Neal Morse: Sola Gratia

Aunque parezca lo contrario dada la vasta producción musical en la que participa Neal Morse, desde ‘Momentum’ en 2012 –sin contar con el musical ‘Jesus Christ: The Exorcist’- no publicaba el artista estadounidense un nuevo álbum en solitario.

No han faltado discos de The Neal Morse Band, Transatlantic o Flying Colors en los últimos años, por lo que sus fieles seguidores han estado más que saciados de material de categoría, pero ya era hora de retomar la carrera bajo su rúbrica.

Siempre que se escucha un disco de Neal Morse cabe pensar de dónde saca tanta inspiración el músico de Tennesse. Se ha convertido en toda una institución del rock progresivo, y es que nunca deja ni una sola canción a la deriva. Metódico como pocos, Morse ha vuelto a grabar un puñado de canciones con la calidad a la que bien acostumbrado tiene a sus fans. Como en otras aventuras, Mike Portnoy, Randy George, Eric Gillette, Bill Hubauer y Gideon Klein le han acompañado en la grabación de este trabajo.

Conexiones con ‘Sola Scriptura’

Confesaba el artista estadounidense, que la creación de este ‘Sola Gratia’ fue fruto de una confusión en una conversación con su mujer. Neal Morse pensaba estrenar algún nuevo tema en su Morsefest 2020, a lo que su esposa le respondió que no estaría mal hacer un álbum en solitario. Sin embargo, entendió que se refería a un “Sola album”, y por aquel entonces tenía nuevas ideas relacionadas con la búsqueda de los primeros cristianos, así que conectó con la temática de persecuciones de su ‘Sola Scriptura’ de 2007. Hay que recordar que dicho trabajo, uno de los preferidos de sus seguidores, trataba de la vida de Martin Lutero, pero en esta ocasión se ha centrado en la historia del apóstol Pablo, por lo que no se puede considerar una continuación o segunda parte. Conexiones líricas existen, pero son dos trabajos independientes.

En el aspecto musical las diferencias son un poco más evidentes. ‘Sola Scriptura’ estaba formado por cuatro temas con muchos pasajes atmosféricos e incluso oscuros, y ‘Sola Gratia’ es la variedad personificada y nada entre las aguas del rock progresivo más clásico, con tintes sinfónicos en no pocas ocasiones, y del metal progresivo técnico y depurado. Lo que está claro es que ambos trabajos rozan el sobresaliente.

Técnica y emotividad a partes iguales

Los devaneos instrumentales es uno de los ingredientes fundamentales de este álbum, e incluso se le dedican de forma exclusiva algunos cortes como “Overture” o “Sola Intermezzo”, pero es la melodía y la emotividad el principal protagonista. “In The Name Of The Lord” tiene fuerza y garra, y no necesita de excesivos alardes individuales para llegar a un estribillo apasionado. El cambio de tornas se produce en “Ballyhoo (The Chosen Ones)”, con elementos jazzísticos y operísticos que también las hace destacar del montante. Tampoco se olvidan de una base rock simple en “Building A Wall”, construyendo uno de los temas más pegadizos y accesibles de todo el trabajo. No todo iba a ser técnica sin ton ni son.

Tema a tema, Neal Morse y sus escoltas van marcando momentos mágicos, y sin perder hilaridad sónica regalan una balada enorme como “Overflow”, mucho progresivo clásico y psicodélico en “Warner Than The Sunshine”, sonidos futuristas en “Seemingly Sincere” o la combinación de melodías embrujadoras y cambios de ritmos inesperados en “Never Change” o “The Light On The Road To Damascus”.

Hasta el final con “The Glory Of The Lord” y “Now I Can See/The Great Commission” no cesa el torrente de melodías emotivas que tan bien sabe interpretar Neal Morse. Todo un regalo para los oídos y la confirmación de que ‘Sola Gratia’ es otro trabajo para enmarcar. Aunque será inevitable desempolvar muy de vez en cuando para maravillarse con sus enormes canciones, porque todo trabajo que lleve la firma de Neal Morse debería ser inmortal.