Robe: Mayéutica

Tercer álbum de la carrera de Robe en solitario. Disco en el cual revisita la fórmula que tan bien funcionó en aquel ya lejano ‘La Ley Innata’ de 2008. Un disco cargado de grandes letras y momentos de puro rock.

Robe Iniesta se ha ganado un puesto de honor en el mundo del rock español gracias a su exitosa carrera con Extremoduro, donde ha sido guitarrista, cantante y principal compositor durante más de treinta años. Sin lugar a dudas, una de las bandas más influyentes del rock español y que ha acompañado y marcado a toda una generación de amantes del rock. En 2015, Robe lanzaba al mercado su primer trabajo en solitario, un disco más personal y menos rockero que hizo que muchos perdieran el interés en su nuevo proyecto.

A finales de abril de 2021, y en plena pandemia de coronavirus, salió al mercado ‘Mayéutica’, tercer álbum de Robe en solitario y que ha conseguido atraer a muchos de sus antiguos seguidores, ya que retoma esa senda iniciada en 2008 con ‘La Ley Innata’, uno de los mejores discos de Extremoduro, en el que el rock se mezcla con instrumentos más clásicos.

Una canción, cuatro movimientos, infinidad de historias

El propio Robe ha reconocido la similitud entre este disco y su obra con Extremoduro, por ello no es de extrañar que la estructura del disco sea la misma, un interludio, cuatro movimientos y una coda final. Pero a pesar de las similitudes, hay diferencias muy evidentes. Por ejemplo, la “Coda Feliz” con la que termina ‘Mayéutica’ es poco más que una frase repetida varias veces con distintas entonaciones, mientras que la “Coda Flamenca (Otra Realidad)” con la que terminaba ‘La Ley Innata’ era una auténtica maravilla.

Otra gran diferencia a resaltar entre la obra de Robe y la Extremoduro es que en ‘Mayéutica’ no hay ninguna canción que tenga la fuerza del “Tercer Movimiento: Lo De Dentro”. Y es que tal vez ese sea el mayor punto débil del álbum de Robe, que se echa de menos la fuerza de la guitarra de Iñaki Antón “Uoho” y ese sonido rockero que aportaba.

Pero analizar este disco simplemente comparándolo con el de Extremoduro no es justo, ya que se puede perder el foco de lo que ‘Mayéutica’ tiene que ofrecer. Para empezar, no hay ni una sola canción mala, no hay un momento que se sienta de relleno y todo el disco, sus 43 minutos, aportan nuevos matices, nuevos sonidos y frases memorables.

Letras que no se olvidan y que nos narran una historia

Y es que no se puede hablar de una obra de Robe sin pararse a mirar sus letras, sin ver como varias estrofas e ideas se repiten a lo largo de la obra, aportando un nuevo significado y explicándose en el contexto de la canción. Unas letras que son mucho más positivas y alegres que las canciones clásicas de Extremoduro. Algo que Robe comenta en el propio disco al decir eso de “Buscando la manera / De hacer revoluciones / Pasé la vida entera / Tocando los cojones / Tener un ideario / Y perder las convicciones / Volver a lo primario / Que yo solo quiero hacerte bailar / Como una puta loca”.

En cuanto a la música, el disco es una auténtica maravilla, cargado de sonidos que van mucho más lejos del rock tradicional. Teclados y violines se encargan de gran parte de los solos del disco, dejando en muchas ocasiones a la guitarra un papel más secundario, casi de elemento de apoyo.

Y por último está la voz del propio Robe, cantando en tonos más agudos de lo que solía hacerlo, tratando transmitir con su voz un poco más del optimismo de la obra. Abundan también los coros de los músicos colaboradores, haciendo que en el tono general de las voces sea mucho más agudo de lo que se podría esperar de un disco de Robe.

En resumen, los que esperaban otro disco de Extremoduro no lo van a encontrar. Parecido, sí, pero no es lo mismo. Y esto no es algo malo, porque esta experimentación y evolución musical ha hecho posible un disco magistral, en el que no hay ni una sola canción mala, no hay ni un momento de relleno y en el que todo está donde debería estar. Sin lugar a dudas lo mejor de Robe desde ‘La Ley Innata’, lo cual no es poca cosa.