My Dying Bride: The Ghost Of Orion

‘The Ghost Of Orion’ es el apabullante resultado de que cuando todo está saliendo mal y tiene que salir mal, llega el momento de sobreponerse a esas situaciones y conseguir reconducir todo hacia donde se merece el esfuerzo realizado.

Una demostración de garra, resistencia y profesionalidad. El álbum nº 13 de una banda como MDB tenía que nacer de la forma que lo hizo: surgiendo del mayor de los abismos imaginables.

Desvelando el enigma

My Dying Bride logran hacer un disco de una calidad innegable desde los primeros acordes de “Your Broken Shore” lánguida y triste, en la que Stainthorpe, cantando como siempre, transmite como nunca y desconocer las circunstancias que le rodearon como persona mientras se gestó este trabajo no afecta para intuir que un camino de rosas no fue…

La presencia nostálgica y melancólica de las partes de violín ponen ese punto que la banda estaba buscando para este disco, “To Outlive The Gods” y “Tired Of Tears” mantienen esa atmósfera de enorme lamento sobre el que la base rítmica y sobre todo el diálogo entre guitarras hacen que la forma de cantar de Stainthorpe se acerque más a una plegaria que a una canción.

La globalidad en la gestación de este trabajo tenía que aparecer ya desde el momento anterior a que la aguja acaricie el vinilo y así, el ambiente del disco, se transmite ya en la portada, enigmática y con un punto de romanticismo, una idea de Stainthorpe que Eliran Kantor supo llevar hasta esa genialidad visual.

Estar mirando la portada mientras suena “The Solace” puede llevar a alcanzar un estadio superior, esa voz femenina suple la ausencia de Aaron porque tenía que ser así, la profundidad de la voz de Stainthorpe habría anulado esta maravilla sonora que prepara para el crescendo que es “The Long Black Land”, quintaesencia del sonido de ‘The Ghost Of Orion’ donde la banda está más doom que en ningún pasaje hasta ahora del disco, diez aplastantes minutos que se harán cortos de una forma increíble.

…Como lágrimas en la lluvia…

El título del disco llega en forma de un susurro, “The Ghost Of Orion” ya cae de lleno en la más oscura tristeza y va a dar mucho juego en directo pues tiene una construcción perfecta para iniciar sus conciertos, preparándote para esas atmósferas nada festivas ni coloridas que llenan este nuevo trabajo de My Dying Bride. Un tema que preparará a la audiencia para la nueva comunión con la banda.

La parte final queda ya instalada, sin paliativos ni contemplaciones, en la cara más lacrimosa del grupo y está pensada para el ritmo del corazón de quien está escuchando el disco, vaya bajando poco a poco y comprender de una vez por todas que ‘The Ghost Of Orion’ es una celebración, pero no de la alegría sino de la dureza que a veces la vida puede tener.

“The Old Earth” recoge al oyente desde lo más insondable y dándole una gélida mano le eleva hacia la luz, pálida y tenue, pero luz que ilumina todo este maravilloso disco. Tristeza, lamento, furia, rabia… invencibles frente a la adversidad. Otra vez una larguísima composición, más de diez minutos, que logran poner en los oídos todo un catálogo de emociones.

¿Y cómo van a terminar esta letanía?… Pues así, franqueando el paso a una enorme catedral llamada “Your Woven Shore” en la que por primera vez aparece la constancia de que pululando por todo el disco está la esperanza de que todo va a ir mejor. Falso lamento vocal, engañosa tristeza sonora, corta como la vida misma y con un final que como la muerte, llega de golpe y sin avisar.

My Dying Bride no es que resurjan de sus cenizas con ‘The Ghost Of Orion’, es que salieron indemnes del infierno interior por el que tuvieron que pasar y volviendo a nacer enseñan con este trabajo algo más que un atisbo de cómo fue ese arduo camino.

Imprescindible, ahora es el momento de saborearlo otra y otra y otra vez.