Desde sus inicios su calidad musical fue reconocida. Pero en los últimos años Insomnium han estado ganando en popularidad exponencialmente al buen hacer de sus trabajos. Su último Heart Like A Grave retrocede en el tiempo, pero ni por asomo da un paso atrás.

Si bien fue el aclamado ‘Shadows Of The Dying Sun’ el trabajo que terminó por subrayarlos sobre el mapa, el encargado de dar cuerpo y característica a Insomnium como una banda realmente a tener en cuenta más allá de lo obvio, fue su anterior ‘Winter’s Gate’. Un disco diferente en estilo a su anterior bagaje. Cargado de melancolía y tristeza, pero reflejada a partir de un aura completamente post pese a no abandonar su death melódico como emblema. Un trabajo conceptual dividido en siete partes que además de encandilar a aquellos que buscaban ahondar aún más en la profundidad formal de un grupo que por fin despuntaba. El disco también generó la gran pregunta: ¿Son estos los nuevos Insomnium, o es este un trabajo único y una necesidad expresiva fruto de un momento concreto?

No hay futuro sin entender el pasado

La respuesta parece clara, pese a que nunca se puede decir nunca. Con este nuevo ‘Heart Like A Grave’ el grupo vuelve a su estilo habitual. Un disco que de nuevo potencia la melodía como eyector de un sentimentalismo que bajo ningún concepto avergüenza a los fineses. Pues esta apelación al corazón ha sido siempre el alma mater de su ser. Sin perder potencia por el camino, sus estilizadas melodías son transmisoras de una intensa emoción, y estas hacen de ello su sello personal. Este nuevo trabajo estiliza, si más cabe, esta capacidad de componer armonías –posiblemente en ello tenga mucho que ver la reciente inclusión de Jani Limatainen (ex Sonata Arctica) como miembro de pleno derecho en el grupo– con capacidad de hacer corpórea la identidad de cada tema. Y es que estas, más allá de lo pegadizas, y por tanto útiles para llegar a un mayor público, están dotadas de una elegancia y complejidad que las distancia de lo chabacano y meramente funcional.

A muchos sorprenderá la mayor dosis de voces limpias en este último trabajo. Pese a que esto no es novedad en ningún momento, pues han sido usadas por el grupo en muchas ocasiones anteriores. Sin embargo, si es cierto que en este caso se vuelven una herramienta común, pero a su vez muy bien integrada. Ya que en ningún momento cae en la sobredosis o el exceso. El carácter de coro, apoyado por una fusión nada grandilocuente en el estudio, hacen de su uso una buena forma de moldear la historia de cada tema. Amén de añadir variedad al conjunto. Y es que la combinación de las voces de Limatainen con las de Ville Friman evitan que se caiga en la sensación de agotamiento, ya que estas se usarán de un modo diferente en cada tema. Muy diferentes son entre sí los usos en “Valediction”, en que ambos combinan tonos, con los de, por ejemplo, «And Bells They Toll», en que podemos escuchar más claramente la voz del nuevo miembro en el estribillo. Habrá que ver que tal casa esto último en directo. Podremos averiguarlo el próximo noviembre.

Que el corazón te guie

Pese al uso de temáticas desesperanzadoras y melancólicas en sus letras, las melodías de Insomnium siempre han parecido apuntar en una dirección opuesta en lo que morfológicamente se refiere. Sin embargo, en lo veloz y potente de sus tonos, se puede apreciar también esta tristeza existencial que en nuestra época ha terminado tan arraigada a esta clase de riffs de carácter tan europeo. Y es que no deja de resultar extraño que un disco que se inicia con un teclado sintetizado tan poderoso como el de “Wail Of The North”, sea capaz de llevarnos a un estado mental tan reflexivo como el que nos ofrece este trabajo. Sin embargo, su previa introducción a base de piano clásico es el encargado de sumergirnos en esta densidad tan pesada.

Con esto quiero ejemplificar que es la combinación de elementos que a simple vista parecen obviamente arraigados a ciertas emociones lo que hace tan efectiva la complejidad de Insomnium. Y ‘Heart Like A Grave’ es el máximo exponente de ello, pues nos arrastra hasta el fondo a partir de tonos altos, recordándonos por que su archiconocida “While We Sleep” fue capaz de llegar de forma tan directa al gran público. Dicho esto, creo de mera obligación hablar de la estructura del disco. Pues llama muchísimo la atención como, su primera mitad, podría formar el EP perfecto. Si me preguntan, todo lo que se abarca entre esta primera “Wail Of The North” hasta “Pale Morning Star”, que para un servidor es desde ya uno de los temas más interesantes escritos por la banda, es directamente una obra maestra. Tan variada como personal.

La mencionada “And Bells They Toll”, que es desde luego el tema más singular del álbum, hace de divisor entre dos partes bien marcadas, tal vez de forma inintencionada. Esta enamorará a muchos por su carácter singular y su búsqueda de lo orgánico, y disgustará a muchos otros que se cuestionarán si las herramientas para ello son las correctas. Yo todavía no tengo muy claro en que bando estoy. Tras esta, entramos en el tramo final, en que el disco baja un poco el interés, pese a seguir moviéndose en la misma dirección. Tal vez la formula se agote pronto (siempre he tenido un poco esta sensación con los discos de Insomnium) o tal vez simplemente se trate de un recogido de temas algo menos inspirados, que puestos cara a cara con tamaño inicio acaben viéndose faltos de apoyo. Sin embargo, para nada esto es lapidario, y posiblemente un orden distinto hubiese hecho que esta sensación se desvaneciese.

Pues este tramo final sigue contando con joyas como “Mute Is My Sorrow”, uno de los más guitarreros del álbum y que a muchos recordará a la maravillosa “Ephemeral”, el tema homónimo al disco que vuelve de nuevo al uso de las voces grupales para adentrarnos en el carácter más naturalista y nórdico del grupo, o la brillante instrumental “Karelia”, que a partir de una variación de la melodía principal de “Valediction” conforma un cierre totalmente emocional en perfecta conjunción con lo que el grupo pretende representar. ‘Heart Like A Grave’ no solo representa el regreso de los Insomnium más queridos, sino que también confirma ‘Winter’s Gate’ como un trabajo todavía más especial si cabe. Esta es la consagración de un grupo que, está claro, que será representativo de un género. Si es que no lo está siendo ya.

Titus Ferrer

Grupo:Insomnium

Discográfica:Century Media

Puntuación:8

Canciones:

  1. Wail of the North
  2. Valediction
  3. Neverlast
  4. Pale Morning Star
  5. And Bells They Toll
  6. The Offering
  7. Mute Is My Sorrow
  8. Twilight Trails
  9. Heart Like a Grave
  10. Karelia

Año:2019-10-04

Votación de los lectores:5