Mayhem: Daemon

Las caras más visibles del black metal están de vuelta con su sexto trabajo de estudio a 25 años del lanzamiento del crudo, oscuro y rompedor ‘De Mysteriis Dom Sathanas’. Mayhem han puesto toda la carne en el asador con lo que posiblemente vaya a ser su mejor disco en mucho tiempo, reconectando incluso los vínculos perdidos con sus fans más trues.

Contar otra vez la historia del grupo que sacó a relucir la cara más sucia, cruda y oscura del metal sería un poco aburrido, pero para quien siga perdido le ofrezco el siguiente resumen: uno de sus miembros se suicidó, otro fue asesinado por el que había sido el bajista de la banda en su primer disco y la cosa continuó hasta nuestros días tras varias idas de venidas de músicos entre los que solamente uno (el bajista Necrobutcher) aguantó de forma más o menos continua.

Las locuras de Mayhem no se terminaron con un asesinato, ya que la polémica y lo enfermizo volvió cuando el vocalista Maniac empezó a cogerle el gustillo a emborracharse y autolesionarse en directo rodeado de cabezas de cerdo decapitadas hasta acabar la noche en diversos hospitales casi desangrado, sin olvidarnos de la más reciente noticia en la que Attila Csihar, su vocalista más cuerdo e importante, confesaba que la banda utilizó huesos humanos de contrabando para para algún que otro directo.

Poniendo fin a toda la fiesta anterior de lo grotesco vamos a lo importante, que es lo que concierne al arte que hay tras su música y tras ‘Daemon’, el disco que parece haber devuelto la inspiración ancestral a los noruegos sin caer en sonidos quizás demasiado experimentales de trabajos anteriores. Mayhem han vuelto renacidos, sonando frescos y haciendo honor a toda su carrera poniendo énfasis en sus inicios sin dejar de lado arreglos más vanguardistas. Este podría ser en cuestión de meses o años el disco perfecto para introducir a alguien en el black metal y uno de los mejores de la carrera de los escandinavos.

Carne fresca con hedor nostálgico

Es difícil hacer un disco que pueda contentar tanto a los fans más cerrados de un género como a los más abiertos de mente. Seas fan de Mayhem desde ayer o desde los 90 vas a tener tu correspondiente ración de música extrema con la que disfrutarás sin intentos forzados de volver atrás ni refritos, algo de lo que las bandas de cierto renombre pecan con frecuencia.

La primera bofetada de ‘Daemon’ llega sin hacerse esperar con «The Dying False King» y sus casi 4 minutos de tralla donde Attila ofrece lo mejor de sí como vocalista yendo del gutural agudo hasta visitar las voces casi operísticas sin dejar de lado los susurros infernales y registros con tonos más graves. Este señor sabe cómo hacerlo y ya lo deja claro de primeras acompañado de los tradicionales riffs a trémolo y blast beasts de batería. Con una canción así ya podríamos levantarnos, aplaudir e irnos si quisiésemos, pero esto es solamente el comienzo de un gran viaje.

La misma línea que nos arrancó una sonrisa maléfica en «The Dying False King» está presente igualmente en «Agenda Ignis», con el único diferencial de que la batería suena todavía más espídica por momentos y el bajo tiene un protagonismo puntual que se echa de menos en muchas ocasiones en el black. «Bad Blood» también resulta continuista, pero esto tampoco es problemático en este caso. Aunque está claro que cada canción tiene su propia historia y no estamos frente a un disco ni mucho menos conceptual, los hilos conductores entre canciones en cuanto a las melodías son muy naturales, y pese a las similitudes y repeticiones las canciones se dejan saborear bien y de una en una.

Un Attila Csihar impecable

Un pequeño giro en el camino con «Malum» nos hace agarrarnos otra vez a este estupendo LP. Los mil registros vocales de Attila siguen sorprendiendo, tanto en esos momentos en los que parece un «pregonero» del Diablo acercándose a un spoken word satánico como con su tono de barítono clásico que tan bien pega con la música de Mayhem y que ya conocimos cuando el cantante puso voz a la música de Sunn O))).

