El nuevo disco de Rammstein, uno de los más esperados del año 2019, ya está aquí (disponible a partir del 17 de Mayo). Han pasado nada menos que diez años desde su última obra, pero lejos de caer en olvido el sexteto alemán está más de moda que nunca. ¿Cumplirá el nuevo álbum homónimo las expectativas de sus ansiosos fans? Quizá es demasiado pronto para saberlo.

¿Has pensado cuánto cambió tu vida desde el último trabajo de Rammstein? En tan larga espera pudiste haber cambiado de ciudad, de pareja, de trabajo…y hasta de gustos. Igual ya no te interesa el grupo. Pero no pasa nada, desde la salida del gran ‘Liebe Ist Für Alle Da’ los de Till Lindemann y Richard Z. Kruspe han reclutado a nuevas huestes para sus filas. El sold out absoluto en todas las fechas de su próxima gira de estadios (si, no solo Iron Maiden y Metallica se atreven con semejante reto) les han dado la razón. Nunca han estado, en el plano de la popularidad y el nivel mediático, tan arriba.

Pese a ello, diez años es una cantidad probablemente excesiva para dejar entre disco y disco. Es muy complicado que en la época actual, donde apenas se generan ingresos por los nuevos lanzamientos, los grupos vuelvan a grabar un álbum por año o cada dos en su defecto. Pero Rammstein -como también podríamos nombrar a los progresivos Tool- han superado una barrera,  la de más una década sin música nueva. Esto puede generar que el exceso de deseo por parte de sus fans juegue en su contra. La gran mayoría de oyentes utilizaran tu gran obra por excelencia (en este caso no hay duda que se trata de ‘Mutter) para comparar. Difícil papeleta.

Simplemente Rammstein

Aumentando todavía más los rumores acerca de que este será su último lanzamiento (Kruspe en una entrevista durante el Resurrection Fest 2017 lo dejaba caer), la decisión de no ponerle título a su último trabajo, sumado a lo simple y a la vez representativo de su desnuda portada, provoca una sensación de que la trayectoria de los teutones podría estar llegando a su fin.  Aunque quizá esto solo sean elucubraciones de medios de comunicación y seguidores, y la razón sea mucho menos definitoria y definitiva.

‘Rammstein’ ha sido grabado en Francia durante el pasado año, y será el primero sin la colaboración de Jacob Hellner a los mandos de la producción. Lo sustituye el guitarrista de Emigrate (banda paralela de Kruspe): Olsen Involtini. Pero la duda acerca de un posible cambio de sonido se disipó a finales de Marzo. La salida del single “Deutschland”, más allá de causar un revuelo espectacular con su polémico y grandioso videoclip, nos hizo ver que nada había cambiado, todo seguía exactamente igual que en la década pasada.

¡Luces, cámaras, acción!

Todo empieza con la susodicha “Deutschland” y una introducción del teclado de Christian “Flake” Lorenz, con un sonido muy espacial -digno de película de ciencia ficción- que desemboca en el primer guitarrazo marca de la casa, con eses acordes en quinta saturados de ganancia hasta el infinito. Las estrofas se calman, y vemos a un Till haciendo referencias al pasado (ese “Du, Du Hast” que nos ha puesto la piel de gallina a más de uno), mientras se confirma el intento por variar cada vez más su estilo vocal, uno mucho más melódico que antaño. Mención especial al potente estribillo, que se va tornando más y más pegadizo con las escuchas. Grandísima canción y futuro clásico.

El inicio electrónico de “Radio” viene acompañado de un riff simple que, con su adorno de teclas correspondiente, nos trae una composición mucho más desenfadada que su predecesora. Ha sido el segundo sencillo elegido por la banda, y pese a que su título tiene que ver con los inicios históricos del aparato a principios del siglo XX, podría haber sido una premonición: muchas radios pincharán este segundo corte, debido a su accesibilidad y su tono afable. El coro principal se te pegará muy fácilmente. Pese a ello, está muy lejos de sus grandes himnos.

