Obituary: Dying Of Everything
El estilo de Obituary es el que es, no hay que esperar sorpresas, de lo contrario decepcionará. Pero sí se puede observar entre líneas ciertos detalles que complementan su habitual puesta en escena.
Es un hecho indiscutible que la irrupción de Obituary a finales de los ’80 con ‘Slowly We Rot’ (1989) y ‘Cause Of Death’ (1990), supuso un tremendo impacto y puso a la banda de Florida a la vanguardia del death metal puro y duro, sin los aditivos que posteriormente añadirían otras formaciones. Algo lógico si tenemos en cuenta que el metal extremo se estaba expandiendo como una nueva forma de expresión musical. En el fondo, Obituary fueron víctimas de su propia idiosincrasia porque los límites de su propuesta no iba a permitirles futuras experimentaciones ya que, cuando se salieron de sus dogmas, no acabaron de convencer.
De modo que, la trayectoria de Obituary fue de más a menos, hasta llegar al punto de desaparecer de las escena durante un tiempo. Su regreso en los primeros años del nuevo milenio fue irregular hasta que en 2014, ya con la formación actual, es decir, los tres componentes originales, John Tardy, voz; Trevor Peres, guitarra rítmica y Donald Tardy, batería, además de Terry Butler, bajo y Kenny Andrews, guitarra solista, publicaron ‘Linked In Blood’, al que siguió en 2017 ‘Obituary’. Dos grabaciones que, de alguna forma, significaron una nueva etapa que se amplía seis años después de su última obra con ‘Dying Of Everything’.
Una producción que engrandece el sonido
Este nuevo período se caracteriza por tratar de conseguir una producción lo más cuidada posible en sus propios RedNeck Studios, repitiendo con Joe Cincotta en la mezcla, y con Mark Prator como ingeniero, con la intención de engrandecer su sonido lo mejor posible. Y es que, si algo destaca en ‘Dying Of Everything’ es la contundencia, a la vez que transparencia, con la que suenan los instrumentos, consiguiendo así que sus composiciones tengan la turbiedad necesaria pero con una magnífica definición.
En consecuencia, se disfruta de un sonido que no por reconocido deja de ser impactante, sobre todo gracias a dos aspectos principales, producción aparte. Uno, es la constante presencia de unos riffs cuya rocosa robustez escapa a toda imaginación hasta que se siente su presión; y otro, el descomunal vozarrón de John Tardy, repartiendo gritos, gruñidos y alaridos con su, más que nunca, cavernoso registro, tan espeluznante como ver una película de terror.
De entrada, arrasan con una pieza veloz como “Barely Alive”, donde se puede disfrutar de las aportaciones solistas de Kenny Andrews y la contundencia de la batería de Donald Tardy. Y, me atrevería a insinuar de la presencia de algún guiño a Slayer (no será el único).
El momento clave del álbum
Acto seguido, nos encontramos con la pieza clave del álbum, “The Wrong Time”, con un enfoque no tan oscuro como es su costumbre y con un riff de los que se queda en el cerebro a las cuatro escuchas, demostrando que Trevor Peres aún puede “sacar petróleo” partiendo de lo básico.
A partir de aquí el álbum entra en una dinámica invariable pero absorbente, con los vigorosos riffs dominando la atmósfera, la batería manteniendo su firme pegada, la voz añadiendo pavorosos registros, los solos apareciendo de forma esporádica y el bajo respirando desde el inframundo, tal como se puede oír en la cadenciosa “Without A Conscience”.
Seguir mencionando el contenido del resto de canciones sería repetir conceptos. En todo caso, comentar que “War” cuenta con efectos bélicos, voces apocalípticas, un muy buen trabajo solista y un interludio de segundos de guitarra acústica; “Dying Of Everything”, tiene una entrada de batería significativa y un fondo de guitarra cuyo riff parece un motor al ralentí, un pequeño punteo del bajo, así como un solo de guitarra con cierto sentimiento, mientras que “My Will To Live” muestra ciertas connotaciones épicas.
No se puede negar que a medida que van pasando las canciones la sensación es de cierto cansancio por la redundancia de las formas. “By The Dawn” con el aporte solista de David Austin guitarrista de Nasty Savage, mantiene los mismos esquemas, al igual que “Weaponize The Hate” y “Torn Apart”, esta última con una interesante parte final de compenetración entre batería y guitarra.
Al llegar el cierre con “Be Warned” con su lentitud y poso melancólico, la percepción que queda es la de estar ante una grabación que deja constancia de que las aptitudes acostumbradas de Obituary que en tiempos atrás marcaron tendencia, en la actualidad pueden llegar a fatigar por previsibles. Aunque, no por eso hay que restarle méritos al contenido ya que, posiblemente, se trate de uno de sus mejores trabajos de los últimos tiempos.
Locky Pérez
Grupo:Obituary
Discográfica:Relapse Records
Puntuación:7
Canciones:
- Barely Alive
- The Wrong Time
- Without A Conscience
- War
- Dying Of Everything
- My Will To Live
- By The Dawn
- Weaponize The Hate
- Torn Apart
- Be Warned
Año:2023-01-13
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