Los suecos Sabaton, uno de los grandes nombres del actual panorama metalero, vuelven tres años después de su irregular ‘The Last Stand’ con su noveno disco. ‘The Great War’ mantiene la esencia del quinteto: canciones simples y pegadizas, letras bélicas y una portada con la imagen de un soldado como protagonista. Nada nuevo bajo el sol.

La carrera de Sabaton es bastante curiosa: el grupo inició su andadura allá por 2005 con aquel ‘Primo Victoria’ que contenía el tema homónimo tan popular a día de hoy, con un resultado mediático muy discreto. Fueron transcurriendo años, y también un buen puñado de discos -incluido él para muchos álbum estrella de la banda: ‘The Art Of War’ (2008)- sin que llegara el reconocimiento tan deseado, que le permitiera ascender de división y jugar con los grandes.

El punto de inflexión fue la salida de ‘Carolus Rex’ en 2012, donde se produjo el cambio de más de la mitad de sus miembros, permaneciendo únicamente Joakim y el bajista Pär Sundström. Para los nuevos integrantes fue llegar y besar el santo: grabar el exitoso ‘Heroes’ y catapultarse hacia la cima. Lo poco habitual de la situación, de hacer ese amago de caer al abismo (que se marchen cuatro componentes no es precisamente una broma) a convertirse en la banda referente del power metal del siglo XXI es, digámoslo, llamativo.

Vuelta a la batalla

Desde que Sabaton encabeza festivales y es uno de los grupos más amados (y odiados) de toda una nueva generación de amantes del rock, cada uno de sus pasos es mirado con lupa por todos y cada uno de sus fans (y sus haters). Su anterior ‘The Last Stand’ supuso un paso a ninguna parte a nivel musical, aunque no pudieron quejarse de su recibimiento comercial – en parte gracias al rebufo de su predecesor ‘Heroes’, disco que le abrió las puertas a una nueva generación de seguidores- que le permitió hacer una gira por recintos de bastante envergadura, y también estar en zonas nobles del cartel en los festivales más importantes.

‘The Great War’ mejora por mucho lo que nos ofrecieron hace tres años, pese a que pueda pecar de ciertos errores reiterativos de sus últimos tiempos. A nivel lírico la obra se basa en temas de la Primera Guerra Mundial, motivo principal por el cual el single “Bismarck” se quedó fuera de la lista. Once cortes nos sumergen otra vez en el mundo Sabaton, donde los teclados siguen siendo prominentes, pero usados con mucho mejor gusto que en otras ocasiones. Es el primer trabajo con el guitarrista Tommy Johansson acompañando a Chris Rorländ, y todo sea dicho: hacen una labor muy destacable, con solos y riffs de alto octanaje, que pondrán todo patas arriba allá por donde toquen.

El arte de simplificar

‘The Great War’ dura poco más de 38 minutos, el segundo más breve de la carrera de los suecos. Lo primero en sonar es “The Future Of Warfare”, donde ya podemos presenciar que el sonido característico de Sabaton sigue inamovible: los coros entrecortados, las estrofas más desnudas dando paso a un excesivo y épico estribillo, colchones de teclados doblando las voces o los punteos de guitarra simples pero efectivos. La canción sirve como introducción con su tempo sosegado y su tono grandilocuente.

Una intro de batería muy heavy es la carta de presentación de “Seven Pillars Of Wisdom”, que en mi opinión es el mejor corte de todo el trabajo. Una sonrisa en la cara se me dibujó la primera vez que los altavoces vociferaron esta canción, la cual me recordó a los Sabaton que me habían enganchado más de un lustro atrás. Aquellos Sabaton de temas menos pomposos y más directos a la yugular, que te hacen querer saltar y saltar con el puño en alto. Tres minutos de intensidad máxima coronado por un solo que encaja como anillo al dedo. Debería ser un single sin ningún tipo de duda.

Continúa el viaje con “82nd All The Way”, que mantiene las sensaciones del anterior corte, y donde podemos confirmar que los estribillos de ‘The Great War’ no solo es que superen a cualquier cosa grabada en ‘The Last Stand’, sino que la comparación es hasta dolorosa. Bajamos las pulsaciones con “The Attack Of The Dead Men”, con ese riff sincopado que nos introduce en un medio tiempo que no es de lo más destacado, pero que mantiene el tipo, pese a ese exceso de capas de sonido en según qué partes (con eso me refería con lo de errores reiterativos un poco más arriba) que puede llegar a saturar ligeramente.

Reinando pese a la polémica

Cierra la primera parte del disco “Devil Dogs”, que tiene la gran desventaja de desprender un olor ligeramente a refrito (dadle a pausa, reflexionad, y pensad cuantas canciones de Sabaton hay que suenan exactamente igual), y que pese a que encantará a los fanáticos, podría decirse que para muchos será la antesala de una de las grandes del álbum: “The Red Baron”. El hammond, con ese sonido heredero del Jon Lord en Deep Purple, nos hace de presentación de una composición con mimbres de hit, que será fija en los setlist por mérito propio. De apenas tres minutos de duración tiene todo lo que puedes pedir a una canción de los suecos. Especial mención para la genial interpretación de Joakim Brodén en las tareas vocales.

La canción que da título al trabajo es como te la imaginas: un medio tiempo de rasgos pomposos y rimbombantes. De esas que harán disfrutar a algunos y querer salir corriendo a otros. Está claro que el estilo de los escandinavos no va a cambiar, a excepción de pequeños matices, así que si después de nueve discos siguen sin convencerte es mejor que te dediques a otra cosa. Lo que nadie le puede discutir es su posición de actuales líderes del movimiento power metal, junto con los remodelados Helloween y los Avantasia de Tobias Sammet.

Las melodías de Johansson y Rörland se llevan el protagonismo en  “A Ghost In The Trenches”, mientras que el single “Fields Of Verdun”, ya por todos conocidos, cumple a la perfección su cometido: permanecer en tu cabeza hasta que lo tararees sin darte cuenta. Un inicio melodioso y emotivo hace que pienses que “The End Of The War To End All Wars” va a ser la balada de rigor, pero nada más lejos de la realidad. Vuelven los arreglos corales y orquestales en cantidad industrial, por si todavía te quedaras escaso. No es una mala canción para cerrar el telón, aunque sigo pensando que estas composiciones no son el punto fuerte de Sabaton.

“In Flanders Fields” – poema musicalizado de un soldado muerto en batalla- es lo último que escucharemos. Y así finaliza ‘The Great War’. Con este trabajo seguirán caminando en esa línea cercana a la controversia entre los fans del metal. No se puede decir que sean ni los salvadores del metal ni tampoco el grupo de pacotilla que algunos se empeñan en afirmar. Cada época necesita de esas bandas que hacen de escaparate para entrar en este estilo musical: más sencillas, más comerciales, pero con mucho gancho. Los suecos Sabaton juegan con esa carta, y les va rematadamente bien. Que duren mucho tiempo.

Jano Carbia

Grupo:Sabaton

Discográfica:Nuclear Blast

Puntuación:9

Canciones:

  1. The Future Of Warfare
  2. Seven Pillars Of Wisdom
  3. 82nd All The Way
  4. The Attack Of The Dead Men
  5. Devil Dogs
  6. The Red Baron
  7. Great War
  8. A Ghost In The Trenche
  9. Fields Of Verdun
  10. The End Of The War To End All Wars
  11. In Flanders Fields

Año:2019-07-19

Votación de los lectores:5