Jack Slamer: Keep Your Love Loud

Con el otoño llega también el nuevo disco de Jack Slamer. Un trabajo... complicado.

El rock, sin fecha de caducidad

Hay algo en las más legendarias bandas de la historia de la música rock que realmente opera como un poder magnético. ¿De qué otro modo se podría explicar el resurgir del rock ‘n’ roll clásico si no? Dicho sea de paso, el deseo de emular épocas más puras no se ha ganado al público más joven hasta la pasada década. Ya vimos a Led Zeppelin con el auge de Greta Van Fleet, pero antes ya estaba Jack Slamer, operando desde las sombras, con un carácter que recuerda a pioneros como Deep Purple.

Pues bien, la banda de Suiza, capitaneada por el carismático Florian Ganz, se ha servido de nuevo de las fuentes más genuinas de rock ‘n’ roll para su tercer disco: ‘Keep Your Love Loud’. Hasta aquí todo parece estupendo. ¿Qué podría salir mal?

Qué desafortunada idea la de abrir el disco con su mejor corte. “Brother” es un chute de energía, es actitud, es retro y pegadiza. Para los que no están familiarizados con la música de Jack Slamer, la voz de su vocalista causa sensación. Entre los registros agudos de este y los fantásticos riffs que construyen la canción, es cuestión de segundos que uno desee escuchar más y más de esta banda tan poco conocida. Por desgracia, este gancho con el que atrapan al oyente se va debilitando a cada canción.

“Favorite Enemy” proporciona novedades, ritmos distintos a la batería, dinamismo y buen rollo, pero no deja marca alguna. A continuación, hay una brizna de esperanza con “Sun Soul Healing”, otro tema destacado de este descafeinado ‘Keep Your Love Loud’. En “Lost” y “War Of Words” hay un repentino cambio de formato que al menos le aporta novedad al asunto. Se tratan de canciones lentas y más profundas, de las cuales es de admirar la pasión que desprende la segunda de ellas.

“Magic Woman” se concibe como una metamorfosis: de los ritmos animados se pasa a estrofas lentas, aunque cargadas con altas dosis de pasión, para acabar pisando, incluso, el terreno del romanticismo y la sensualidad. Seguidamente está “Memories” y “Stumbled”, que mantienen el tipo pero son de esas canciones que no van más allá de crear ambiente. Entre redobles aumenta la intensidad de “Ocean”, un pequeño tesoro escondido en este curioso ‘Keep Your Love Loud’.

Jack Slamer cierra el repertorio con “Bouquet Of Decibels”, un título más que acertado para tal corte. El álbum llega a su fin y tan solo se puede apreciar que, sin duda alguna, los chicos de Jack Slamer van pasando su espíritu de disco en disco, lo cual sería necesario valorar si a estas alturas esta afirmación es un cumplido o una crítica constructiva.

Sentimientos encontrados

En fin, esta banda tiene el talento, la actitud y la esencia. ¿Qué es lo que falla? Basta decir que para gustos, los colores, y es que en conjunto se trata de un disco llamativo y con aparente potencial. Es luego, cuando las repeticiones terminan por ser abrumadoras, porque no solo las estructuras en que se encuadran los temas son muy parecidas, sino que, como ya se ha dicho al principio de esta sincera crítica, es idéntico que ha estado sonando en las radios de rock ‘n’ roll desde los setenta. Cambia la época y el nombre de la banda, pero el hecho es el mismo. A pesar de ello, es bonito ver que siguen habiendo personas que sienten la llamada de esta música y que luchan para mantenerla a flote, a la vez que disfrutan con ello.