Deryck se desnuda y muestra cómo aceptar las derrotas en las luchas internas que cada uno tiene, en este caso él con su padre ausente. Se acerca el final del álbum y para recuperar el tempo del setlist “Eat You Alive” se convierta en una pista de transición cargada de potentes instrumentales y largos versos mostrando cualidades hímnicas.

Si te has caído de un guindo y desde 2005 no has seguido a Sum 41,”The People Vs…” es una explosión desenfrenada e irreverente de puro punk que llevan en vena. Y para finalizar “Catching Fire” otra balada que contrasta maravillosamente con la naturaleza agresiva de “The People Vs…”. Ira, tristeza y autoreflexiones que invitan a realizar un paseo emocional de 35 minutos por el que considero su mejor disco desde ‘Chuck’ de 2004. La dedicación, pasión y esfuerzo es tan latentes en cada minuto.