Voces operísticas abren “Zeig Dich” que se funden con guitarras y baterías, formando un todo con alto contenido épico. Vuelve un cierto tono de oscuridad después del paréntesis anterior, en un tema que será de los más destacados del nuevo plástico. Rezuma aroma a los hits de Rammstein, esos que los han llegado a colocar en el estatus donde se encuentran actualmente. Especial atención a ese colchón de teclados en buena parte de la composición, que le dota de una gran riqueza y profundidad. Nunca se le reconocerá a “Flake” toda la importancia que tiene en este grupo. Apuesto por esta joya como tercer single.

Potencia alemana

Al comenzar “Auslander” es muy probable que tu tuerzas un poco el gesto. Sabemos que Rammstein es un grupo industrial, sabemos que juegan con elementos techno, pero la melodía de sintetizador de la canción que nos ocupa podría ser digna de cualquier rave que se precie. La parte en cuestión son los primeros quince segundos, para después volver a una supuesta “normalidad”. Te gustará si en su día flipaste con la ya clásica “Moskau”, por esa simbiosis con cierta modalidad de pop de finales de los ’90.

Puro metal industrial nos inunda cuando “Sex” llega a los altavoces. Potencia y descontrol por doquier, no hay momento de pausa en sus cuatro minutos de duración. Con un cambio de idioma podría haber sido una canción del Marilyn Manson más cañero. Si cierras los ojos ya puedes ver el show pirotécnico en directo que van a montar alrededor suyo, porque no cabe duda que la canción será una de las conformen el nuevo setlist. Sería muy de necio desaprovechar composición de tal magnitud.

“Puppe”, con ese inicio acústico y teatral, que converge en la mejor interpretación de Till Lindemann en todo el disco (con un grado de dramatismo y angustia colosal), es un punto de inflexión en ‘Rammstein’. La segunda cara es mucho más experimental y, porque no decirlo, floja. “Was Ich Liebe” es relleno 100%, demasiado tediosa para llamar la atención del respetable. Aunque el estribillo intente sacarte del letargo, difícilmente lo consigue.

Mucho más que pirotecnia

La heredera de “Frühling In Paris” se llama “Diamant”. Una pequeña balada acústica de poco más de dos minutos, en donde su aire intimista es su mayor virtud. El sonido hammond a lo de Deep Purple es la encargada de inaugurar “Weit Weg”, el cual tendrá una gran importancia a lo largo del tema. El sonido vintage se apodera del mismo, y es una de las pocas donde hay algo que se asemeja a un solo de guitarra. Quedará en un segundo plano, aunque tiene muchos elementos y arreglos para ir descubriendo poco a poco.

Se empieza a atisbar el final del disco con la heavy “Tattoo”, que calmara las ansias de los que buscaban alguna canción robusta y vigorosa. No es la más original, tampoco es la mejor, pero nunc a se le dice que no a los momentos en los que Rammstein pisa el acelerador. El arreglo intermedio es una especial de calma que precede a la tempestad, muy logrado y rematado. La final “Hallomann” baja el telón de manera irregular, pues todos esperamos el final épico en éxtasis que nunca llegará.

En definitiva, un buen disco de Rammstein, quizá no tan directo y metalero como otros de sus discografía, pero que necesita un buen número de escuchas para realmente conocer su verdadero potencial. Parafraseando lo que dije al principio, no os recomiendo que nadie lo quiera comparar a ‘Mutter’ (las grandes obras maestras rara vez se repiten), simplemente que intente disfrutarlo. Porque quien sabe, igual es el último.

Jano Carbia

Grupo:Rammstein

Discográfica:Universal Music

Puntuación:7

Canciones:

  1. Deutschland)
  2. Radio
  3. Zeig Dich
  4. Ausländer
  5. Sex
  6. Puppe
  7. Was Ich Liebe
  8. Diamant
  9. Weit Weg
  10. Tattoo
  11. Hallomann

Año:2019-05-17

Votación de los lectores:5