Mars Red Sky: The Task Eternal

Francia puede sentirse orgulloso de las bandas que lo representan en el rock y el metal en los últimos años. No tanto por la cantidad como por la calidad y los nuevos sonidos que expanden a lo largo y ancho del planeta. Un ejemplo es Mars Red Sky, que con paso firme está construyendo una carrera de fuertes cimientos.

Un nuevo viaje psicodélico

Después de la aventura del EP ‘Myramyd’ (compuesto por una sola canción de 17 minutos) y su tercer y último trabajo de estudio ‘Apex III (Praise for the Burning Soul)’, el trío de Burdeos regresa con su nueva obra: ‘The Task Eternal’. Otra pieza más de un completo puzzle musical con un resultado que cumple con todas las expectativas. Siempre han tenido un gusto exquisito en sus composiciones, y en esta ocasión mantienen el alto nivel que han reflejado en toda su carrera. Partiendo de la base del stoner rock y la psicodelia de la escuela de maestros como Sleep, Black Sabbath, Pink Floyd o incluso unos más actuales Ulver, los galos han firmado otro trabajo en el que su sello de identidad sigue estando muy presente, pero que esta vez va acompañado de un halo más oscuro.

Comenzar con un tema tan completo como «The Proving Grounds» es tener seguridad y confianza en sí mismo. Esa calidez melódica arropada por la voz de Julien Pras es hipnótica como pocas, y la deriva de ritmos del batería Matieu «Matgaz» Gazeau y el bajista Jimmy Kinast completa una excelente carta de presentación. Su final se va desvaneciendo para romper con ímpetu en el inicio de una directa «Collector», donde una atmósfera siniestra se une a la deriva de la canción. En la instrumental «Recast» reflejan su manejo del doom metal más experimental y marcado, dando pie al florecimiento de capas de melodías que canalizan un viaje astral que enlazan con «Reacts». Puede pasar desapercibida en sus primeras escuchas, pero la dulce voz de Pras revaloriza la canción dejándola en un nivel más que notable en este ecuador del álbum.

Cada segundo cuenta

El viaje alucinógeno y en perfecto equilibrio continúa con «Crazy Hearth», y ese deje bluesy es toda una delicia para los amantes de las cadencias en armonía. Es un tema muy directo como «Hollow King», que puede convertirse en una de las favoritas de este cuarto de disco de estudio de los franceses con suma facilidad. La sencillez y dulzura de las melodías vocales aumentan ese estado sentimental de una canción que penetra hasta las entrañas. En estas dos canciones Mars Red Sky evitan los rodeos innecesarios, y siempre dejan la sensación que cada segundo es muy valioso para reflejar su arte en toda su plenitud.

En el tramo final sorprenden con «Soldier On», uno de los cortes con mayor pegada y con un gran abanico de cambios de ritmo. Mars Red Sky no dejan nada al azar, y una y otra vez demuestra su solvencia a la hora de combinar fraseos melódicos con golpes de riffs secos, contundentes y arenosos. El cierra introducido por acústicas de la instrumental «A Far Cry» es un perfecto ejercicio de relajación y reflexión. Permite degustar todo lo vivido a lo largo de las canciones de este ‘The Task Eternal’ y deja al oyente con ganas de volver a disfrutar de la experiencia. Es inevitable rendirse al embrujo de Mars Red Sky.