Magnum: The Serpent Rings

Magnum lo ha vuelto a hacer. Casi medio siglo después y con 20 discos a sus espaldas, Bob Catley y Toni Clarkin han sacado adelante otra nueva colección de canciones que nada tiene que envidiar a sus clásicos más pretéritos.

Poco importa que el resto de sus compañeros no hayan permanecido a borda,  porque su cometido sigue imparable. La nueva incorporación al seno de la banda británica es un viejo conocido: Dennis Ward. Además de ser un productor más que solvente, ocupa la plaza de bajista que hasta hace bien poco cubría Al Barrow. Casualidad o no, el sonido de Magnum en este ‘The Serpent Rings’ es más duro de lo que tenían acostumbrados a sus seguidores, pero no por ello deja en un segundo plano la maestría y delicadeza de sus melodías.

Comienzo enérgico

El inicio con “Where Are You Eden?” es una llamada de atención a los pocos segundos de su arranque. El combo británico empuja con fuerza en una canción llamada a convertirse en clásico. La potencia y la melodía – el estribillo está al alcance de muy pocos – sirve de timón de un tema revitalizado 100% Magnum. Es extraño que no fuera elegida como primer single en lugar de “Not Forgive”, que aun poseyendo todos los elementos reconocibles de la banda, tiene menos impacto.

La pegada de Magnum no decae en la rockera “You Can’t Run Faster Than Bullets”, más cruda y modernizada de lo habitual, ni en “Madman Or Messiah”, que posee uno de los riffs más machacones del listado. Vuelven a terrenos conocidos con “The Archway Of Tears”; esos teclados y la ahogada pero melódica voz de Catley nos retrotrae a muchos clásicos de su carrera. Otro de los cortes que no faltarán a partir de ahora en sus próximos conciertos.

La épica siempre está presente

Magnum elige la canción que le da título a este trabajo para expandir su manto sonoro: atmósferas épicas, orquestaciones en primeros planos, melodías a mansalva y uno de los mejores solos de guitarra de todo este trabajo. Es una de esas canciones en las que el oyente solo tiene que dejarse llevar. Aunque si por algo ha destacado el grupo de Birmingham es por su riesgo compositivo, y en este trabajo lo encontramos en “House Of King”. Su vocalista endurece su garganta en un tema de ritmo marcado y cortante que deriva en un tramo jazzístico que sorprenderá a sus más neófitos seguidores.

Vuelven a su sonido ochentero con “The Great Unknown”, un medio tiempo majestuoso y delicado que solo una banda como Magnum es capaz de ejecutar. En “Man” afilan garras y se sacan de la manga unos riffs cuasi metálicos que aportan aire fresco a su sonido. Pero aunque aporten elementos más novedosos, nunca pierden el norte y regresan a sus orígenes en el tramo final de “The Last One On Earth”, después de otra retahíla de melodías y estructuras marca de la casa. Cierran con otra adoración a la épica en “Crimson On The White Sand”, y dejan bien claro que no han escatimado en recursos para regalarle a sus seguidores las mejores melodías de su vigesimoprimer álbum de estudio en este último corte.

A pesar de que en sus últimos años han publicado obras más modestas como ‘Sacred Blood “Divine” Lies’ o ‘The Visitation’ – algo normal en una banda con tantos lustros de carrera – con su anterior ‘Lost On The Road Eternity’  demostraron que son los reyes del rock melódico. Con ‘The Serpent Rings’ vuelven a recordarlo, por si alguien lo había olvidado.