Limp Bizkit publican casi por sorpresa 'Still Sucks', un álbum donde brillan más su actitud y mensajes que la propia música.

Cualquiera que haya crecido en los ‘90 y ‘00 ha convivido con la fiebre del nu metal, siendo éste la puerta de entrada para varias generaciones al metal. Slipknot, Disturbed, Linkin Park o Limp Bizkit eran algo mandatorio a llevar en el mp3 de camino al instituto para muchos que ahora mismo leen esta reseña. Pero Limp Bizkit son algo más que eso, y todavía en 2021 saben cómo hacer las cosas a su estilo y dar en el clavo.

O los amas, o los odias. O ambas cosas.

Una década después de ‘Gold Cobra’, el hasta ahora último álbum que la verdad es que ni fu ni fa, han vuelto a dar que hablar. No precisamente con un álbum espectacular ni nada de eso que se promete mucho cuando una banda saca material nuevo, sino que están en la boca de todos por seguir siendo ellos mismos. En su línea vacilona con un encanto que mueve a una gran masa allá donde vayan a tocar.

Este verano conquistaron el festival Lollapalooza y eclipsaron a grandes artistas con los que compartían cartel. Dieron allí un concierto en el que quedó demostrada la magnitud del nombre Limp Bizkit. Pero siempre a su manera, claro. Fred Durst se transformó en una versión de sí mismo al estilo padre enrollado, con bigote y peluca grises y una divertida actitud para hacerse el molón. “Dad Vibes” es la razón de esta excentricidad, y es que este single fue lo primero que salió a la luz hasta que el pasado octubre publicaron Still Sucks’.

Con apenas unos días de aviso, ‘Still Sucks’ salió de la mano de Suretone Records en plataformas digitales la noche de Halloween de este año para alegría de todos aquellos fans que llevaban tanto tiempo esperando nuevo material, a pesar de promesas que nunca se cumplieron por el medio. Pero, ¿por qué han hecho las cosas así? Sin darle apenas bombo, sin sacar siquiera copias físicas a la venta ni nada de lo que habitualmente se hace cuando una banda publica disco.

Y es que, una vez escuchado este disco, se entiende. Sin meterse todavía a analizarlo musicalmente, se lee entre líneas un mensaje. Una actitud. Limp Bizkit son independientes, hacen lo que les da la gana y como les da la gana, porque pueden y porque a la gente le gusta. Punto y final. No tienen nada que demostrar a nadie a estas alturas.’Still Sucks’ tiene varios bombazos, auto parodia y muchos riffs divertidos que, al fin y al cabo, es todo lo que uno necesita de Limp Bizkit.

Limp Bizkit: los más cool del barrio

Limp Bizkit saben que la mayoría tienen una relación amor-odio con ellos. Llegados a este punto, ya no sólo es que los ames o los odies, es que incluso te hacen sentir ambas cosas. Lo saben y hacen de ello uno de sus puntos fuertes.

En definitiva, es un álbum variopinto. Comienza con dos bombazos como “Out of Style” al grito de “Dj Lethaaaaaaal!”. Probablemente de sus mejores temas en muchos años. Es puro Limp Bizkit, donde Fred Durst y Wes Borland hacen gala de sus mejores habilidades. Uno rapeando con fuerza y mucho vacile, y el otro con riffs de esos que meten un chute de energía al cuerpo. Lo mismo pasa con “Dirty Rotten Bizkit”, que va un poco en la misma línea con todos esos ingredientes esenciales de la fórmula que los identifica.

La chulería y el buen rollo de Durst acompañadas de buenas instrumentales siguen su curso con la ya mencionada “Dad Vibes” o “Turn It Up, Bitch”. Pero este ambiente se corta con las dos siguientes pistas: “Don’t Change”, una cover acústica de INXS y “You Bring Out The Worst In Me”, un tema al más puro estilo Deftones que no suena mal y tiene buena letra (buen detalle la frase “It’s Halloween and I’m your ghost”), pero hacen preguntarse a uno el por qué. Pero no hay por qué. Simplemente porque sí, porque pueden y porque no es lo que se espera. Así funciona Limp Bizkit.

Hay que abrazar el meme

Otro de los puntos interesantes es “Love The Hate”, pues toda la letra es un escarnio hacia ellos mismos. Y es que más de uno se reiría leyéndola, porque tiene razón. Esa actitud de “Qué va, yo no escucho Limp Bizkit, lo hacía cuando era un crío…” y, en realidad, quienes dicen esas cosas suelen escucharlos igualmente. Porque es muy extendido aquello de avergonzar a los demás por sus gustos musicales, más aún en edades tempranas y hacia grupos que está socialmente bien visto repudiar. Es más, muchos de los que estén leyendo este párrafo se sentirán identificados, pero aquí estamos en 2021 prestando atención a un disco nuevo de Limp Bizkit. Dicen que reírse de uno mismo es un gran mecanismo de defensa, y sea este el caso o no, han dado el clavo con esta auto parodia donde abrazan el meme y reafirman por qué los amamos tanto.

Termina el disco con una recta final donde “Barnacle” copia el sonido de Nirvana (y, sorprendentemente, no les queda tan mal), “Empty Hole” saca el lado sensiblero de Fred con una baladita acústica sin venir a cuento y “Pill Popper” da un toque industrial a esta variedad de estilos que recopila el álbum. “Snacky Poo” trae consigo el último toque paródico (“Chocolate on a starfish, everybody kiss it”… lo hemos pillado, sí) y una hilarante falsa entrevista telefónica a Wes Borland. Para rematar, la popera “Goodbye” que, llegados a este punto, ya hace dudar entre si es otra canción sin sentido o esconde algún significado en su letra, la cual es una despedida.

¿Será el final de Limp Bizkit? Muchos lo desearían pero esperemos que no. Sin duda este disco deja a cualquiera confuso, para bien y para mal. Tiene sus cosas buenas y sus cosas sin sentido. No es un discazo, nada que destacaría en su carrera excepto algún tema pero, sin embargo, parece que trata más de lanzar un mensaje y dar a entender una actitud que otra cosa. Eso sí, Limp Bizkit “never sucked.

Iria López

Grupo:Limp Bizkit

Discográfica:Suretone Records

Puntuación:6

Canciones:

  1. Out of Style
  2. Dirty Rotten Bizkit
  3. Dad Vibes
  4. Turn It Up, Bitch
  5. Don’t Change
  6. You Bring Out the Worst in Me
  7. Love the Hate
  8. Barnacle
  9. Empty Hole
  10. Pill Popper
  11. Snacky Poo
  12. Goodbye

Año:2021-10-31