La joven banda King Witch saca su segundo trabajo de estudio: ‘Body Of Light’, cargado de fuerza y misticismo a partes iguales.

Grandes desconocidos

En la corta trayectoria de King Witch, los de Edimburgo se las han ingeniado para codearse con algunos de los pesos pesados del género y actuar por diferentes escenarios conocidos del territorio europeo.

King Witch es uno de esos gratos descubrimientos que se hacen inconscientemente al pasear por el recinto de un festival de verano, en que mientras esperas a que toque alguna banda que realmente és de tu interés, te distraes echando un vistazo por los escenarios secundarios. Encuentras entonces un grupo que no sabes de dónde ha salido, tocando enfrente de una muchedumbre de gente esparcida alrededor de las primeras filas con la misma cara de consternación que tú, y terminas por memorizar su nombre porque te mueres de ganas de saber más sobre ellos.

El carácter exótico de la guitarra de “Body Of Light” abren el disco. La voz de Laura Donelly rompe por todo lo alto mientras lidera los riffs de tema. No cabe duda que desprende una fuerza considerable, su voz tiene un timbre muy singular y cargado de poderío. Después del valeroso solo por parte de Jamie Gilchrist hay un momento parecido a un breakdown que rompe un poco con el aura propia de los años setenta de la canción. En “Of Rock And Stone” aparece una faceta más stoner, lenta, de ritmos que avanzan pesadamente pero de un modo súmamente compacto. Las voces, esta vez pasadas por efectos de ecos o reverbs, suena imponente en los intervalos en que los instrumentos de cuerda se silencian. Se trata de una canción considerablemente larga cuya duración se perdona debido a la calidad de la misma. Es seguida por “Call Of The Hunter”, otro corte lento, al puro estilo doom, sin perder los rasgos de sludge/stoner. La gracia de este tema, y uno empieza a dudar de que sea la de todo el álbum, se encuentra en el choque que produce la voz de Donnelly, puesto que en esta ocasión la melodía carece de singularidad por sí sola.

“Return To Dust” es melancolica, sencilla, de extensa introducción musical. Un diálogo entre guitarras en una armonía estupenda. Poco a poco anuncia un cambio de sentido, y es que se vuelve heavy: esa es la palabra. Sin embargo, sigue faltando algún elemento que la haga especial. “Order From Chaos”, en cambio, posee más carácter, vigor en sus estrofas y estructuras.

El doble tema “Solstice I/She burns” es delicado en sus inicios, con los acordes de guitarra que se van pausando hasta que la batería da la entrada a la frase musical que sirve de esqueleto de la canción. De tan sencilla que es, los sutiles gestos de headbanging se producen de manera inconsciente en el oyente. El problema es que es tarea difícil mantener así de entusiasmado al fan, o tan solo seguir captando su atención cuando los mismos patrones se repiten hasta diez minutos. Sí, hay momentos de desenfreno, variaciones de tempo, alteraciones de riffs… Pero no consigue sacar el tema hacia adelante realmente. Sin tiempo que perder, en “Witches Mark” aflora la esencia de un heavy metal mucho más clásico. Es rápida y ataca directa a la yugular.

“Solstice II” es la segunda toma, enlazada por sus tonos, de Solstice I. No es más que un minuto escaso de arpegios a la guitarra acústica, un descanso antes del fantástico final.

Finalmente “Beyond The Black Gate” tiene un gancho particular que envuelve, atrapa. Y como todos los cortes largos, tiene en él distintos altibajos que, en esta ocasión, sí sirven para darle un toque ambiental muy profundo.

Las nuevas generaciones del doom

Hay mucho de Black Sabbath, de Candlemass, de Solitude Aeturnus, de Cathedral, del doom más puro y clásico que existe hasta las bandas que los hicieron resurgir en los noventa, en ‘Body Of Light’. King Witch ha conseguido mezclar esa esencia con el sonido y las formas de la actualidad, llegando a asemejarse a un sludge teñido de oscuro. Sin desmerecer la gran tarea de los músicos en lo que se refiere a la meticulosa composición y a sus habilidades en la interpretación, la gran fortaleza de la banda se encuentra en la cantante. Las voces femeninas dentro del rock y el metal tienden a parecerse en cierto modo, ya sean por practicar el gutural como por usar un tono más delicado. El dominio que demuestra tener Laura Donnelly sobre su propia voz en este proyecto musical es lo que lo catapulta y hace salir a flote King Witch de entre la marabunta de bandas emergentes. Las ganas de ver cómo sorprenderán en el futuro están ahí, ahora solo es cuestión de esperar.

Marina Salcedo

Grupo:King Witch

Discográfica:Listenable Records

Puntuación:8

Canciones:

  1. 1. Body Of Light
  2. 2. Of Rock And Stone
  3. 3. Call Of The Hunter
  4. 4. Return To Dust
  5. 5. Order From Chaos
  6. 6. Solstice I/She burns
  7. 7. Witches Mark
  8. 8. Solstice II
  9. 9. “Beyond The Black Gate”

Año:2020-05-23