In Vain: All Hope Is Gone

Si algo define el sonido de In Vain es el puro y duro heavy metal. Sí, con concesiones al power o el thrash. No, sin experimentos ni respiros. Y 'All Hope is Gone', su quinto trabajo, es el mejor ejemplo.

Los madrileños In Vain siguen a lo suyo, puro heavy metal, en este nuevo trabajo que sigue dejando patente la calidad y las tablas que su formación llevan a sus espaldas. Un disco más que notable, crudo, directo y veloz, que pone todo su (pesado) arsenal sobre la mesa en forma de composiciones que tienen muy claro de donde vienen y a donde van.

Que la esencia de su sonido bebe del heavy más clásico es una obviedad, tanto como lo es que no le hacen ascos a sus vertientes más cercanas al power e incluso el thrash, y es que si existiera una palabra para definir este ‘All Hope is Gone’ sería sin duda fuerza. Una envidiable fuerza, para que engañarse.

En quinta marcha

Arrancan ‘All Hope Is Gone’ con las inquietantes y oscuras atmósferas que firman la guitarra de Daniel Blanco Martín en una «Evil’s in My Soul» que pronto desencadena en todo un huracán repleto de agresividad y velocidad, con la potente y versátil voz de Dani Cordón demostrando que está hecho de otra pasta. Mantienen el tipo con una «Falling to the Ground» de esencia más power con pasajes a medio camino entre los Iron Maiden o Running Wild más clásicos.

Siguiendo la estela marcada por el anterior corte llega el turno de una «Last Endeavour» más épica y pegadiza, de sabor germano, pero que mantiene intacta la personalidad que la banda ha sabido imprimir a lo largo de los años a sus composiciones. Eso sí, recuperan la agresividad en la veloz «Kings of the Hill», más próxima a la escuela americana de bandas como Testament, por citar un ejemplo.

A pesar del melódico a la par que contundente inicio de «Tell Me Who I’m Not», la aplastante batería de Teo Seoane pronto encuentra la complicidad y velocidad del bajo de Mario Arredondo para firmar otro corte marca de la casa de poderoso estribillo. Una fórmula que repiten en otra de las composiciones estrellas del compacto, «Hannibal ad portas», con algunos de los pasajes más brutales de este nuevo trabajo.

Hay temas que nacen para el directo y el endiablado «See You in Hell» es, sin duda, un claro ejemplo de ello. Directa, pegadiza y veloz ideal para cantar, corear y disfrutar como se debe hacer la música, en vivo. Daniel vuelve a brillar a la voz en el corte que da título al disco, «All Hope is Gone», batiéndose en duelo de seis cuerdas con su tocayo. Puro heavy metal.

No, la esperanza no se ha ido

Los registros vocales más agudos sacan músculo en la guitarrera «It’s Getting Dark», otra de esas canciones que van ganando tras cada escucha hasta que uno no se la puede sacar de la cabeza. Ni falta que hace. ¿Más sonido clásico? Ahí va una melódica y potente «Never Look Back». De nada.

Se acerca el final y no brindan un minuto de tregua al compás de «Metal Chams». No, que nadie espere encontrar aquí una balada o un medio tiempo, porque no lo va a hacer. Y como colofón un ambicioso «Goodbye and Fuck You All» que recoge todas y cada una de sus influencias e inquietudes musicales a lo largo de sus diez minutos. Heavy metal para disfrutar de él de principio a fin con In Vain.