Los thrashers griegos siguen creciendo con cada nueva entrega de estudio. En 'Years of Aggression' muestran su faceta más melódica al mismo tiempo que reivindican su pasado.

Tras casi 20 años de carrera, los griegos se han convertido junto a grupos como Angelus Apatrida, Toxic Holocaust o Municipal Waste en uno de los referentes del thrash metal de este siglo, encargados de recoger el testigo de los clásicos ochenteros, seguramente sin aportar grandes cambios estilísticos al género, pero aportando sabia nueva al estilo que con tanta grandeza defendieron pioneros como Sodom, Kreator o Slayer y que poco a poco van dejando los escenarios.

El camino del ángel

Nick Melissourgos es a Suicidal Angel lo que Lemmy a Motohead o Dave Mustaine a Megadeth, alma y líder del grupo, le han acompañado multitud de músicos a lo largo de su trayectoria al frente de estos Suicide Angels, desde que en 2002 publicarán su primera demo ‘United by Hate’, seguida dos años después por un ‘Bloodthirsty Humanity’ donde ya empezaban a mostrar parte de su potencial y donde quedaba clara la tendencia revival de la banda, recreando el thrash del Bay Area con elementos pinceladas de sonido más europeo. Puede que estos ángeles suicidas no hayan inventado nada, y que su estilo haya evolucionado de forma escasa durante estos años, pero no es menos cierto que se muestran como unos maestros en hacer lo que saben hacer, crear una oleada de potentísimos riffs sobre los que se aposentan sus temas con un estilo directo y sobre todo, plenamente adictivo.

Pero que la evolución sea escasa no significa que esta sea inexistente, pues tras una primera etapa en la historia de la banda coronada con el genial ‘Bloodbath’ (2012) y cerrada con el decepcionante ‘Divine and Conquere’ (2014), la inclusión del guitarrista Gus Drax inicio una etapa en la que sin perder ninguna de sus señas de identidad, muestran mayor gusto melódico como demostraron en aquel magnifico ‘Division Blood’ y que reafirman en el presente ‘Years of Aggression’

Más melodías, la misma caña

El disco nos saluda con una espectacular portada, una vez más a cargo del neoyorkino Ed Repka, que ha logrado darle una nueva dimensión al ángel que utilizan como mascota, en esta ocasión creando un ejército de querubines zombis enfrentados contra un grupo de demonios en una encarnizada batalla en un cementerio, una forma genial de resumir toda la energía que rabia y belleza que nos encontraremos en el interior del trabajo.

“Endless War” entra directa a matar, con un riff arrollador, con Nick escupiendo versos a lo Tom Araya hasta llegar al poderoso estribillo, lo dicho, pura adicción. “Born of Hate” por su parte sin ser de lo mejor del disco, sirve para mostrarnos este lado más melódico que el grupo ha iniciado sus dos últimos trabajos. En una dinámica similar transcurre el título que da nombre al disco, que cuenta con un demoledor riff central marca de la casa. demostrando que en este disco han bajado un poca las revoluciones, pero que la crudeza sigue allí.

La épica portada de la que hemos hablado se plasma musicalmente en temas como la excelente “Bloody Ground” con cierto aire oriental, donde ahondan en el sonido más moderno de la banda, con la innegable la influencia de un Gus Drax que sustenta con su guitarra las partes más melódicas del disco y cerrando la primera parte del disco donde bajan un poco las revoluciones, pero logran mantener la crudeza que les ha caracterizado desde sus primeras obras.

 

Regreso al sonido más clásico

Esta tendencia más melódica se rompe por completo en un potente “D.I.V.A.” que nos devuelve a los Suicidal Angels más clásicos y agresivos, para continuar con otro tema de tintes clásicos como es una “From All the One2 que va claramente in crescendo hasta llegar a un apoteósico final. “Order of Death” sigue por los mismos derroteros, Thrash retro, totalmente efectivo y con otro gran riff, pero que nos deja con cierto sabor a repetición.

Si bueno es el riff de “Order of Death” no se queda atrás el de “The Roof of Rats”, otro buen tema, cimentado en el A-B-C del thrash, pero que suple su falta de originalidad con unas buenas dosis de caña. A estas alturas los puntos fuertes del disco están más que claros, así como también sus defectos, y es difícil que nadie que haya escuchado anteriormente a los griegos pueda decepcionarse con lo que se esconde en este trabajo, tienen muy claro lo que ofrecen y lo hacen a la perfección.

Sin embargo, logran sorprendernos con la final “The Sacred Dance With Chaos”, compensando la poca originalidad de los temas anteriores con uno de los temas más ambiciosos de toda su carrera, siete minutos de oscuridad, que empiezan de forma acústica para desembocar en un acertado medio tiempo con elementos de Death atmosférico, presentado uno de los mejores cortes del disco.
No se trata de su mejor álbum, pero sí que da continuidad a lo iniciado en ‘Division of Blood’ y lo hace con buena nota, las voces de Nick Melissourgos siguen siendo potentes y arrolladoras, mientras que el resto de la banda suena pletórica, apoyada una vez más en una gran producción, que mantiene un sonido moderno pero crudo, logrando sonar excelentes tanto en las partes más contundentes y thrashers como en las más melódicas.

Curiosamente el álbum pierde algo de fuelle en su segunda parte, cuando las melodías desaparecen y se hace más presente el sonido clásico de la banda, se encadenan una serie de buenos temas, donde además encontramos una serie de riff notables, pero se pierde algo de la variedad que ofrece la primera parte del disco, y no logran llegar al nivel de ‘Bloodbath’ donde lograron su mejor trabajo enfocándose en este sonido más básico.

Héctor González

Grupo:Suicidal Angels

Discográfica:Noise Art Records

Puntuación:7

Canciones:

  1. Canciones:
  2. Endless War
  3. Born of Hate
  4. Years of Aggression
  5. Bloody Ground
  6. D.I.V.A
  7. From All the One
  8. Order of Death
  9. Τhe Roof of Rats
  10. The Sacred Dance with Chaos

Año:2019-08-09

Votación de los lectores:5