Eclyptic: Wake Of Shadows

La máquina suiza llamada Illumishade arrancó a mil kilometros por hora y entregó una obra de arte tan completa que muchas de las bandas consagradas envidiarían o que al menos hubieran deseado para que así hubiera sido su primer álbum.

Pocas bandas tienen el talento y calidad para entregar en su primer trabajo y opera prima, algo que pueda considerarse sublime, regularmente los primeros discos de cualquier banda son buenos y en el segundo que es la prueba de fuego, muchos caen, en este caso se pudo saborear que esto es solo el plato de entrada, que lo que está por venir será un plato fuerte, más delicioso y que esto no fue un trabajo de suerte o fortuito.

Con todos sus componentes musicales y con esa voz no se puede decir que alguien falta o que alguien sobra; a este ferrocarril moderno no le duele nada, partieron de la estación del éxito como un tren sin frenos, de forma vertiginosa, de manera estruendosa, apabullante. Es cierto que no presentó o descubrió el hilo negro, no inventó sonidos que se hayan escuchado en otro lado; pero no lo necesita.

Illumishade vino a sumarse a una ola de bandas que buscan destacarse en esta marabunta de artistas que buscan ofrecer mejores propuestas musicales que se destaquen en medio de todo el mar de propuestas vacías y donde muchas bandas que no tienen el talento y calidad han encontrado su negocio con adolescentes que se llegan a sorprender fácilmente, consumiendo en muchas ocasiones lo que les diga la publicidad de Spotify o Youtube.

El disco

El tormentoso 2020 vio surgir el trabajo de Illumishade titulado ‘Eclyptic: Wake of Shadows’. Un trabajo que ya se venía anunciando y que a decir verdad resultó ser una joya absoluta. 13 canciones que no tienen pérdida de tiempo, perfectas y plenas de brillo. Puro y total metal es lo que derrama en grandes proporciones la banda suiza integrada por Fabienne (Voz), Mirjam Schnedl (Teclados), Jonas Wolf (Guitarra), Yannick Urbanczik (Bajo) y Marc Friedrich (Batería); este disco es una obra apasionante con toda la esencia que rodea a la banda y con un sonido propositivo.

‘Eclyptic: Wake of Shadows’ tiene un comienzo tranquilo que se convierte en un comienzo vertiginoso, con temas que te atrapan para iniciar como lo son “The Calling Winds” y “Tales of Time” y que sirven de preámbulo para la preciosa “What Have I Become”.

Desde «Rise» en adelante inició un deleite fabuloso con la voz de Fabianne, se trata de cortes que se dejan influir por otros vientos melódicos, ya sea por el sorprendente sonido a lo Épica o por las guitarras delirantes y envolventes, las cuales bien podrían funcionar como soundtrack de cualquier serie televisiva de suspenso tipo Dark o True Blood. Hay que resaltar la labor de Jonas Wolf y sus guitarras, quien cuenta con los espacios suficientes para dar rienda suelta sus espléndidos y virtuosos sonidos. Sobra decir que la voz se complementó de manera honda y expresiva sobre esa guitarra.

El metal sinfónico se tomó de la mano con Fabianne y compañía en este gran disco, dejándose llevar por pasajes tan diversos, algunos tan oscuros como la realidad misma que se está viviendo en la actualidad y algunos que pareciera decir que la se debe despertar, ya ni siquiera como sociedad, sino como humanidad. La batería y el ambiente que se lograron en las melodías de forma constante hacen divagar, deambular; no cabe duda que Mirjam Schnedl logró el objetivo con los teclados y ciertas texturas de ambiente que solo él puede lograr con esos sonidos y matices que fueron adornando las melodías y aderezando lo que pudieron ser huecos o vacíos.

Golpe de autoridad

Illumishade y su metal de sinfonía dio un golpe de autoridad en relación con su trabajo y persistencia. Su sonido envolvente, sombrío y melancólico es tan suyo; envuelven de manera elegante y sutil, con letras inteligentes y un timbre de voz que remite a las mejores voces femeninas del metal. Cada uno de los temas que componen este trabajo tienen personalidad propia y la producción resultó impecable, resultó tan impecable que hasta podría cuestionarse tanta perfección, más siendo una producción propia.

Ampliamente recomendable los tracks de “Crystal Silence”, “What Have I Become”, “Muse of Unknown”, “Forces Beyond the Obsidian Veil” y ni que decir de “World’s End”, tan apropiada, tan digna de la actualidad, para ponerse una y otra vez durante 24 horas en épocas de pandemia.

‘Eclyptic: Wake of Shadows’ es, en pocas palabras, un gran trabajo. Illumishade llegó para quedarse, para jugarse el todo por el todo y se llevó las palmas.