El decimotercer disco de Oomph! no hace más que confirmar su evolución hacia terrenos melódicos, el cual ya es habitual desde hace unos cuantos años y discos, en detrimento de su metal industrial primigenio. Los amantes de su época inicial deben seguir esperando su turno.

La banda liderada por Dero Goi es representante de ese conjunto de formaciones infravaloradas por público y crítica. Después de 30 años de carrera el grupo germano sigue perteneciendo al mundillo underground (a excepción de en su Alemania natal), siendo una total desconocida para muchas nuevas generaciones de amantes del metal, esas que son fans acérrimos de Rammstein, y portan el logo de los creadores de “Sonne” o “Du Hast” tatuado en su piel.

El movimiento Neue Deutsche Härte (que significa ‘nueva dureza alemana’) fue iniciado en los años 90, y tiene como principales características musicales el uso de una voz barítona, ritmos de batería muy marciales, guitarras altamente distorsionadas en tesituras graves o utilización de teclados y samplers. Y fue Oomph! con su disco de 1994 ‘Sperm’ el que inauguró y abrió la veda de la unión entre metal y electrónica, que tan productiva fue y tantos grupos obsequió en el país teutón.

Como la gran mayoría de grupos del estilo, han progresado hacia terrenos donde la melodía premia frente a la rigidez de sus primeras composiciones, añadiendo diferentes pinceladas tanto del mundo gótico como del rock alternativo. Esto ha hecho, como viene siendo habitual, que varios de sus antiguos fans se bajen del barco, vanagloriando sus hitos pasados. Pero los cambios siempre traen riesgos, sino que se lo pregunten a Metallica o Bring Me The Horizon.

Una de las grandes curiosidades de Oomph! es el hecho de que oficialmente la formación sigue siendo un trío, en donde Dero Goi es cantante y batería, Andreas Crap tiene rol de guitarra solista y teclista, mientras que Robert Flux se encarga de guitarra rítmica, samplers, bajo y coros (¿alguien da más?). Por supuesto esto repercute a que la cantidad de músicos contratados para llevar a cabo sus directos sea exageradamente elevado. Supongo que algunos prefieren tener trabajadores a sueldo antes que perder su esencia en estudio.

Que empiece el ritual

El disco se inicia con el sonido de una avioneta, que precede al arranque mediante un riff con mucha herencia groove, para luego llegar al sempiterno juego de estrofas con guitarras entrecortadas que da pie al mejor estribillo de todo el álbum. “Tausend Mann Und Ein Befehl” es el segundo single de este ‘Ritual’, primer videoclip del mismo, y tiene madera de hit. No desentonaría en absoluto en las emisoras de radio de ADN rockero dentro de su parrilla, aunque eso (al menos aquí en España) no pasará.

El segundo corte “Achtung, Achtung” ya tiene un aire mucho más industrial, donde los teclados ya cogen una importancia superior y la voz más grave recuerda sobremanera a Till Lindemann. Los coros principales contrastan con su bonita melodía con el resto de la composición, mucho más rígida y áspera. El primer adelanto “Kein Liebeslied” continúa un poco el aura anterior, con la diferencia de aquí no hay espacio para estribillos melodiosos, y todo se basa en baterías simples marcando el compás, voces vacilantes y un tono oscuro y tenebroso, con el que definitivamente ya nos metemos de lleno en el mundo del metal industrial del siglo XXI.

El inicio de “Trümmenkinder” me recuerda en parte a aquel célebre “Links 2, 3,4” de sus compatriotas Rammstein, con su tono totalmente marcial de entrada para converger en otro muro de sonido a base de power chords ultra distorsionados. Una de las canciones más inspiradas de todo el disco donde todo está en su sitio: grandes guitarrazos, grandes voces, grandes teclados con ese sonido chorus tan propio del estilo. Aquí no hay lugar para el virtuosismo,  ni falta que hace.

Potencia alemana

La colaboración con el cantante Chris Harms, del grupo gótico Lord Of The Lost, es la principal característica de “Europa”. Un tema que pasara bastante desapercibido entre los dos titanes que le rodean, debido a que la siguiente (tercer y último single de ‘Ritual’) “Im Namen Des Vaters” es de las composiciones más pegadizas y logradas del plástico. Con un aire muy gótico, se puede encontrar mucha similitud con algunas tonadas actuales de la banda portuguesa Moonspell.

A partir de aquí se puede decir que el nivel decae bastante. Podremos encontrar detalles interesantes en esta cara B del disco, pero muy lejos de lo escuchado hasta el momento. La controvertida “TRRR-FCKN-HTLR” con su porte 100% electrónico, y “Lass’ Die Beute Frei” levantan los ánimos, en un tramo donde las revoluciones se bajan de manera alarmante, jugando (quizá en demasía) con canciones de tempos bajos y mucha línea vocal pegajosa.

En resumen, interesante nuevo lanzamiento de Oomph! – Ritual, muy en concordancia con las actuales cánones del metal industrial, donde el punto accesible y comercial siempre es una ventaja y no un inconveniente. La banda de Wolfsburgo ya lleva tiempo en el bando de Marilyn Manson, Rob Zombie o los actuales In This Moment, llamando a las puertas del sonido mainstream, aunque por ahora sin llegar a despuntar de manera masiva fuera de las fronteras de su país. Quizá algún día llegue su momento.

Jano Carbia

Grupo:Oomph!

Discográfica:Napalm Records

Puntuación:7

Canciones:

  1. Tausend Mann und ein Befehl
  2. Achtung! Achtung!
  3. Kein Liebeslied
  4. Trümmerkinder
  5. Europa (feat. Chris Harms)
  6. Im Namen des Vaters
  7. Das Schweigen der Lämmer
  8. TRRR – FCKN – HTLR
  9. Phönix aus der Asche
  10. Lass’ die Beute frei
  11. Seine Seele
  12. In der Stille der Nacht (Bonus Track)
  13. Lazarus (Bonus Track)
  14. TRRR – FCKN – HTLR (Lord of The Lost Remix) (Bonus Track)

Año:2019-01-18

Votación de los lectores:5