In Flames: I, The Mask

No es fácil tener que sobrevivir a lo largo de los años con la etiqueta de ser una de las bandas pioneras del death metal melódico, experimentar con nuevos sonidos y permitirse evolucionar su estilo, con menor o mayor acierto, tras cada trabajo. Pero In Flames son unos supervivientes.

Con este ‘I, The Mask’ ya van trece álbumes de estudio repartidos en nada más y nada menos que un cuarto de siglo de carrera y, obviamente, Anders y los suyos ya no son los de ‘The Jester Race’ o ‘Whoracle’. Es el siguiente paso lógico a su sucesor, ‘Battles’, con una segunda mitad de reminiscencias a ‘Siren Charms.

Continúa la batalla

Los primeros dibujos de guitarra dejan claro de buen inicio que esto es un disco de In Flames, con ese sonido tan característico de las seis cuerdas y un Anders Fridén que alterna su registro más agresivo en los versos con su faceta más melódica durante los estribillos. Un arranque tan esperado como notable que desemboca en ‘I, The Mask’, corte que da título al disco y saca a relucir su vertiente más agresiva y veloz no exenta de su concesión a las partes tanto vocales como instrumentales más limpias.

Bjorn Gelotte y Niclas Engelin, los únicos dos veteranos de la formación junto a Fridén, sacan brillo a sus mástiles con unas guitarras que harán las delicias de cualquier seguidor de los suecos en “Call My Name”, con unos riffs y unas líneas melódicas que llevan su inconfundible imprenta. “I Am Above” no se distancia mucho de ese camino, un brindis a la nostalgia de la vieja escuela que sabe beber inteligentemente de su presente y futuro más inmediato.

En “Follow Me” juegan sus bazas más bellas y emotivas, especialmente con ese inicio y final de una sensibilidad acústica innegable y un Anders más meloso de lo habitual. Cambio de tercio en “(This is our) House”, tan facilona como efectiva, tanto en lo instrumental como en lo lírico, con un estribillo y unas armonías que se repiten prácticamente durante toda la composición y que bien seguro les va a funcionar a la perfección en sus directos. De esas que se te quedan grabadas ya tras la primera escucha.

Cantos de sirena

Uno de mis momentos favoritos llega con “We Will Remember”, una de las piezas más inspiradas de este ‘I, The Mask’. Apostaría sin dudarlo un instante que se va a convertir en una de sus imprescindibles en los tiempos venideros, y es que lo tiene todo para calar entre sus seguidores gracias a una melodía e intensidad que van de la mano. No abandonan ese registro en “In This Life” con Anders renunciando a sus gruñidos habituales en pos de un tono más cálido demostrando todo el rango de su faceta vocal, en la línea de su “Siren Charms”.

Los que busquen una mayor violencia sonora serán reconfortados en “Burn”, con una batería acelerada, potente y compacta que encuentra en el grueso de un poderoso bajo y las guitarras de Gelotte/Engelin sus perfectos escuderos. Todo bajo los registros más brutales de su vocalista, pero con un nuevo estribillo marca de la casa. “Deep Inside” no pierde un ápice de energía aunque baja sus revoluciones permitiéndose experimentar con pasajes acústicos, un halo más místico y uno de los mejores solos de guitarra de todo el álbum.

Siguen reinventándose con “All The Pain”, con un Anders que no deja de sorprendernos con su voz y sigue enamorándonos con su tesitura más blandita y los giros instrumentales más inesperados. Aunque para sorpresa la de “Stay With Me”, un final absolutamente in crescendo, que se inicia bajo un manto acústico precioso que rompe en su último tramo con una delicada tormenta eléctrica que pone de manifiesto que a los suecos les queda cuerda para rato. Otra cosa es que su propuesta actual os pueda gustar más o menos.

Quitándose la máscara

Como decía al principio de esta crítica, los tiempos cambian, los músicos también, e In Flames no son una excepción. En vuestra mano está abriros a las, ya no tan nuevas, tendencias de la banda y sus nuevas composiciones que, sin renunciar a la agresividad de la que un día fueran abanderados, han encontrado el abrazo de la melodía y los registros más comerciales. Y hay muchas ganas de ver como suena este nuevo material en directo.

‘I, The Mask’ es una nueva demostración de lo que son capaces In Flames, frío y calor, agresividad y suavidad, metal alternativo que sabe beber de las influencias de un género al que hace tres décadas ellos mismos pusieron en el mapa musical europeo sin renunciar a las tendencias que han ido recogiendo durante todos estos años. Que no son pocos.