Vio-Lence: Let The World Burn

Esta claro que la marcha de Phil Demmel de Machine Head por discrepancias con Robb Flynn propició el regreso a la actividad de Vio-Lence en 2019 y que ahora se traduce en las primeras composiciones inéditas desde que en 1993 publicaran Nothing To Gain.

El nuevo EP de Vio-lence, titulado ‘Let The World Burn’, que supone un punto y aparte en la carrera del grupo formado en San Francisco en 1985, consta de cinco canciones y su grabación estuvo precedida de una renovación de la formación que volvió a la actividad de pleno en 2019, aunque en 2018 ya habían realizado algunas actuaciones en directo.

El guitarrista Phil Demmel y el batería Perry Strickland, son los dos componentes que siempre han estado presentes cuando Vio-lence ha estado en activo y son los únicos miembros originales, mientras que el vocalista Sean Killian, que se unió al grupo más tarde pero que grabó todos los álbumes del grupo, también está presente en esta nueva reencarnación. Curiosamente, a Sean no se le conocen actividades musicales fuera de Vio-lence.

Quienes no han participado en la grabación de retorno son dos de los músicos que intervinieron en los álbumes de su etapa más exitosa, es decir, el guitarrista Robb Flynn, por razones obvias, y el bajista Deen Dell quien, a pesar de haber formado parte en el inicio de esta nueva etapa, dejó el grupo en 2020, al igual que el guitarrista Ray Vegas, quien había pasado por el grupo en diversas etapas.

Reemplazos de lujo

Reemplazando a los ausentes se han sumado dos músicos de lujo. Del bajo se ha hecho cargo el ex-Fear Factory Christian Olde Wolbers mientras que acompañando a Phil en tareas guitarreras tenemos al gran Bobby Gustafson, de sobra conocido por su pasado junto a Overkill.

Eternal Nightmare (1988) y Oppresing The Masses (1990), fueron dos álbumes que deberían haber conseguido que Vio-lence se codease con las mejores referencias del thrash de la Bay Area, de hecho, así fue durante un tiempo, hasta que Robb Flynn decidió apostar por Machine Head y el grupo se “desinfló” con la publicación de Nothing To Gain en 1993.

En 2022, Vio-lence nos ofrece una muestra de lo que en su momento fue, un competente grupo con la señas de identidad del thrash surgido en San Francisco en los 80′ impregnadas en su ADN. A partir de ahí se pueden sacar las conclusiones propias de aquel estilo puesto al día en ‘Let The World Burn’, aunque antes hay que mencionar que la labor técnica tanto de Tue Madsen en las mezclas como de Ted Jensen en la masterización, han dotado al sonido de Vio-lence de una claridad y robustez impresionantes.

De una forma y otra, el protagonismo de todos los componentes sale a relucir en algún momento. De entrada, tenemos la notoria presencia del bajo de  Christian Olde Wolbers en el frenético inicio con “Fresh From Bone”, donde Perry Strickland se muestra incontestable con su brutal dominio de las baquetas, mientras Phil Demmel y Bobby Gustafson, se quedan a gusto repartiendo a diestro y siniestro riffs abrumadores, requiebros insospechados y solos incendiarios. Sean Killian, por su parte, no se deja intimidar por sus compañeros y añade voces impetuosas que se acoplan de maravilla.

Con su contagioso estribillo y una parte central mas lenta y oscura  “Screaming Always”, mantiene las mismas características que la anterior composición. Algo que no va a cambiar en “Upon Their Cross”, con el bajo respirando en el fondo, la aparición de un solo espectacular y en la que Sean apuesta por una entonación más tipo crossover.

En espera del nuevo álbum

Una enigmatica entrada de bajo y batería da paso al tema titulado en español “Gato Negro”, con estribillo igualmente en castellano y en la que nada se modifica para exhibir, una vez más, la rabia que desprende en la acualidad Vio-lence, igualando sus mejores momentos creativos pero superándolos en cuestiones de producción gracias a las técnicas actuales.

“Let The World Burn”, permite cerrar la grabación tal como arranca, con una abrumadora dinámica rítmica consolidada a través de batería, bajo y guitarras, sin olvidar despedirse con otra ración de brillantes ejercicios solistas. Un trabajo que quita el polvo al nombre de Vio-lence y le da un nuevo brillo en espera de que su retorno se consolide con una grabación de largo recorrido.