Roadrunner United: The Concert

Tras su concierto de 25º aniversario en el Nokia Theatre de Nueva York en 2005, el reputado sello Roadrunner relanza un disco que da testimonio de un acontecimiento legendario.

En octubre de 2005, para celebrar su 25 cumpleaños, el legendario sello estadounidense de metal Roadrunner Records organizó una ambiciosa reunión familiar produciendo dos hitos dignos de pasar a la historia. En primer lugar, uniendo a un super grupo de estrellas para lanzar un álbum: Roadrunner United, un trabajo original compuesto por cuatro de los integrantes del sello más talentosos y que serían la cara visible del proyecto (Robb Flynn de Machine Head, Joey Jordison de Slipknot, Dino Cazares de Fear Factory y un Matt Heafy de Trivium que por entonces contaba con tan solo 19 años de edad).

Y seguidamente, dando un concierto multitudinario en el que acabaron actuando con casi cuarenta artistas pertenecientes a diferentes bandas del sello como Sepultura, King Diamond o Trivium. Y que finalmente quedaría inmortalizado en esta referencia con el apelativo de ‘Roadrunner United: The Concert’.

Pisando el acelerador

Ya desde el inicio vemos sucederse himnos del hardcore de diferentes décadas con un público vibrante y unos artistas en estado de gracia que no dejan un segundo para el respiro. Los motores comienzan a rugir con “Punishment», una intro que ya te hace mover el cuello y sacudir la melena al viento, es un primer bocado perfecto para encarrilar lo que será un trabajo épico sin tiempo para levantar el pie del acelerador. Le sigue “Set It Off» con unos Madball en plena forma y un público entregado a los riffs y distorsiones de los neoyorkinos.

A continuación, a forma de intro instrumental “March Of The S.O.D.” sirve de prefacio a “Rivers Runs Red” y “The End Complete», himnos del hardcore y death metal de principios de los 90 que conjugan a la perfección en este apoteósico inicio que deja al público prácticamente con los ojos desorbitados. El velocímetro alcanza la marca de crucero con Mercyful Fate y su “Curse Of The Pharoahs” y atrás quedan ya los guturales anteriores que dan paso a los agudos de un Tim “Ripper” Owens inspirado, al igual que en “Abigail” y “Alison Hell”, donde da muestra de un saber hacer al que pocos pueden aspirar.

A continuación hace su aparición “Dead by Dawn” guturales y baterías extremas en una arenga demencial que se mezcla con riffs agresivos y seguimos con “Pull Harder On The Strings Of Your Martyr”, donde los de Trivium junto a Corey Taylor dan paso a ciertos resquicios más melódicos y las guitarras cobran protagonismo pero sin dejar de lado el hardcore. Le sigue “My Last Serenade» himno del metalcore que nos sigue transportando por las sendas más ardientes del rock duro.

Es el turno de “Pure Hatred” ,y en este caso, el título lo dice todo, puro odio contenido en dobles bombos, guturales y riffs que son pura violencia y arengas a un público que seguro salió magullado del pogo. En esta línea se sucede también “Replica”, sin un solo segundo para tomar un respiro.

Con “Black Nº1” llega el cambio de tercio, un comienzo de atmósfera creepy con mucha más presencia del bajo y que nos lleva de paseo por lugares más oscuros con una guitarra inspirada y una voz rota que evoca tintes de un garage muy dark y que sirve para tomar un poco de aire antes de volver, mediante los teclados oscuros presentes en “Tired N Lonely”, a la cadencia violenta a la que estábamos acostumbrados.

A todo gas

El volantazo llega con “Bother”; Stone Sour, Corey Taylor y Mina Caputo echando el freno, y dejándose llevar a golpe de balada y guitarra antes de que el frontman de slipknot vuelva a subir el voltaje con “The Rich Man” y a continuación “The Dagger”, ambos temas compuestos específicamente para el álbum. Al igual que “The End”, con un Matt Heafy inspirado y un acompañamiento de lujo, el roster estrella de Roadrunner United se marca un single pegadizo de aires muy dosmileros.

Último tercio del LP y vuelta a esos tintes oscuros y potentes que piden guerra a gritos, es el caso de “Eye For An Eye”, “Refuse/Resist” o “Surfacing”, que conforman una espiral de destrucción a cargo de Sepultura, Slipknot y Soulfly y acercan al desenlace final del trabajo. “Davidian” de Machine Head y “(Sic)” de nuevo liderada por Corey Taylor y sus secuaces enmascarados nos llevan a golpe de guitarreos extremos, baterías desenfrenadas y bajos saturados al último tema del disco “Roots Bloody Roots”, en una versión apoteósica y extendida, con más de una decena de estrellas sobre el escenario.

El colofón perfecto para un disco que quizá da testimonio de uno de los acontecimientos más destacables de los últimos años, cuando en aquel 12 de Octubre de 2005 y bajo el ala protectora de Roadrunner Records una constelación de grandes figuras destrozó a golpe de metal el Nokia theatre de Nueva York.