NorthTale: Welcome To Paradise

Impresionantes solos de guitarra, pura melodía y potencia, una voz de lo más completa, ritmos incombustibles y estribillos pegadizos son la fórmula de este gran álbum debut que anuncia a una banda que, definitivamente, sabe lo que hace.

Cada vez que nace un supergrupo, las expectativas están altas. En esta ocasión, se superan con creces. NorthTale es un nuevo proyecto de la mano de Christian Eriksson (voz), Bill Hudson (guitarra), Mikael Planefeldt (bajo), Jimmy Pitts (teclado) y Patrick Johansson (batería). Se trata de un equipo de titanes que vienen a demostrar de lo que son capaces con su impresionante álbum debut ‘Welcome To Paradise’, una muestra de puro talento, experiencia y una gran maestría técnica. Toda una demostración de lo que es un álbum de power metal.

NorthTale presentan un debut sorprendente

La homónima «Welcome To Paradise» es la encargada de abrir el álbum con un estilo clásico dentro del power y de lo más completa. Pura melodía por parte de la voz, algún teclado y riffs de guitarra que se complementan con el ritmo veloz de la batería. Si a todo ello le sumas un pegadizo estribillo, tienes todo un temazo de power en tus manos. A continuación suena «Higher», con una estructura menos evidente que la anterior pero igualmente efectiva. La voz conduce la melodía de la canción acompañada por las afiladas guitarras y la incombustible percusión. El solo de esta canción cuenta con un sonido clásico y juega con la velocidad a dos voces creando un gran efecto melódico.

La siguiente canción, «Follow Me», juega con velocidades cambiantes creando un efecto ameno y expectante. Los juegos tonales de la voz dejan ver la gran capacidad con la que cuenta el registro de este sorprendente vocalista. Se trata de una canción destacable dentro del álbum si se busca algo diferente a una velocidad imparable y se prefiere un sonido más variado. «The Rhythm Of Life» tiene una sencillez clásica que se sale de los ritmos veloces y juega más con la melodía y un sonido nostálgico más calmado. Busca una forma diferente de transmitir, a través de sensaciones y no de pura velocidad, y se trata de una apuesta totalmente acertada para los directos.

Desbordando melodía, potencia y destreza técnica

«Time To Rise» retoma los riffs afilados sin perder el punto nostálgico gracias a la melodía vocal y a los coros que la acompañan. El imponente solo de guitarra de esta canción es especialmente destacable por su habilidad técnica. Continúa el álbum con «Way Of The Light», una poderosa balada con un sonido pesado e intenso que te atrapa con sus hilos melódicos por parte de la guitarra y sus preciosos juegos vocales. Vuelve la tralla sin tregua posteriormente con la imparable «Shape Your Reality», más simple, veloz y visceral, pero en un sentido totalmente positivo. De hecho, tiene uno de los solos más llamativos del álbum.

Dejando a un lado el sonido más clásico, se modernizan con «Everyone’s A Star», con un toque más actual y un ritmo más pausado. A pesar de tener una estructura y una composición sonora pegadiza y que entra con facilidad, peca de simpleza en comparación con las canciones anteriores. De todos modos, teniendo en cuenta el mensaje de la canción, probablemente sea su finalidad a modo de parodia. Sacan de nuevo su mejor faceta con «Siren’s Fall», con un sonido clásico y un ritmo veloz acompañado por las afiladas guitarras y la melódica voz. «Bring Down The Mountain» es la muestra de la impresionante capacidad vocal de Christian Eriksson, que se pone al límite demostrando todo lo que puede ofrecer. A pesar de la impresionante base instrumental de esta canción, Eriksson es el inevitable protagonista.

Llegando casi al final del álbum nos encontramos «Playing With Fire», donde la voz cede el protagonismo a la guitarra, especialmente al comienzo de la canción y en la segunda mitad, donde destaca por su impresionante talento compositivo e interpretativo. Tampoco se queda corto en «If Angels Are Real», donde vuelve a destacar de nuevo con una presencia principal casi total compartiendo protagonismo con los agradables juegos vocales de los estribillos. La canción encargada de despedir este fantástico álbum es «Even When», una preciosa y sencilla balada donde la voz muestra tonalidades más graves de lo habitual en una agradable melodía vocal acompañada por diversos elementos sonoros. Un final sencillo y emotivo para un álbum impresionante.