Lo que comenzó como una especie de moda por el resurgimiento de bandas que practicaban un revival de los ’70 con la vigorosidad contemporánea, se ha mantenido a lo largo de varios años. Bandas como The Answer o Wolfmother tuvieron un empujón de popularidad inmediato que poco a poco se ha ido diluyendo en el tiempo, pero que no ha menguado sus ganas de publicar buenos trabajos y que ha mantenido una gran base de fans.

Otra de sus esas bandas fue, y sigue siendo, Rival Sons. Los nominados a los Grammys han sabido cocinar a fuego lento una carrera con magníficos trabajos y pulir un sonido identificativo a pesar de que sus iconos están más que claros en cada canción que componen.

Después de cuatro años de su más que notable ‘Feral Roots’, Jay Buchanan (voz, armónica, guitarra rítmica), Scott Holiday (guitarra), Mike Miley (batería) y Dave Beste (bajo), regresan demostrando que todavía tienen mucho que decir. ‘Darkighter’ es otra colección de canciones que ponen en pie de guerra a cualquier amante del rock en el amplio sentido de la palabra. Su nivel compositivo parece no tener límite, y estos ocho temas son otro regalo cargado de audacia y ritmo.

Sin perder de vista a los clásicos

El hammond inicial de “Mirrors” es toda una declaración de principios. No olvidan sus raíces, y la fiereza y cadencia vocal de Buchanan es desgarradora. Aunque inician este trabajo a medio tiempo, ponen las cosas en su sitio con “Nobody Wants To Die”, todo un pelotazo con un uso inteligente de la velocidad y con un estribillo que entra a la primera. La canción se redondea y se convierte en una de las mejores de este trabajo, con una pelea a muerte de guitarras dobladas que vuela la tapa de los sesos.

Pronto vuelven a los ritmos lentos con aires bluesys de la mano de “Bird In The Hand”, pero incluyen unos fraseos y un estribillo vocal que está al alcance de unos pocos elegidos. El sonido orgánico que posee las canciones que ejecutan de este tipo es una delicia. Siguen manteniendo la atención del oyente con “Bright Light”, con unas guitarras mágicas muy a lo Led Zeppelin y con acústicas que cubren huecos de forma milimétrica y precisa.  Lo aparentemente sencillo, Rival Sons lo convierte en algo único y personal.

Menos es más

No son muy dados los californianos a publicar temas de largo metraje sin sentido, y ni mucho menos a estancarse en fórmulas que ya les ha servido de éxito en el pasado. Por todo ello, es más que meritorio que siempre busquen otra vuelta de tuerca a su sonido. “Rapture” es de combustión lenta, pero da la sensación de que puede explotar en cualquier momento. Mientras que en “Guillotine” se lanzan a una aventura sabbathica llena de pesadumbre y oscuridad, pero sin dejar de lado esos golpes de intensidad acompañados de una voz rasgada que corta el aire.

“Horses Breath” es otra oda a la innovación, con unas guitarras que nunca pierden fuerza a pesar de lo pausado de su ritmo. De nuevo hacen gala de un sentido de la melodía despampanante. Cierran con “Darkside”, y las disonancias a modo de tributo a Tony Iommi hacen acto de presencia. Sin embargo, gozan de una facilidad aplastante para jugar con los ritmos lentos y dotarlos con acústicas y vericuetos melódicos marca de la casa.

En un mundo en el que se lanzan discos y singles sin ton ni son, es de agradecer que bandas como Rival Sons dediquen todo el tiempo necesario para publicar toda una exposición de rock clásico en menos de cuarenta minutos. A la antigua usanza; porque no importa la cantidad sino la calidad. Con ‘Darkfighter’, el cuarteto estadounidense ha dejado demostrado (otra vez), que de calidad van más que sobrados.

Satur Romero

Grupo:Rival Sons

Discográfica:Atlantic Records

Puntuación:8

Canciones:

  1. Mirrors
  2. Nobody Wants To Die
  3. Bird In The Hand
  4. Bright Light
  5. Rapture
  6. Guillotine
  7. Horses Breath
  8. Darkside

Año:2023-06-02