Pallbearer está de estreno. ‘Forgotten Days’ es su nuevo trabajo y el primero que publican bajo el sello de Nuclear Blast. Genialidad en su música y pasión en sus letras: todo en este disco grita Pallbearer.

A menudo los metalheads nos permitimos el lujo de decir que nuestra música es un fenómeno verdaderamente atemporal y ajeno a las modas. Nada más lejos de la realidad. Thrashers, blackers, los que solo escuchan death metal, los asiduos al stoner o los fans del power metal… algunas identidades parecen sagradas e inamovibles para los que tienen sus preferencias muy claras pero lo cierto es que el metal tiene sus propias tendencias. ¿O es que acaso no os acordáis de cuando salieron hordas de vikingos a mares gracias a Amon Amarth?

Salen nuevas formas de elitismo musical basadas en la reinvención de sonidos y estéticas. Como si de una forma de vida se tratara – y seguro que para algunos, lo es – todo se resume en la esencia del estilo en cuestión. Pensemos en Kadavar, o sin ir tan lejos, en 77, inspirados claramente por otras épocas. Pues bien, otra tendencia rescatada de los confines del pasado es  el misticismo y la oscuridad que rodean a pioneros como Black Sabbath y, dentro del doom metal – como es el caso de Pallbearer – revivir bandas como Pentagram, formaciones del ayer que cobran relevancia hoy.

Entre lo clásico y la novedad

“Forgotten Days” es un claro ejemplo del doom refinado que los de Arkansas llevan años practicando. Se trata de un sonido claramente identificable, un guiño a maestros del género como Candlemass, aunque pasándolo bajo el filtro de Pallbearer. Es decir, voces nada forzadas y fragmentos que sustituyen el tono oscuro del que se caracteriza esta música por otro mucho más suave, como pasa con el acompañamiento del solo de esta canción. “Riverbed” sigue por esta línea e incluso va un paso más allá, pues hay características que no se suelen ver en bandas de dicha índole. Así se suceden las estrofas, en lo que no queda demasiado claro si es doom, una balada o rock progresivo, algo que ya se vio en trabajos anteriores, como el ‘Heartless’. Parece que los punteos a la guitarra que tanto destacaron en “Love You To Death” o “I Saw The End” están de vuelta en “Stasis”, que se ayuda de sintetizadores para crear un tema totalmente atmosférico. En este sentido, la calidad es innegable.

“Silver Wings” da para mucho. Doce minutazos de melodías lentas, pesadas y absorbentes. En “The Quicksand Of Existing”, en cambio – y, menos mal – hay más dinamismo, más ritmo. Se encuentra lejos de aplacar el ánimo. Al final una se da cuenta de que es uno de los cortes más poderosos del disco, así que rápidamente se puede concluir que la potencia, precisamente, no es algo que le sobre en este trabajo.

Ojalá se pudiera decir que los tres cortos restantes son iguales. Resulta que lo único que se desprende a raudales es emotividad, dramatismo. Y no es que sea poca cosa, pues transmitir sentimientos sin apenas articular palabra es todo un don y uno de los objetivos de cualquier músico. Se trata, simplemente, de composiciones profundas en su significado pero lights en su sonido. Por tanto, llamar doom a “Vengeance & Ruination”, “Rite Of Passage” y “Caledonia” puede sonar un tanto pretencioso.

A su manera

Los chicos de Pallbearer anuncian este disco como algo que “cualquier fan de la banda amaría”, y no mienten. ‘Forgotten Days’ resume en ocho temas el sonido único de la formación estadounidense. Se trata de un trabajo que combina metal y psicodelia a la perfección, dando como resultado uno de los álbumes más resultones de su carrera.

Marina Salcedo

Grupo:Pallbearer

Discográfica:Nuclear Blast

Puntuación:7

Canciones:

  1. 1. Forgotten Days
  2. 2. Riverbed
  3. 3. Stasis
  4. 4. Silver Wings
  5. 5. The Quicksand Of Existing
  6. 6. Vengeance & Ruination
  7. 7. Rite Of Passage
  8. 8. Caledonia

Año:2020-10-23