Ministry: Moral Hygiene

Al Jourgensen es un señor crítico. En los más de cuarenta años que lleva en activo no ha dejado de usar su música como arma de denuncia social. ‘Moral Hygiene’, por consiguiente, no podía ser distinto. Una pandemia global puede ser una enorme fuente de inspiración y, como el propio Jourgensen ha dicho, de reflexión.

El álbum es el relato del artista, de cómo ha visto el auge del virus bajo el mandato de un Trump enajenado. Si bien el panorama que presenta el disco no es muy alentador, también es una llamada a despertar y actuar ante tantas cosas que deberían cambiar. En definitiva, ‘Moral Hygiene’ es abiertamente una crítica al sistema.

Hacia las profundidades de ‘Moral Hygiene’

Por si algún lector todavía no ha escuchado nada de la banda, debe tener en consideración que es una formación de metal industrial a la americana. Ni pensar en sonidos cultivados en Europa, como podrían ser el de los magnánimos Rammstein. No, Ministry tiene un aire apocalíptico y a la vez cinematográfico, similar al de Rob Zombie. Es por eso que en “Alert Level”, la apertura del disco, se identifican recursos que ambos artistas usan en común

Como ya se irá comentando a medida que se desgrane el disco, esta canción, al igual que el resto del repertorio, tiene muchos juegos de efectos. Ecos, voces inconexas, mezclas extrañas… Algo más que habitual en todos sus trabajos. Y de este modo, entre lo que parecen ser interferencias radiofónicas, llega “Good Trouble”, a la que parece faltarle fuerza. Por suerte, “Sabotage Is Sex” va directa al grano, con un riff estupendo. En esta canción, además, colabora Jello Biafra, conocido en parte por ser el cómplice de Jourgensen en Lard, su proyecto secundario.

“Disinformation” despliega unas melodías fenomenales mientras hace alusión a las “fake news” de su tan odiado Trump. No es la primera vez que se ensaña con él, pues su anterior disco, ‘AmeriKKKant’, lanzado después que este se hiciera con la presidencia, era una mordaz crítica hacia dicho personaje. “Search & Destroy” os sonará familiar. Junto a Billy Morrison, guitarrista de Billy Idol y de Royal Machines han querido homenajear este temazo de Iggy Pop & The Stooges.

“Believe Me” parece emularla al menos al principio, con el mismo juego entre batería y bajo, pero luego se deforma en un bucle de ecos y susurros que no paran de repetir el título de la canción. Y esto también va por “Broken System”, que a pesar de arrancar con unos sonidos orientales, no dista tanto de su predecesora, puesto que se repiten ciertas frases como si de un mantra se tratara. Nos guardamos el tema de las repeticiones para el último párrafo… De momento nos quedamos con que con usar este recurso una vez ya es suficiente. Más no, gracias.

El mensaje de “We Shall Resist” queda lo suficientemente claro con tan solo leer su título. Es una canción rara de narices, que la consideraremos como tal porque tiene melodía, pero aun así cuesta encontrarle el sentido. Funcionaria mejor como banda sonora de una escena de ciencia ficción. Y de ahí salta a “Death Toll”, donde se trata de nuevo la pandemia, esta vez haciendo a modo de prácticamente rap, un recuento de víctimas del virus que nos está amargando la existencia. Es una cuestión peliaguda. “TV Song #6 (Right Around The Corner Mix)” es el cierre del disco, y sintiéndolo mucho no se puede calificar de nada más que un adorno que ayuda a concluir el álbum a lo Ministry.

El reflejo de un mundo atribulado

Ministry ve el presente y el futuro muy negros. El disco, aun sin ser incómodo de escuchar, da cierta sensación de angustia. ‘Moral Hygiene’ es un trabajo redundante, y no solo por las repeticiones mencionadas anteriormente. Por esa parte, están presentes en casi cada tema y no son mensajes muy alentadores. “How concerned are you?” nos preguntaba Jourgensen al principio, igual que más adelante se repite el estremecedor “life will never be the same”. Ambos son mensajes que claramente hacen referencia a este mundo que parece ir a la deriva. Finalmente solo falta decir que su carácter reivindicativo es lo que le arroja luz, ya que a nivel musical es un disco bastante homogéneo y plano.