Liquid Tension Experiment: Liquid Tension Experiment 3

El último trabajo de Liquid Tension Experiment ve la luz 22 años después con una expectación digna de las grandes leyendas que vuelven. Liquid Tension Experiment 3 resulta un trabajo que gustará al fan clásico y que también lo sorprenderá.

John Petrucci, Mike Portnoy, Jordan Rudess y Tony Levin. Si se dice cualquiera de estos nombres la ecuación más que probable es que se hable de virtuosismo, nivel creativo abismal y también de una formación que ha tardado 22 años en volver, con muchos rumores detrás, con tiras y aflojas y con un silencio que se ha alargado más de lo que a un fan hubiese satisfecho.

El tercer disco de Liquid Tension Experiment resulta un acontecimiento importante dentro de la escena progresiva y en lo que a 2021 se refiere, con una situación que sigue siendo rara pero que brinda más de una golosina a favor de los oyentes. Tras los dos trabajazos de 1998 y 1999 respectivamente, este tercer volumen de Liquid Tension Experiment es un auténtico hito que trae consigo multitud de supersticiones sobre su sonido y en lo relativo a la química después de tanto tiempo pasado.

Vuelve la calidad clásica

Si el oyente se sumerge en la nebulosa que trae consigo los primeros minutos de este ‘Liquid Tension Experiment 3’, se va a encontrar lo que ya vaticinaba “The Passage Of Time”: si esperabas algo que no sonase clásico, hay malas noticias.

Cuando el disco arranca con “Hypersonic”, el oyente se monta en un tren que despliega rapidez, virtuosismo y una composición a la altura de los cuatro maestros que conforman el disco. Sigue siendo impresionante la manera de ejecutar sus respectivas partes cada miembro de la banda. Si bien todo ese compendio entre los solos imposibles de Petrucci tocados con una técnica sobrada y un absoluto diez por parte de Tony Levin, la primera canción ya suena a reminiscencia.

Había quien temía encontrarse en ‘Liquid Tension Experiment 3’ un compendio de melodías que volviesen a hacer sentir a la gente lo que ya consiguieron a finales de los ‘90; no hay nada malo en que hayan traído consigo los viejos sonidos, de la misma forma que no existe negatividad alguna en el hecho de que nos ofrezcan por momentos estructuras muy similares a, en especial, el primer disco de la banda de 1998.

Ahondar en el trabajo de Liquid Tension Experiment es hacerlo en una banda que posee ingredientes por doquier y que siempre, pase lo que pase, nos guarda un pedazo de pastel para ofrecerlo como sorpresa. “Rhapsody In Blue” guarda consigo el punto álgido del disco sin lugar a dudas; en el tema, casi como una especie de travesía, se entremezclan elementos progresivos setenteros a lo Gentle Giant, un aire Emerson Lake and Palmer y luego sabe romper para sonar con actitud. Y aquí, es donde está la formula del disco constantemente.

Que nadie se vaya a confundir: ‘Liquid Tension Experiment 3’ es un trabajo que va desde la corteza clásica de la banda hasta ahondar en sonidos progresivos de absolutamente toda época que se pueda imaginar.

Cuando “Beating the Odds comienza uno se queda anodadado de su estilo puramente rockero, de ciertas influencias a guitarristas que pueden recrearse dentro de un sonido Page o Lifeson y donde la composición es sencillamente una obra de arte. Y aunque todos esos guiños prevalecen, Liquid Tension Experiment, como grandes maestros de ceremonias que son, no caen en el cliché, en el contenido vacío, en la copia absurda y descarada: ellos van un paso más allá.

La impresionante labor de cada uno de los miembros está siempre presente. Jordan sigue demostrando por qué para muchos es una pieza clave a la hora de hablar de metal progresivo; esa manera de tocar el teclado en canciones como en la preciosista “Key To The Imagination” pone los pelos de punta.
Tony Levin, por su parte, no necesita demostrar prácticamente nada pero vuelve a sentirse su magia y la dupla con un genial Portnoy así lo demuestra. Pese a todo, a Petrucci se le nota mucho más distendido en el buen sentido de la palabra: solos espectaculares, tocados con mucho sentimiento y ofreciendo una composición como hacía mucho tiempo que no se le veía al de Long Island. Sentir ese hormigón bien cimentado, fuerte, consistente, sólido y creando un disco atractivo, hace que cualquiera que se digne seguidor de la música progresiva se dé al menos una vuelta por este disco.

Da la sensación, por otro lado, de que el disco puede funcionar como un auténtico tiro en directo cuando la situación lo permita. Las canciones son un compendio de imágenes musicales, de sensaciones y de un éxtasis que bien podría desencadenar incluso en la grabación de un posible disco. Recordemos que ya en el décimo aniversario de la banda se nos presentó una box set con unos directos de quitar el hipo. Solo el tiempo lo dirá.

A toda máquina

El trabajo ofrecido en ‘Liquid Tension Experiment 3’ es una oda al buen gusto y a lo clásico, especialmente, dentro de su sonido. Es un disco que principalmente se puede definir como rápido, ameno, virtuoso y, probablemente, el disco más críptico de toda su carrera. Esto se debe principalmente a los detalles clásicos que encierra pero también a las composiciones entregadas a un disco que brilla constantemente.

¿Es un disco por el que haya merecido la pena esperar 22 años? Pregunta realmente complicada y a la que solo aquellos que hayan dado al disco unas cuantas vueltas, sabrán responder. Para algunos será más de lo mismo, en boca de otros se escucharán cantos de alabanzas y otros encontrarán un buen material donde merece la pena perderse sin ser una obra maestra.

Lo que sí queda claro es que basta con escuchar algunas canciones para darse cuenta de que el disco rezuma un mimo y una delicadeza especial. Temas como la mencionada anteriormente “Rhapsody In Blue” o el temazo divertido y espontáneo que es “Chris & Kevin’s Amazing Oddysey” son de esos que vuelves otra vez a ellos para encontrar las cosas que te gustaron y un plus más. Este no es un disco de usar y tirar, es de desgranarlo, de cuadrar las piezas correctamente y luego sacar las conclusiones.

Solo el tiempo dirá la grandiosidad que han podido crear Liquid Tension Experiment, pero a buen recaudo que será apuesta segura dentro de la quiniela de discos del año cuando estemos dando los últimos coletazos de 2021.