A pesar de ser un género muy extendido, el metal melódico y progresivo está lejos de quedarse obsoleto. Muchas bandas podrían servir de ejemplo para ello, incluida la que nos ocupa, que vuelve a demostrar que cuatro años no son nada.

Cuando Tommy Karevik anunció su entrada a Kamelot como sustituto de Roy Khan, muchos fans de la banda sueca se echaron las manos a la cabeza, porque desde que comenzaron en el 2000 han ido hilvanando discos de gran linaje sin cometer ningún error. Pocas bandas del gremio pueden presumir de ello, solo algunas elegidas como Threshold o Vanden Plas por poner un par de ejemplos. Pero al contrario de lo que se pensaba, el cantante iba a seguir adelante con su banda en paralelo y gracias a ello entregan otra nueva joya: ‘The Testament’.

Una clara apuesta por la melodía

La marca personal de Seventh Wonder es la calidad y los detalles compositivos de sus canciones y en esta ocasión no iban a ser menos, a pesar de su ausencia de cuatro años. Son muchos los elementos musicales que coinciden con su anterior y conceptual álbum ‘Tiara’ (2018), pero los nórdicos no han perdido la perspectiva y regalan otra colección de temas que, si bien pueden sonar predecibles para sus más neófitos seguidores, cumple con creces las expectativas.

Uno de sus argumentos más sólidos de su trayectoria es el roce con el power metal, y repiten la jugada en cortes potentes como “Warriors” y “The Light” –con aires poperos, más propios del AOR- que han servido como singles para llamar la atención de su regreso. La teatralidad de la voz de Karevik, que nunca se excede en agudos inútiles, casa a la perfección con el mar de melodías inmersas en la exuberancia instrumental. Los teclados de Andreas Söderin lanzan cascadas de notas con reminiscencias setenteras que le aporta a los temas un plus de melodía. Es su fórmula mágica, su caballo ganador, y nunca renunciarán a él.

Los riffs vertiginosos de Johan Liefvendahl no cesan y “The Red River” se convertirá en favorita de los que gusten de robustez sónica acompañada de metal progresivo. También por su atmósfera oscura y dramática, que hace recordar a los primeros lanzamientos de la banda. A pesar de la grandiosidad de las citadas canciones, otras como “Invincible” o “Mindkiller” no aportan nada nuevo, y pasarán inevitablemente un tanto desapercibidas. Eso no significa que muchas formaciones del género no matarían por firmar semejantes composiciones que, por otra parte, se encuentran muy lejos de entrar  a saco en el metal progresivo por su duración -solo una canción alcanza los ocho minutos, “ Under A Clear Blue Sky”. Han apostado claramente por la melodía, por la inmediatez.

Delicadeza instrumental

Aunque en ‘The Testament’ huyan de los temas largos, sí que han incluido un corte pura y netamente instrumental. “Reflections” es una delicia musical que transmite muchos sentimientos al oyente. Algo difícil en este contexto y a la amenazante frialdad del género. Casualidades o no, es uno de los mejores temas de todo este trabajo que consta tan solo de nueve cortes.

Por otra parte, no han olvidado los temas lentos, y “I Carry The Blame” puede considerarse la cuasi-balada de este trabajo, porque en sus trayectos instrumentales suben de intensidad y velocidad sin ningún tipo de timidez.  La melodía vocal es inimitable, y en sus arranques en los medios tiempos gana en fuerza y poderío.

“Elegy” es la forma sosegada que ha elegido Seventh Wonder para conmover a sus seguidores. Esas guitarras acústicas, reforzadas por unas melodías folk,  acompañan a un vocalista en especial estado de gracia. Un cierre perfecto para un disco que se disfruta de principio a fin sin mucho esfuerzo. Que Kamelot continúe por muchos años, pero que también lo haga Seventh Wonder.

Satur Romero

Grupo:Seventh Wonder

Discográfica:Frontiers Records

Puntuación:7

Canciones:

  1. Warriors
  2. The Light
  3. I Carry The Blame
  4. Reflections
  5. The Red River
  6. Invincible
  7. Mindkiller
  8. Under A Clear Blue Sky
  9. Elegy

Año:2022-06-10