Hypno5e: Sheol

Escuchar ‘Sheol’ es el ejercicio necesario para tratar de averiguar si Hypno5e son ese tipo de grupos que escuchas cuando lanzan un nuevo disco para luego dejarlos en un rincón a la espera del siguiente trabajo o una de esas bandas que obligan a recurrir a ellas cuando el estado de ánimo idóneo hace acto de presencia y las manos, en plena conjugación con el alma, eligen uno de sus discos, con independencia de que sea nuevo o no.

Este sexto trabajo de los franceses vuelve a ser una demostración de complejidad, una pieza poliédrica, una suerte de caja secreta en la que hay que buscar el mecanismo que hace saltar la apertura para dejar a la vista su deseado contenido. No obstante, este mecanismo, es descubierto por el grupo sin tapujos y no está de más recordarlo: Sheol es, en la Biblia hebrea, el lugar donde se reúnen todas las almas después de su muerte, para permanecer en silencio y convertirse en polvo una vez más. El disco está relacionado con ‘A Distant (Dark) Source’ su obra de 2019: Uno comienza donde el otro llega a su fin, si allí estaba “Tauca, Pt. II”, aquí la parte I. De nuevo la poesía cobra protagonismo y César Vallejo, Anne Sexton y Jean Cocteau recitan sus propios versos…

Música más allá de poesía e imagen

Cierto es que la experiencia del directo de Hypno5e gracias a la versatilidad visual de sus miembros, es un todo que une sonido e imagen, del mismo modo que más cierto es que en este caso, ‘Sheol’ es un todo con entidad propia que se puede apreciar tan solo (¿tan solo?) escuchándolo.

Más de una hora de duración y ocho composiciones, que se abre y cierra de la misma manera: con un tema dividido en dos partes, la primera de unos dos minutos y la segunda de diez o doce, así son “Sheol, Pt.I – Nowhere” y “Pt.II – Lands Of Haze” y su espejo “Slow Steams Of Darkness”, la “Pt.I – Milluni” y la “Pt.II – Solar Mist”, las primeras, recitados, susurrados, quietud, calma; las segundas, dejan salir la furia, la bestia que pugna por hacerse ver a través de la oscuridad.

Si de interrelación entre imagen y sonido hablábamos unas líneas más arriba, “Bone Dust”, con ese inicio de cuerdas, es ejemplo de cómo empiezan a sonar como una banda sonora, un corte sonoro-visual, sobre el que la banda va dejando crecer su dulzura, su cautivadora parsimonia sonora a la que le van añadiendo intensidad para llegar a ese punto intenso y voraz en el que la voces más desgarradoras se mecen con las suaves sin chasquidos ni roces tensos.

El tema que retrotraía a 2019, “Tauca, Pt.I – Another” explica de forma perfecta esa relación, donde allí se arrancaba el recitado desgarrando después la furia sonora, aquí, es un remanso en el que se aprecia la tensión bajo la superficie, casi la vemos estallar hasta que ¡bam! Nos dejan con las ganas y cuesta no darle a la pausa para volver a buscar la primera parte.

Quizá debido a la construcción tanto de los temas como del propio disco en sí, los temas más contundentes son “Lava From The Sky” y “The Dreamer And His Dream”. La primera es una composición que se puede calificar sin rubor de excepcional, excelente, un juego de pasajes calmos y furia incontrolada en la que vemos que la incorporación de Pierre Rettien y Charles Villanueva en la base rítmica dotan a la banda de un aire de frescura furiosa capaz de susurrar cuando es necesario.
La otra, “The Dreamer And His Dream” capta la atención desde los primeros segundos, un paisaje sonoro que casi deja ver el visual, Sheol, mientras intuimos esas almas que allí están, en silencio, evitando convertirse en polvo de forma irrevocable. Un tema construido a base de dientes de sierra sobre los que dejarse caer para que la heridas sangren y el dolor sea la cura definitiva.

El trampantojo definitivo

¿Es ‘Sheol’ una reunión de temas inconexos entre sí pese a lo que el grupo se empeña en explicar? Casi podría parecer que sí, cuatro temas que son dos partes cada uno, otro que es a su vez una parte de otro perteneciente a un disco anterior, un tema puente y dos genialidades que parecen entretejerse… sería la explicación/definición de este disco cuando no se escuchó con concentración y atención.

Superada esa fase y tras una escucha proactiva se descubre el trampantojo y el asombro supera a la reticencia. Hyno5e hacen gala de una fuerza compositiva que casi no habían desvelado hasta ahora, logra alcanzar un punto de calidad que les dota de una luminosidad que estaba oculta por una bruma de temor a ser ellos mismos.

09Alcanzan un punto en el que los temas, si bien siguen sus patrones anteriores, consiguen evolucionar hacia una vanguardia sonora más eficiente, clara, concisa y decidida. Más que un cambio o una evolución, lo que supone Sheol es un autodescubrimiento. Dadle al play con “Lava From The Sky” una vez más a ver si ahora cambia esa concepción.

Habrá quien diga que hay un retroceso en la música del grupo, que carece de la concisión y acierto de trabajos anteriores, que peca de artificio en su construcción, que es predecible para oídos bien entrenados… y no andan desencaminados… sin embargo la apuesta por la exploración y la experimentación, la variedad y la búsqueda incesante de la perfección colocan al disco en un escalón superior al de esas críticas.

Logran con ‘Sheol’ el equilibrio entre los puntos débiles y los fuertes para salir airosos de esta apuesta y hay que aplaudirles por su empeño en no contentarse con repetir los aciertos pasados y lanzar sus mentes hacia adelante, asumiendo el riesgo en esa búsqueda para cautivar tanto a los fans como a quienes todavía no lo son, y ‘Sheol’ debería ser ese disco que les haga engrosar las filas de los fieles a Hypno5e.