Curse Of Existence

La banda de deathcore / metalcore surgida de Troy, Ohio, Miss May I, en cinco años no había hecho ni el mínimo intento por asomarse a dar pistas de que seguían ideando cosas interesantes para sus sectarios. Casi un año después de los tiempos del pandemónium llegan a hacerse notar con algo llamado: ‘Curse Of Existence’.

Miss May I se tomó un descanso entre su sexto álbum, ‘Shadows Inside’, y su séptimo álbum; sin embargo, a pesar de todo el éxito que han tenido con sus trabajos previos, no se dedicaron a descansar, se pusieron a trabajar y empiezan a experimentar en otros terrenos para lo que parece un futuro brillante para la banda y su legión de seguidores.

‘Curse Of Existence’ tiene diez portentosas canciones encajadas a la perfección en menos de cuarenta minutos, tiempo suficiente para darse un banquete de rabia y demencia sonora. Para los que pensaban que la banda había perdido experiencia o que la ausencia de los reflectores les afectaría, deberán pensarlo detenidamente de nuevo.

La voz fermentada y majestuosa de Levi Benton es lo más destacable y se nota desde que se le pone play al álbum, la voz de Levi Benton es lo primero que suena al escuchar el tema de iniciación “A Smile That Does Not Exist”. La banda puede estar tranquila con la producción, el sonido finalmente les hace justicia y se alejan de lo comúnmente celebrado como metalcore, pero este álbum deja en evidencia que lo suyo, su sonido real, se ladea más por el lado del deathcore.

Tiempos de experimentar

Para sus seguidores esto será sano, para los que principiaran a descubrirlos será una bomba de goce auditivo. Una gran cantidad del viejo metalcore tiende a caer más en el metal melódico, las bandas suelen hacerlo (o solían hacerlo) amigable para las cuestiones de la vieja radio y los programas de videos musicales. Obviamente, en la actualidad, eso ya no es pretexto o representa algún problema para los artistas, menos para Miss May I.

Es de destacar que eligieran «Earth Shaker» para ser de las primeras canciones en el disco, se nota que la banda indagaba con hacer algo un poco diferente a lo trabajado, se les nota la intención de alejarse de lo que ya se ha hecho, y se nota que debían hacerlo notar desde las primeras melodías. Benton se da el lujo de tantear y experimentar suerte con las voces del metal melódico, lo mismo consigue cuando experimenta en las voces del deathcore; inclusive, parecería que quieren conjeturar las nuevas armas de inmediato con las primeras dos canciones del disco.

Definitivamente hacer este tipo de estrategias no es un juego para solo diferenciar las dos canciones, sino que también mantiene las cosas frescas para la banda desde el inicio y encamina el sonido que se disfrutara durante todo el ‘Curse Of Existence’.

Las guitarras de B.J. Stead y Justin Aufdemkampe son fundamentalmente lustrosas en este disco, el bajo de Ryan Neff y su aporte en la segunda voz lucen en los instantes apropiados. La producción es impecable, eso por obviedad le da a cada musico la oportunidad de destacar y brillar en sus respectivos minutos.

El ritmo de ‘Curse Of Existence’ en particular es muy bueno. Las canciones nunca se ralentizan ni un segundo, y cada una tiene su razón de ser y de existir en el disco, cada canción elegida sabe por qué necesita estar ahí. Los tiempos de ejecución de las canciones no se aprecian exorbitantemente largos, por lo que el álbum no se arrastra y se mantiene fresco todo el tiempo.

Nuevos horizontes

Innegablemente las melodías que se llevan las palmas son “Bleed Together”, “Freefall” y “Bloodshed”. Entre ellas se puede notar esa ambición por experimentar, por buscar nuevos horizontes. Por momentos se siente hasta un abuso a sumergirse en lo experimental, se siente que en ciertos puntos se busca usar la voz más limpia y menos agresiva.

El disco no es dotado de perfección, pero es un adeudo de la banda con los fans y con los melómanos del que salen bien librados. Es espinoso buscarle puntos débiles, es un disco constante y sin respiro para los más exigentes.