Rage: Wings Of Rage

Rage lanza un nuevo disco al mercado en el año en el que se cumplen treinta y cinco años de su debut, tiempo en el que han publicado nada menos que veinticinco álbumes de estudio, siendo el último de ellos éste ‘Wings Of Rage’.

A estas alturas de la película poco tiene que demostrar Peavy Wagner sobre su calidad como músico y compositor. Un buen puñado de discazos y grandes himnos avalan su carrera así como sus impecables directos. Aun así, la banda no se concede descanso y sigue publicando nuevo material a un ritmo endiablado.

‘Wings Of Rage’ es el tercer álbum con la formación actual de la banda, compuesta por el fundador de la banda, Peavy Wagner, al bajo y voces, Markitos Rodriguez a la guitarra y Vassilios «Lucky» Maniatopoulos en la batería. Estos dos últimos se incorporaron a la banda en 2015 y desde entonces han publicado ‘The Devil Strikes Again’ y ‘Seasons Of The Black’.

Si algo funciona, no lo cambies

‘Wings Of Rage’ está compuesto por doce temas, que van desde baladas hasta el metal más machacón con aires ochenteros, todos ellos con el sonido característico de la banda. Esto puede ser algo bueno, ya que los fans incondicionales no van a encontrar mezclas raras ni sonidos nuevos, pero también es cierto que cuando se escucha el disco se tiene la sensación de haber escuchado antes esa canción, o de que ese estribillo o puente se parece mucho al de alguna otra. Todo es nuevo y a la vez conocido.

Musicalmente el disco es intachable. El trabajo de Markitos a la guitarra es brutal, creando riffs elaborados y de melodía pegadiza, así como unos solos de altísima calidad. Del mismo modo, Lucky Maniatopoulos hace un trabajo impecable a la batería, con un sonido muy contundente y una pegada brutal. En cuanto a Peavy, parece que los años y los kilos le están pasando factura y que su registro vocal se está viendo afectado, siendo más monótono y sin lograr alcanzar notas tan agudas como en años anteriores.

El disco abre con “True”, un tema machacón y oscuro, de ritmo muy marcado durante toda la canción pero con un estribillo mucho más luminoso y agudo. “Let Them Rest In Peace” sigue la línea de la canción anterior, riff de guitarra marcado, corte oscuro y de nuevo gana velocidad y color en el estribillo, el cual tiene unas letras muy interesantes.

“Chasing The Twilight Zone” sigue en la misma línea que los temas anteriores, riffs con aires ochenteros, batería muy elaborada y estribillos coreables y pegadizos. En “Tomorrow” Peavy canta con un tono más agudo que en los temas anteriores y, en mi opinión, se le nota un poco ahogado y que le cuesta alcanzar las notas y mantenerlas.

Una fórmula ganadora que gusta a sus fans

El tema que da nombre al disco, “Wings Of Rage” es para mí uno de los mejores del disco, un estribillo pegadizo y perfecto para cantar en directos, unas estrofas rápidas y duras y todos los elementos que se esperan en un disco de Rage.

Tras la instrumental “Shadow Over Deadland (The Twilight Transition)”, el disco continúa con “A Nameless Grave”, una canción mucho más lenta y oscura, con orquestaciones que recuerda por momentos a la gran “From The Cradle To The Grave”. El disco pasa de lo más oscuro a lo más luminoso en un momento gracias a “Don’t Let Me Down”, un tema alegre y que inspira buen rollo.

En “Shine A Light” Markitos se luce en la guitarra; los solos y la intro de la canción son simplemente geniales, logrando transmitir muchísima emoción gracias a sus notas agudas, que encajan perfectamente con la voz grave y profunda de Peavy. Con “HTTS 2.0 (Higher Than The Sky)” la banda rescata un clásico para darle un tono más moderno, rápido y pesado. Esta canción era la elegida por la banda para cerrar muchos de sus conciertos, cantando gran parte de ella su guitarrista, por lo que no es tan sorprendente que se le haya querido dar un nuevo enfoque.

“Blame It On The Truth” sigue con la misma fórmula de la mayoría de canciones del disco, destacando en este caso el trabajo que hace Maniatopoulos a la batería. Para cerrar el disco la canción elegida es “For Those Who Wish To Die”, un tema oscuro donde la voz rasgada de Peavy le da un toque siniestro y descorazonador muy interesante.

Y de esta manera acaba un disco bastante completo, con un sonido especialmente oscuro, en el que la muerte y los cementerios parecen ser la temática principal en la mayoría de canciones. La portada del disco es digna de mención, con unos colores fríos y un diseño muy interesante, sirviendo de presentación a la ambientación del disco. No es un disco que pasará a la historia del metal, pero sí uno que dejará satisfechos a los fans de la banda y en el que se encuentran algunas canciones muy buenas.