Phil Campbell: Old Lions Still Roar

La leyenda de la guitarra, Phil Campbell, presenta su primer disco en solitario, toda una lección de rock ‘n’ roll y una muestra de su capacidad para reinventarse como artista junto a la colaboración de grandes vocalistas cuyas carreras han estado tan entregadas a la música como la suya.

Parecía imposible imaginar la característica silueta de Phil Campbell en el escenario sin la compañía de Mikkey Dee y del gran Lemmy Kilmister, puesto que el fallecimiento de este en 2015 supuso la disolución de uno de los pilares de la música metal, Motörhead. Campbell llevaba en la banda tres décadas cuando esto sucedió y, pese a dar por terminada esa etapa, el galés expresó su inquietud por seguir creando al juntar la formación Phil Campbell & The Bastard Sons, una banda que seguía, y sigue, el legado que Motörhead había forjado, y que está compuesta por sus tres hijos.

El motivo por el cual Phil Campbell se encuentra en el punto de mira actualmente es porque ha decidido sacar su primer disco en solitario. ‘Old Lions Still Roar’ cuenta con diez canciones, nueve de ellas con colaboraciones de grandes artistas de fama mundial y otros menos reconocidos, pero igual de talentosos. Phil Campbell crea un espacio donde desarrollarse como músico dentro de otros estilos musicales, tanto para él como para sus invitados.

De inicios inesperados y cantantes ilustres

La primera canción de ‘Old Lions Still Roar’ es la llamada “Rocking Chair”, junto a un desconocido Leon Stanford a la voz. No es precisamente lo que esperaríamos de Campbell, teniendo en cuenta su trayectoria musical y al haber sido consagrado como uno de los padres del heavy metal, sería de esperar que el disco tuviera un inicio rockero y algo macarra.

Nada más lejos, sorprende con una balada a base de guitarra acústica, pandereta o sucedáneo a la percusión y unas suaves pinceladas de piano pasada la primera mitad del tema. El uso de un slide muy bien situado en los sutiles rasgos de guitarra eléctrica le dan el toque southern rock. La guitarra distorsionada de “Straight Up” nos da de pleno y nos adentra en un tema, ahora sí, interpretado por los instrumentos que podríamos considerar básicos para una banda de metal.

La característica voz del vocalista de Judas Priest, Rob Halford, cuesta de reconocer al no ejecutar sus míticos agudos, cosa que se espera a lo largo del tema, pero estos no aparecen por ninguna parte. La cual cosa está bien porque presenta un sonido diferente, casi innovador, y lleva al oyente a pensar que en vez de ser una colaboración con el “Metal God” podía ser perfectamente un tema de una banda a parte.

A continuación sigue “Faith In Fire”, una de las más destacadas del álbum por su sonido pesado, al igual que sus riffs y ritmos, que su lentitud y tonalidad grave le aporta contundencia. La voz de Ben Ward, frontman de Orange Goblin, es la guinda del pastel y situa el tema entre el metal más extremo y el clásico en una combinación excelente.

Alice Cooper no podía faltar en esta reunión de “viejos leones”. En esta ocasión sí es fácil distinguir la peculiar voz del cantante, y se integra de maravilla con la melodía del tema. “Swing It” está asentada sobre un riff simplón pero efectivo, que dinamiza la canción y la convierte en un tema cañero y animado, muy al puro estilo rock ‘n’ roll.

El título de la canción es repetido innumerables veces en el estribillo y finaliza de golpe. Campbell decide, después de ponernos las pilas con este último tema, que el siguiente sea totalmente lo contrario, una pieza lenta a base de guitarra acústica y eléctrica pero sin abusar de distorsiones y una batería que marca, a ritmos suaves, la cuidada melodía de “Left For Dead”. Para esta canción, el galés contó con el vozarrón de Neville MacDonald, voz de la banda Skin.

Nick Oliveri, lo recordareis de Kyuss y Queens Of the Stone Age, protagoniza “Walk The Talk”, un tema más bien oscuro y punzante, de tonalidades graves y riffs sencillos. De hecho, esta última característica es la que convierte esta canción, al igual que el álbum, en una buena obra. El hecho de encontrar en la más absoluta simplicidad melodías pegadizas que encajen tiene tanto mérito como la obra más elaborada.

Otro que debía participar es el carismático Dee Snider, líder de Twisted Sister y, en definitiva, otro artista que no necesita presentación. Conocimos la canción “These Old Boots” el pasado 9 de agosto tras el estreno de su videoclip. Este enérgico tema cuenta, también, con la colaboración de Mick Mars de Mötley Crüe y Chris Fehn de Slipknot, un equipo de lo más curioso. Pero las mezclas extrañas no terminan aquí: “Dancing Dogs (Love Survives)” está interpretada por Whitfield Crane, de Ugly Kid Joe. Los riffs machacantes y una línea vocal plagada de ecos y efectos diversos, junto a la manera en que Crane arrastra las palabras, le da un toque casi grunge al tema.

Un grácil final

Llegamos a la cola del álbum con “Dead Roses”, protagonizada por Benji Webbe, en un registro diferente de lo que estamos acostumbrados con Skindred. La canción abre con unas iniciales notas de un piano que acaba sucumbiendo a la batería, que lo acompaña lentamente. Se trata de una canción tranquilísima y que anticipa, en cierto modo, el último tema. Este es “Tears From A Glass Eye”, una pieza de guitarra acústica que enzarza punteos y arpegios de principio a fin. Phil Campbell decide poner fin a su álbum así, sin colaboradores, solo él y su guitarra.

Dejando las comparaciones que se podrían hacer con sus otros proyectos musicales, Phil Campbell ha creado una obra que enfrasca la esencia del rock ‘n’ roll y muestra como este puede manifestarse en distintas formas. Nos queda claro, pues, que Phil Campbell y el resto de sus viejos leones sí siguen rugiendo y que no dudan en salir de lo que se consideraría su zona de confort para crear nueva y buena música.