Pattern-Seeking Animals es mucho más que un disco de rock progresivo, es un viaje a lo largo de nueve canciones elaboradas con cuidado, con cariño, en las que cada sonido y cada palabra tienen un por qué.

‘Pattern-Seeking Animals’ es el primer disco de la banda homónima creada por músicos ligados a Spock’s Beard, grupo de rock progresivo creado por los hermanos Neal Morse y Alan Morse a principios de los noventa. Hablo de Ted Leonard, cantante y guitarrista, Jimmy Keegan, batería y coros, Dave Meros al bajo y John Boegehold a los teclados.

La intención del grupo para este disco ha sido mantener el sonido lo más sencillo posible, sin abusar de complejos riffs o sobrecargar el sonido con varios instrumentos superpuestos interpretando melodías aceleradas. Todo es fluido en este álbum, desde las líneas vocales suaves y armoniosas, hasta los sintetizadores que crean atmósfera y nos acompañan en el suave transcurrir de las canciones. Un disco perfecto para escuchar como “música de fondo” en cualquier situación.

Magia desde la primera canción

El disco arranca con “No Burden Left To Carry”, canción seleccionada para ser el single de presentación de la banda. La canción arranca suavemente, con sonidos de sintetizador a los que poco a poco se le van uniendo el resto de instrumentos, logrando de esta manera una intro instrumental de más de un minuto hasta que aparece la voz de Ted Leonard. La canción cuenta con varios elementos típicos del rock progresivo, como melodías de teclados para acompañar casi toda la canción. Cada instrumento tiene su momento para lucirse, sin que ello haga que la melodía pierda fluidez y que la canción pierda ese aire de viaje que caracteriza a todo el disco. Estamos ante un tema de casi diez minutos muy variado y que uno no se cansa de escuchar.

“The Same Mistakes Again” tiene un aire totalmente diferente, con unos sintetizadores menos psicodélico y con una forma de cantar por parte de Ted Leonard que transmite mucho más sentimiento, como si de una balada se tratase, con un ritmo más lento y pausado, con una batería llevando el peso de la canción mientras el resto de instrumentos se intercalan para hacer sus partes.

“Orphans Of The Universe” vuelve a recuperar elementos más progresivos, con un inicio marcado por los sintetizadores y las guitarras distorsionadas. De nuevo estamos ante una canción de diez minutos en la que la voz tarda casi dos minutos en aparecer, pero cuando lo hace gana mucho protagonismo, sonando más aguda que hasta ahora y convirtiéndose en verdadera protagonista de la canción. De nuevo hacia la mitad de la canción hay una larga parte instrumental, en la que se incorporan varios sonidos, como el chascar de dedos, que le dan un punto muy interesante al tema. “No One Ever Died To Make Me King” es un tema de hard rock con el toque personal de la banda, relajado y haciendo las cosas con mucho esmero. Es el segundo single que han lanzado y personalmente me parece un temazo, muy animada, con un bajo muy marcado durante toda la canción y unos guitarreos macarras para darle fuerza.

Baladas y sonidos pegadizos

El disco continúa con otra balada, “Fall Away”, un tema precioso en el que Ted Leonard hace gala de su maravillosa voz, llevando el peso de la canción y mostrando una variedad de matices que no nos había descubierto hasta ahora. La melodía una vez más se mantiene muy simple, para servir de acompañamiento y no restar protagonismo a los elementos en primer plano. “These Are My Things” es otra canción con el sonido característico de la banda, suave y evocador, con unos de los mejores estribillos del disco. Es difícil describir qué tiene esta canción, pero es una de mis favoritas del disco, tal vez por los agudos de la voz en el estribillo, por esas estrofas largas y llenas de letra o por la sensación de canción de taberna que posee en ciertos momentos, el caso es que es una canción pegadiza y muy agradable de escuchar.

“We Write The Ghost Stories” es el tema más corto del disco, con tres minutos y veinte segundos de duración. Tiene también un toque de tonadilla de taberna pirata y por momentos parece como la segunda parte del tema anterior, lo que le da al disco un aire de continuidad o viaje con diferentes paradas. “No Land’s Man” es una canción maravillosa, alegre y evocadora. Comienza con unos silbidos y una melodía muy alegre que podría pertenecer perfectamente a una sitcom de los noventa, transmitiendo una sensación de que nada puede salir mal, de aventuras y de descubrimiento.

Lo mejor, para el final

“Stars Along The Way” es para mi la mejor canción del disco. Desde la intro a base de sintetizador, la voz suave de Leonard acompañandote poco a poco por ese camino iluminado por estrellas, las delicadas apariciones del bajo para aportar un toque diferente o la guitarra marcando acordes. Todo es magia en esta canción de diez minutos que se hace corta y que apetece escuchar una y otra vez.

Y con esto finaliza un disco que me ha parecido muy interesante y muy agradable de escuchar, como dije al principio, perfecto para escuchar en cualquiera de esos momentos en los que tu atención no debe estar al 100% en la música, como por ejemplo el trabajo o en el coche, ya que el heavy metal ha demostrado no ser la mejor opción para conducir. ‘Pattern-Seeking Animals’ cuenta con canciones muy variadas, que van desde baladas románticas hasta viajes psicodélicos, pasando por el hard rock setentero. Un verdadero viaje musical que se puede disfrutar una vez tras otra en bucle sin hacerse repetitivo.

Rubén Macías

Grupo:Pattern-Seeking Animals

Discográfica:InsideOut

Puntuación:8

Canciones:

  1. No Burden Left to Carry
  2. The Same Mistakes Again
  3. Orphans Of The Universe
  4. No One Ever Died And Made Me King
  5. Fall Away
  6. These Are My Things
  7. We Write The Ghost Stories
  8. No Land’s Man
  9. Stars Along the Way

Año:2019-07-05

Votación de los lectores:5