Kadavar: For The Dead Travel Fast

De la oleada de bandas de rock retro que nacieron hace unos pocos años (Horisont, Witchcraft, The Vintage Caravan, Orchid, Crobot, Blues Pills, etc), los alemanes Kadavar son los que más están aguantando el tirón, y junto con Graveyard, se están disputando la cima del movimiento si es que tal competición existiera.

Todo ha sido a base de trabajo constante y de publicar un buen número de discos en su todavía corta existencia. Y cómo no, la cantidad ha estado igualada con la calidad.  Sin perder su identidad los de Berlín han demostrado que sobre un estilo vetusto puede haber regeneración, y en cada trabajo han ido incluyendo novedades en su sonido con ánimos de no perder el sentido de la innovación.

Si con ‘Rough Time’ mostraron su lado más comercial (por ponerle un nombre) con canciones como «Skeleton Blues» o «Die Baby Die», con este nueva entrega reiteran que la única regla que existe para ellos es que no hay reglas. Meses después de su directo ‘Live in Copenhagen’, regresan con ‘For The Dead Travel Fast’, quinto trabajo de estudio que presentan con una inquietante portada en la que aparece el trío a los pies del conocido castillo de Drácula (el  Castle Bran) en Transylvania, Rumanía.

Menos psicodelia y más stoner

La fórmula de Kadavar es aparentemente simple: mezclar el rock psicodélico y el stoner rock con Led Zeppelin y Black Sabbath. Aunque siempre han tenido la destreza de incluir las variables de la ecuación a su antojo. En este disco, desde las primeras de cambio con «The Devil’s Master» (el videoclip grabado en Formentera no tiene desperdicio), queda claro los nuevos derroteros de los berlineses. Largos trayectos en el que exploran todo tipo de ritmos con una excelente química entre el vocalista y guitarrista Christoph «Lupus» Lindemann, el bajista Simon «Dragon» Bouteloup y el batería Christoph «Tiger» Barteltis. Más que una canción da la sensación de que estén haciendo una jam desde el corazón. Por caminos similares nos encontramos con «Children Of The Night», fiel al estilo de Kadavar y a su faceta más arenosa y desértica. Apunta a ser uno de los singles de este trabajo y a permanecer en sus setlist durante unos cuantos años.

Si queda alguna duda de sus reminiscencias clásicas solo hay que oír «Evil Forces». Por su forma de cantar Lupus parece rendir homenaje a Ozzy Osbourne en un tema sabbathico como pocos. La magia de Kadavar pasa por desafiar al oyente para que descubra pasajes complejos en canciones de estructuras simples como «Dancing With The Dead» y «Poison». Ambas tienen riffs más movidos y pegadizos que el resto, pero esconden atmósferas laberínticas sin perder su hilaridad sónica. No es necesario ser un abanderado del rock o metal progresivo para lucir técnica instrumental y plasmar ideas enmarañadas.

La importancia de una producción analógica

No se podría entender el sonido de la formación berlinesa sin su producción analógica, con la que crean un marco perfecto para la ambientación seca y crujiente de sus canciones. Que el pedal wah-wah de «Demons In My Mind» suene tan estridente no se podría haber logrado sin este tipo de producción. Tampoco el ambiente lúgubre de la lenta «Saturnales», exenta de percusión y distorsión, y que le debe mucho al método de grabación de los germanos. Esta canción tan opresiva es la guía ideal para cerrar con «Long Forgotten Song»; el tema más heavy, variado y largo de esta entrega en el que Kadavar guarda sus pasajes más emotivos para el tramo final. No hay en ‘For The Dead Travel Fast’ una canción más apasionada y dinámica que sirva para cerrar uno de sus discos más completos de los casi diez años de carrera.

Ajenos a todo tipo de modas, Kadavar encara un futuro cada día más prometedor. Si la justicia musical hiciera acto de presencia, su potencial gozaría de mayor popularidad entre los feligreses de nueva generación del proto-metal. Todavía es pronto para adivinar lo que les depara el destino, pero el nivel que han alcanzado (una vez más) en esta entrega está al alcance de muy pocos. En noviembre tendremos la ocasión de disfrutar de su directo junto a los suecos Hällas y los franceses Mars Red Sky.