Rocking Horse: El Cielo es el Infierno

Solo por el currículum de la gente que habita en Rocking Horse, uno tiene que sentarse a escuchar con cierta atención su debut “El Cielo es el Infierno”. También es cierto que hay que escuchar con atención cualquier disco que empiece con una locución de Rajoy hablando de que el alcalde es el que el vecinos quieren que sea el alcalde.

En cualquier caso, de una colección de músicos que tan pronto tocan con Jarabe de Palo como con la Fundación Tony Manero, la banda de Buenafuente o Els Pets tan solo puede venir un disco instrumentalmente magno. Y así es: el debut de Rocking Horse es musicalmente tremendo, lleno de groove por los cuatro costados y temones de hard rock setentero con barniz actual que entran con facilidad.

Groove y hard rock moderno

Aunque ellos citan influencias que van de Audioslave a Deep Purple, es más fácil encontrar bandas como The Winery Dogs, Black Stone Cherry o incluso Mr. Big en sus composiciones. El estilo de Danny Navarro, baterista de Hotel Cochambre, Manzano o la banda de Buenafuente entre otros, es muy cercano al de un Chad Smith de Red Hot Chili Peppers, repleto de groove, ghost notes y una facilidad para hacer caminar los temas que va de la mano con el estilo del fiero David Muñoz Gnaposs, el guitarra de la banda (y un discreto Jordi Vericat, que parece que no, pero está ahí tocando el bajo). Gnaposs, mítico del entorno de los músicos de sesión de la zona de Barcelona y con un carrerón a sus espaldas, es un tremendo conductor rítmico desde las cuerdas de su guitarra. En canciones como “Dale Gas” o el festin de riffs “Quién Crees que Eres” queda sobradamente probado.

Músicos sobresalientes

El sonido más setentero se abre paso en el tema título que es muy Hendrix y lleva una estructura rítmica que es altamente original y adictiva. Lo mismo sucede con “Nuevos Aires”, donde Navarro se luce sobradamente tras la batería en el contexto de un blues-balada de lo más delicado. También se queda a gusto en “Nada que Perder”, donde nuevamente el dúo que tiene con Gnaposs parece propio de unos Mr. Big o unos Chickenfoot.

El vocalista, Paquito SexMachine, conocido por la Fundación Tony Manero o Disco Inferno, tiene una voz repleta de soul y calidez que casa perfectamente con el estilo de la banda. Si bien las letras a veces son mejorables (“tu cagas mierda y yo te la perfumo” no pasará a los anales de la historia, aunque probablemente en inglés nos la tragaríamos sin problemas y haciendo palmas) el global de “El Cielo es el Infierno” es más que sobresaliente. Un disco lleno de himnos para el directo y que la banda está defendiendo con una gira por España en este momento.