Motionless In White siguen dando rienda suelta a su infinita mezcla de influencias y sonoridades en un 'Scoring The End Of The World' que supone todo un grito de dolor, pasión y rabia a un mundo que, cada día, está más en llamas.

Sin duda alguna Motionless in White es una de esas bandas que, tanto por su estética como por su en ocasiones casi imposible mezcla de géneros musicales, despierta entre la audiencia tantos seguidores como detractores. Y es que, al final, los de Pensilvania en esto de levantar pasiones son unos expertos, especialmente por parte de su carismático líder, Chris ‘Motionless’ Cerulli.

Después de su quizás más personal trabajo hasta la fecha, su anterior ‘Disguise’, lo cierto es que los estadounidenses podrían haber seguido muchos de los caminos que se abrieron con él. Pero gran parte de su éxito reside en su diverso catálogo de influencias como han hecho a lo largo de su carrera desde ‘Creatures’ hasta ‘Graveyard Shift’, pasando por sus célebres ‘Infamous’ y ‘Reincarnate’, y que aquí se reúnen sin ningún tipo de pudor ni tabú.

Canciones para el fin del mundo

El disco arranca con la pegadiza «Meltdown», absolutamente marca de la casa, plagada de sintetizadores, poderoso estribillo y un aura industrial que tan bien conjuga con la textura vocal de Chris. En «Sign Of Life» entran en juego el abanico de registros vocales e influencias que definen el sonido de la banda. Su vertiente más cercana al synthwave saca todo su potencial en una notable «Werewolf» que se mueve por derroteros más comerciales y melódicos pero a la que no le falta ni un ápice de fuerza.

Si algo caracteriza a los estadounidenses es su capacidad de conectar con el lado más emocional de ellos mismos y de quienes les escuchan, siendo cortes como «Porcelain» un perfecto ejemplo de ello. Un demoledor medio tiempo que encuentra, no en vano, sus pequeños destellos de rabia. «Slaughterhouse» contiene, probablemente, algunos de los tempos más agresivos de toda su carrera, a los que contribuye la desgarradora voz de Bryan Garris de Knocked Loose, toda una carnicería eléctrica plagada de breakdowns con las guitarras de Ryan Sitkowski y Ricky Olson perfectamente afiladas.

Brusco cambio el que presentan con «Masterpiece», un título que le viene como anillo al dedo, en el que vuelven a explorar su faceta más emotiva y melódica, dejando en el camino semillas de dolor y rabia en cada grito de Chris. Y en una tesitura parecida podemos añadir la delicadeza de «Cause of Death». Los estribillos pegadizos y sonidos más próximos al metal industrial surgen de nuevo de la oscuridad con la hímnica «We Become the Night» que bien seguro no faltará en ninguno de sus próximos directos. Esa rabia a ratos contenida a ratos desatada tan característica en ellos se apodera de su sonido en «Burned at Both Ends II».

Y de repente, casi sin esperarlo, como un violento puñetazo en toda la cara, llega el turno de la agresiva y veloz «B.F.B.T.G.: Corpse Nation» que, eso sí, sabe jugar sus cartas de todo lo que uno puede esperar de una composición de metalcore: una voz capaz de escupir odio, un estribillo que se apodera de tu cabeza en la primera escucha y una base rítmica aplastante con la firma del bajo de Justin Morrow y la batería de Vinny Mauro. Y poco se puede decir de «Cyberhex», primer adelanto del álbum, no por casualidad, impregnado de un aura prácticamente cinematográfico en su composición y producción, que define con mucho acierto que es y a que suena Motionless in White, con Lindsay Schoolcraft aportando su granito de arena.

Amor, dolor, pasión y rabia

Una nueva colaboración, algo habitual en su trayectoria, se suma al conjunto con la participación de Caleb Shomo de Beartooth en la juguetona «Red, White & Boom», con un ritmo absolutamente demoledor, pegadizo y vívido que sería capaz de resucitar a cualquier cadáver. Y es que esto es algo que también está en la personalidad de la banda, sonidos industriales, metal y terror, mucho terror. El punto final lo marca, de forma brillante, una «Scoring the End of the World» con el compositor australiano Mick Gordon uniéndose a la fiesta. Un dulce punto final tras el que uno se queda fácilmente con ganas de volverle a dar al play.

Y todo esto, que es mucho, es lo que ofrece este nuevo capítulo discográfico de Motionless in White. Un ‘Scoring The End Of The World’ que sirve como azote sonoro a la infinidad de problemas políticos y sociales que, desgraciadamente, se apoderan del ser humano en estos tiempos de despiadada y triste inhumanidad. Un grito por el cambio al que se volverán a unir las voces de todos sus seguidores, que no son precisamente pocos. Y con razón.

Lluís García

Grupo:Motionless In White

Discográfica:Roadrunner Records

Puntuación:7

Canciones:

  1. Meltdown
  2. Sign Of Life
  3. Werewolf
  4. Porcelain
  5. Slaughterhouse (feat. Bryan Garris)
  6. Masterpiece
  7. Cause of Death
  8. We Become the Night
  9. Burned at Both Ends II
  10. B.F.B.T.G: Corpse Nation
  11. Cyberhex
  12. Red, White & Boom (feat. Caleb Shomo)
  13. Scoring The End Of The World (feat. Mick Gordon)

Año:2022-06-10