En «Malum» puedes llegar a pensar que esa voz no es posible que salga de una sola persona, pero sí, desde las notas bajas y monstruosas hasta los gritos agónicos más guarros provienen de este único ser. Podría pasarme el día alabando a Csihar porque la verdad es que sin él este disco sería casi un disco más dentro del metal extremo que, sin ser malo, ni de broma llegaría a este nivel.

Los guarridos de unos cerdos en «Falsified And Hated» mezclados con voces de ultratumba son la introducción a otra buena canción que sigue sin hacernos bajar de esta insanciable locomotora. Tenemos algún pasaje breve en el que las voces graves y susurradas vuelven a escena acompañadas de batería y bajo para destrozarte por enésima vez con más y más desenfreno. En esta canción también tenemos unas melodías puntuales de sintetizador que crean una atmósfera todavía más negra. No son algo a destacar, pero no sobran ni desmerecen.

Denso, raudo y oscuro

Puede parecer una exageración, pero la verdad es que no han sido pocas las vueltas dadas a este disco para comprobar si de repente ha renacido una filia sin sentido hacia Mayhem. El esfuerzo hecho para ver si esto es una comida recalentada o una genialidad ha merecido la pena. Esto ha sido inesperado para mí y lo será para muchos de los oyentes de ‘Daemon’. Estoy seguro.

«Aeon Daemonium» y su pausada intro casi cercana al doom va creciendo, esta vez con una percusiones iniciales menos tormentosas y más death metaleras que acaban volviendo a caer en la monotonía e insistencia del black puro. Con el single ya presentado «Worthless Abominations Destroyed», la sucesora «Daemon Spawn» y sobre todo «Of Worms And Ruins» parece haber una reconexión con ‘De Mysteriis Dom Sathanas’ muy bien traída que recuerda al pasado sin necesidad de imitaciones baratas.

No tengas expectativas de escuchar segundas partes de su ópera prima, pero la garra, terquedad y rapidez que desprendían estos chicos hace más de dos décadas parece vivir una segunda junvetud. Las tres canciones que cierran el disco, incluyendo en el paquete las dos bonus tracks, guardan mucha nostalgia que no te va a romper los esquemas, pero que es un hecho que te van a resultar refrescantes y logradas.

El trabajo de Attila se come al de resto de instrumentos (para bien) y la producción y sonido de todo ‘Daemon’ son excelentes y suman muchos puntos a esa reincidencia melódica de riffs y percusiones. Así como el hardcore y punk rock clásicos tienen su fórmula base y una estructura particular, el black metal puro también. Salvo momentos aislados, el instrumento que desgrana el disco en algo único es la espectacular voz, madura y cambiante.

El mejor disco de Mayhem en años

Es indudable que el resultado final de las 12 canciones que conforman ‘Daemon’ hacen de este sexto disco el mejor producido, elaborado e inspirado desde que Mayhem comenzaron a pintar paredes en las entrañas de la tienda Helvete. Escucha «Invoke The Oath» o «Back Glass Communion» e interpreta tú mismo si este sonido es el que querías y necesitabas de este grupo después de varios intentos fallidos con los que se persiguió el intentar transgredir por encima de hacer música efectiva.

En definitiva, ‘Daemon’ es Mayhem al 100%, con balanceos entre la época gloriosa del grupo con pinceladas modernas presentes en sus anteriores trabajos que no indigestan ni sobrecargan. Es muy posible que el tiempo coloque a este gran álbum quizás en un tercer o segundo puesto de toda la discografía de la banda, incluyendo demos y trabajos de corta duración que suenan a chatarra. Por el momento, decir que se ha superado lo ofrecido en ‘Esoteric Warfare’ y ‘Ordo Ad Chao’ con creces, y no se descarta que suba hasta competir con ‘Chimera’ (lo tiene más difícil, pero quién sabe). Los veredictos finales y rotundos no son justos ni realistas y se basan en opiniones muy unilaterales, pero ‘Daemon’ está libre de ataduras y compromisos yendo directo al cuello sin cesar. Una evolución natural que deberían haber sido tomado hace lustros.