Myrath: Shehili

Myrath es ese tipo de banda que nos hace viajar a través de su música. Túnez no ha destacado por ser la cuna del heavy metal ni mucho menos, pero puede presumir de haber forjado un grupo diferente que se aleja de los clichés de las bandas de metal.

Con su anterior “Legacy”, los escenarios del mundo se abrieron para los tunecinos Myrath. Sin ir más lejos, España ha recibido a Myrath en los últimos años en varias ocasiones. Ya sea como teloneros de Epica o Symphony X, en varios festivales como el Download Festival o el Ripollet Rock, e incluso con su propia gira como cabezas de cartel.

Pero para seguir manteniendo esa expectación, era necesario publicar un nuevo disco de estudio. “Shehili” es la nueva entrega de Myrath y en la que vuelve a reivindicar su calidad dejando a un lado todas las etiquetas que nos vengan a la mente. Es injusto encuadrar a la banda en el oriental metal o en el metal progresivo a secas. Sí; sus influencias salen a relucir en varias ocasiones, pero están muy lejos de ser un refrito de grupos ya conocidos por todos. Su personalidad se impone en cada una de las canciones de este nuevo trabajo.

Otro paso firme en su carrera

Ahora es cuando el nombre de Myrath se hace más fuerte y popular, pero su carrera está cerca de las dos décadas de duración. Y ese palmares se siente a la hora de escuchar la madurez y la calidad interpretativa nada más comenzar con “Born To Survive”. Sus seguidores ya están acostumbrados, pero los que escuchen por primera vez a Myrath se sorprenderán con la calidez vocal de Zaher Zorgati. Una mezcla de la sensibilidad de Roy Khan y la potencia de Russel Allen, pero manteniendo una tonalidad y unos quiebros vocales muy genuinos.

Cuando escuchamos “You’ve Lost Yourself” o “Wicked Dice” nos percatamos de que los arreglos orquestales de música tunecina y norteafricana que se incluyen, no enmarañan el protagonismo de las guitarras. Myrath demuestra una facilidad ilimitada para escupir melodías y solos de bandera, y los arreglos están para completar, no para sustituir. Tienen la lección aprendida, y la épica de “Mersal” o la robustez de “Monster In My Closet” no la consiguen a base de orquestaciones grandilocuentes que desvían la atención de una buena composición de heavy metal.

Porque al fin y al cabo, Myrath es una banda de heavy metal con todas las de la ley. Melódica a más no poder, con tecnicismos instrumentales en su justa medida, y con muchas características que los hace diferentes. “Darkness Arise” o “Illi Twil” son cortes en los que encontramos todo lo que nos gusta del género. Y además, suena natural y orgánico. De hecho, las grabaciones de este álbum se han registrado en Alemania, Túnez y Francia, y de las mezclas se han hecho cargo tres productores: Kevin Codfert, Eike Freese y Jens Bogren. La calidad de las canciones de este disco merecían este trato tan exquisito.

Imágenes de cine en su música

Lo más interesante de “Shehili” o de cualquier trabajo anterior de Myrath es la facilidad con la que recrean imágenes cinematográficas en nuestra mente a través de sus canciones. Como si estuviéramos escuchando una banda sonora con guitarras eléctricas de Lawrence de Arabia, Prince Of Persia o cualquier película en la que un desierto árabe es el paisaje dominante.

Ejemplo de ello es “No Holding Back” o su primer single “Dance”, en la que relata la historia de un bailarín sirio que optó por seguir bailando a través de ruinas y tumbas ante las amenazas de ISIS. Claro que los videoclips que estrenan (hipermegaproducidos, hay que reconocer) nos invita a movernos entre arenas desérticas y nubes de polvo. Si su anterior “Legacy” ya obtuvo la necesaria justicia musical, estamos casi seguros que con “Shehili” seguirán expandiendo su música a otros niveles.