Nickelback: Get Rollin’
Nickelback nunca ha fingido ser creadores del hilo negro. No será una banda recordada por concebir o reinventar un sonido. Queda claro que después de diez discos, la banda oriunda de Canadá, sin duda, sigue siendo una potencia comercial y que lo suyo es dedicarse a complacer a sus fieles seguidores a base del mismo sonido.
Nickelback ha mantenido la misma alineación desde el ya lejano año del 2005 cuando lanzaron ‘All The Right Reasons’. Con ello han sostenido el rumbo de su destino y han tomado el toro por los cuernos para conseguir una sucesión de álbumes brutales y desgarradores. Durante mucho tiempo se han establecido en la industria musical con su propio sonido. Han conseguido un par de himnos notables estimulados por la vigorosa voz desapacible de Chad Kroeger. Esos son ellos, eso es Nickelback.
Pequeños detalles
Lo curioso es que estos, ya no tan jóvenes, Nickelback se niegan a ser queridos o amados, es difícil de volverse un ferviente fanático de ellos. A Kroeger nunca le ha interesado y nunca se ha esforzado por agradar a las multitudes. Actualmente, y en la nueva industria musical de las plataformas y redes sociales, sin esos condimentos es complicado tener exposición de un proyecto en diversos terrenos y significa que se dan pocas oportunidades para despegar a niveles más atractivos. Una banda que afirma ser el undécimo acto más vendido de todos los tiempos podría haber desarrollado más ese pequeño detalle.
‘Get Rollin’’, al igual que otros trabajos de los canadienses, también está saturado de canciones catárticas, emocionantes y turbadoras. En el nuevo trabajo discográfico está la extraordinariamente comercial «Skinny Little Missy», que se merece mucha atención para no descartarla de los himnos mencionados con los que ya cuenta la banda.
El lastimoso canto en «Those Days» suena mediano a lo que pudo haber sido; comparándolo con el cambio de ritmo en lo gélido que resulta «Tidal Wave»; «High Time», que parece fue creada para destaparse con un Jack Daniel´s y un porro encendido para dejarse llevar por la magia de las cuatro veinte de la mañana; la iniciación maravillosa de «Horizon» también es de destacarse.
La presea del disco deslumbra desde el momento en que le dan “play” y comienza “San Quentin” con los tamborazos tormentosos de Daniel Adair y una dosis suprema de guitarras sacadas del libro de jugadas de Nine Inch Nails con el plus de Kroeger gruñendo y dándole textura a la melodía de forma ambiciosa.
Nada de complicaciones
Después de todo, hay temas en ‘Get Rollin’’ que no habrían sonado tan mal o tan fuera de lugar en su debut de la década de los noventas, específicamente en 1996 con el nostálgico ‘Curb’. Pero eso es desperdiciar el tiempo y alejarse del tema por completo. Más significativo aún, sería perderse la emoción que es ‘Get Rollin’’ y desaprovechar la energía que esgrimieron los de Canadá con su ausencia forzada para ponerse a trabajar en la elaboración de un álbum cargado de lo que ya sabemos.
Sin que se malinterprete la acotación redundante; ‘Get Rollin’’ está diseñado para satisfacer a su base de fanáticos (eso no está mal) en lugar de captar admiradores nuevos o intentar atrapar aquellos adictos novatos que aceptan todos los algoritmos del Spotify. Y, eso de crear algo para sus apasionados seguidores, lo han logrado por completo.
Nickelback no es un negocio tan complicado después de todo. No son Metallica o no pretenden ser The Rolling Stones. ¿Por qué deberían hacerlo complicado? Al igual que con sus nueve álbumes anteriores el concepto y el sonido están ahí y siguen funcionando.
Tim Drake
Grupo:Nickelback
Discográfica:BMG
Puntuación:6
Canciones:
- San Quentin
- Skinny Little Missy
- Those Days
- High Time
- Vegas Bomb
- Tidal Wave
- Does Heaven Even Know You’re Missing?
- Steel Still Rusts
- Horizon
- Standing In The Dark
- Just One More
Año:2022-11-18
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