Kreator: London Apocalypticon – Live At The Roundhouse

Mantenerse en forma y demostrarlo tras casi cuarenta años de carrera, así se podría subtitular este directo de Kreator o más bien este Grandes Éxitos En Directo puesto que Mille y Ventor hacen una selección de prácticamente todos aquellos himnos que el público de Londres estaba esperando para corear y disfrutar.

Mimo absoluto es lo que Kreator han puesto en ‘London Apocalypticon’ hasta el punto que, casualidad o no, salió el Día de San Valentín. Y ya es hora de degustarlo.

Hablar de tregua no es una opción

Tanto la banda como el sello se preocuparon y mucho de darle una enorme calidad sonora y visual a este trabajo, una grabación y postproducción muy finas que hacen que el disco suene brillante casi consiguiendo que la inmersión sea total. En la parte física y visual las ediciones físicas son un vicio en el que hay que caer: lujo y buen gusto.

Entrando a fondo en la parte musical se les podría achacar un poco más de duración pues cuando llega el final hay que pedir sí o sí más ración del trash de Kreator, pero no, se quedan bastante por debajo de los noventa minutos y así, no, así no se degusta con plenitud la fuerza que la banda todavía tiene sobre el escenario.

El fruto de tan corto setlist es que tras la intro de “The Four Horsemen/Choir Of The Damned” ya se lanzan al vacío sin paracaídas con “Enemy Of God”, pasión incontrolada que predispone para que con “Hail To The Hordes” ya está el Roundhouse rendidos a sus pies y sin presentar batalla mientras otra poderosa ración de trash llega a rebufo de la anterior en forma de “Awakening The Gods”. Punto, Set y Partido sin haber casi ni empezado.

Vuestras almas nos pertenecen

Mille mantiene el tipo vocal muy bien durante todo el disco, si bien ya su voz no tiene todos los rasgos de furia incontestable de antaño no está por debajo de lo que el mero paso del tiempo provoca, como demuestra en “People Of The Lie” donde con solvencia de soba llega a esos registros que se exigen para no ser una parodia sobre el escenario.

Se hace con el público desde el primer momento, metiendo en vereda a todo el Roundhouse con el consabido: los de delante, los de atrás, los de arriba, ¡todos! Y haciendo que vibren del todo animando a que el video y el disco en directo recoja lo que tuvo que ser una bestial comunión entre banda y público y que queda más que muy bien recogida en los surcos del doble vinilo. “Gods Of Violence” y sobre todo ese gran tema que es “Satan Is Real” nada tienen que envidiar a cómo sonaban hace unos cuantos años.

La actual formación está perfectamente encajada con la reciente incorporación de Fred Leclercq, pero bueno, las tablas cogidas en Dragonforce y Sinsaenum tenían que servir para adaptarse a Ventor de forma natural ya que Sami Yli-Sirniö va camino de los 20 años con Kreator, la banda con la que puedes hacer un mal chiste de Arévalo: ¿Qué hacen un finés, un francés y dos alemanes? Respuesta: Pues trash metal de enorme calidad como demuestran con “Mars Mantra” o “Phantom Antichrist”.

Superado ya el ecuador del concierto no hay atisbos de flaqueza o cansancio y para que nadie se escape vivo de esta batalla enlazan una enorme “Fallen Brother” y esa tímida preciosidad que es “Flag Of Hate” de modo que ya son conscientes de que a partir de aquí sólo queda derruir el Rolundhouse.

Esperando el Apocalipsis

Manejar el propio setlist de una manera tan perfecta está al alcance de muy pocos, pero Kreator son capaces de lanzarse a por “Phobia”, enlazarla con “Hordes Of Chaos” y seguir zarandeando a la audiencia con “The Patriarch”, en una demostración que el tempo, sobre todo en estilos como el trash, es una herramienta maravillosa para hacer de un concierto algo inolvidable.

Otra prueba de fuego superada con nota es “Violent Revolution” donde la banda hace gala a la vez de experiencia, madurez y jovialidad, joya en directo donde ya no quedan más argumentos y así comienza la despedida, primero con  “Phantom AntiChrist” de tal forma que ya sólo les quedaba cerrar el círculo con la esperada ‘London Apocalypticon’. Y ya está. Que nadie espere un bonus.

A estas alturas este disco es ya por sí mismo, por sus logros, el mejor de los de Kreator en directo, por lo que supone en este momento de su carrera de ejemplo de profesionalidad y dignidad. Muchos otros tenían que aprender. Demostración incontestable es volver a escuchar “Fallen Brother” y esos más de siete minutos de trash ejecutado sin asomo alguno de rendición.

Kreator, de momento, de retiraros, ni se os ocurra.