Proudz: Cuando Todo Esté Perdido

El poderoso hardcore de Proudz se hace presente una vez más luego de una eternidad de ausencia para sus fans mas apegados. Y sí, aun tienen el poder, la magia, la potencia, sus guitarrazos y baterías son completamente infalibles, no hay una sola canción de este nuevo repertorio que aburra o que pase desapercibido.

Efectivamente, este álbum nos trae los signos del poder infinito del hardcore de Proudz. Guitarras inmensas con un toque de su sonido inicial cuando eran unos novatos en el ya lejano 1997, se escuchan más pesados, más graves, como si los amplificadores fueran del tamaño de un Godzilla sobresaltado. En realidad, no importa tanto lo que digan las canciones, generalmente, son para sacar la furia, el furor interno, el rencor, tener ese esparcimiento agresivo que siempre hace falta soltar. 

Absoluto Poder

Lo que realmente importa es el poder de sus coplas y la energía que le imprimen a cada una de ellas. Con un buen volumen pudiera sentirse que se está en el concierto disfrutando esa energía. Es imposible que no te enciendas o te prendas en llamas con un disco de los madrileños. Los Proudz saben exactamente como crear sus riffs, de modo que no puedes escapar de las garras de canciones como “Jauría” y “Dejad Que Ardan” o “La Bestia Que Hay En Mi” y sus poderosos tamborazos rematando cada frase a diestra y siniestra. 

Muchos aplaudirán este regreso y otros detractores no se cansarán de desprestigiarlo, es cierto, sus producciones no varían mucho, pero también es cierto que una sola placa de estos riffs nunca será suficiente. Esto es rock duro, directo, sin pretensiones, reforzando una vez más la consigna de que el hardcore también cuenta y se hace con calidad, aunque no le de gusto a los más puritanos del metal.  

Llenando Expectativas

En el mundo del hardcore siempre se espera con beneplácito cualquier álbum de Biohazard, Avenged Sevenfold, Hatebreed o Madball. Es garantía de que recibiremos algo brutal y demoledor; se espera algo agresivo que destruya todas las baladas y haga armar los moshpits. ‘Cuando Todo Esté Perdido’ es uno de esos discos que llena esas expectativas. No se tiene que esperar a que los grandes titanes del hardcore quieran salir de su letargo. Proudz lo hace muy bien y no se nota que hayan estado inactivos por años. 

¿Qué más se puede decir del disco? ¡Es Proudz! Riffs veloces, batería descomunal llena de bombos relampagueantes, solos cortantes y la voz implacable del “resucitado” Rana. Se debe valorar y disfrutar esta nueva reunión, se notan las ganas de esta alineación de haberse juntado y de hacer un disco después de tanto tiempo y en medio de una fase semi apocalíptica del planeta tierra. Que mejor soundtrack para sobrevivir a diversos bichos que este nuevo trabajo discográfico. 

Ampliamente recomendable la ya mencionada “Jauría” que se dispone a ser un himno de la banda y una infaltable en los conciertos venideros. Si hay una canción que va a definir el rumbo de este disco es esta. En “El Duro Adiós” y “La Noche Más Oscura” se puede leer o disparar las teorías de que fueron las canciones donde se sacaron los traumas y sirvieron como “terapia de pareja” para la agrupación. No hubo necesidad de psicólogos o neurólogos para hacerlos exorcizar sus males y problemas de la etapa anterior, solo fluyeron musicalmente.