Holycide: Fist To Face

Holycide actualiza a base de puñetazos en la cara el mensaje de su thrash metal, difundiendo a golpe metálico su mensaje contra los poderes de opresión contra la humanidad. Y no dejan cuerpo con cabeza.

Las portadas eran importantes

Cabe destacar la portada de este trabajo, ya que de un vistazo la podemos catalogar como una portada de thrash metal. Realizada por Akirant Illustration, esta obra ilustrada nos devuelve al mundo clásico de las portadas más heavys de la mano del madrileño Alberto Quirantes, quien ha trabajado para LucasFilm, Blaze Bayley, etc. En la actualidad sigue con Iron Maiden. Buena carta de presentación para este estupendo ilustrador. Las portadas en el thrash metal son muy llamativas, reivindicativas y explícitas (podemos recordar los parental advisory americanos), y el estilo de este ilustrador nos lleva a recordar y volver a apreciar el estilo de los grupos californianos que engendraron este estilo, entre otros pocos de grupos y distintos lugares más del mundo, ya que vienen a la cabeza de forma automática. Es una lástima que las portadas de los trabajos musicales vayan a desaparecer casi por completo con las nuevas tendencias en las que importa más el peso digital y el contenido, que el contenedor.

Caña a raudales

Comienza el disco con “Intrump”, intro que aplica una poderosa crítica al poder, y en este caso particular dirigido al visceral liderazgo actual en USA . En esta intro se escucha la voz de Donald Trump con voces y risas que añaden un toque ácido y crítico al contenido del discurso  de uno de los gobernantes más poderosos del mundo. Hay que tener espíritu crítico para realizar una intro de este calibre, siguiendo la tradición del thrash metal de amplificar la crítica social y todo lo referente a socavar el poder político. Holycide demuestra que su ingenio está en un estado muy óptimo con este título, jugando con el nombre de Trump, y comenzando el trabajo con una intro a diferencia de su anterior y primer larga duración ‘Annihilate… Then Ask!’.

El primer tema es «Fist To Face» primer single del disco que vio la luz en diciembre de 2019. Las guitarras cortan el silencio y hacen de puente para entrar de lleno en el tema. Riffs vertiginosos y un estribillo pegadizo nos lanzan a ritmos trepidantes, en los que el doble bombo y las guitarras marcan el camino, pura poesía thrash metalera. Guitarras solistas sólidas y efectivas provocan exteriorizar la disconformidad, en línea con las letras. Temazo disfrutable al 100% en directo. En sus letras la humanidad está bajo la explotación del sistema capitalista y los poderes mundiales. Que mejor forma de acabar con el sistema que invocar a la desobediencia,  a la reflexión crítica y a la libertad.

Sigue la canción «Empty Cyber Life», segunda canción más larga de la obra. La guitarra que abre nos recuerda al sonido chirriante de Megadeth introducido en más de un tema de los grandes maestros del estilo, sobretodo de los primeros discos. Es brutal que el bajo se pueda oír y disfrutar, ya que aparte de ofrecer una base estable rítmica junto a la batería, también nos ofrece una cuna melódica para las guitarras y la voz. La letra en este tema nos habla del mundo digital, de las redes sociales, de la falsedad y frialdad de las relaciones que supuestamente se crean en la red, invitando a despertar de esa mentira que nos rodea y nos alimenta con una exquisita superfluidad creada a medida para cada persona. La dependencia a estas interacciones nos mantienen a la espera de interactuar escuchando y explicando nuestras experiencias y nuestra vida. Y el móvil se convierte en una obsesión. Holycide nos insta a mantener unas relaciones humanas físicas y reales. Dave Rotten mantiene el estilo propio de su voz, aunque introduce algún gutural bien combinado con sus alaridos y golpes de voz cercanos a ladridos. Los coros están a la altura estilística con contundencia, mensajes cortos y concisos. Podemos apreciar en este tema un pasaje breve pero algo progresivo otorgando frescura y fluidez a la composición.

En cuarto lugar encontramos «Vultures», tercer tema del LP que arranca con un riff cañero y muy original. Se pueden escuchar las dos guitarras, una más grave que se adhiere a las frecuencias graves del bajo y el bombo, y otra más aguda con más chispa; la combinación de ambas es extraordinariamente adecuada. La caja en este disco suena algo grave (siendo este un tema de configuración «al gusto»); el sonido a lata siempre es más recurrente, pero muy típico. El doble bombo se lanza con fiereza en una sección del corte y genera una trepidante vorágine. La guitarra solista está al nivel técnico que demanda el tema. La batería hace un trabajo excelente de platos, redobles y cortes clavados en el tiempo. El título de este tema es bastante descriptivo en referencia a lo que dicen sus letras. Arranque energético en «Nuclear Fallout» que nos recuerda a Metallica (en su época más thrashera, claro). Es un corte clásico y oscuro, directo. Escalas de araña se mezclan con la voz y coros, haciendo que la guitarra nos lleve al epicentro de un tornado armónico pero enrarecido; cortes de guitarra para unir partes diferentes que le aportan frescura y rabia que recuerdan a telones de acero que nos conducen por la senda oscura de este tema.

La energía nuclear y las armas que se derivan de estas tecnologías atómicas siempre han sido un tema recurrente por los thrashers, ya que de ellas se derivan guerras por el poder y dominio, catástrofes mundiales y muchos residuos con los que la humanidad deberá convivir durante mucho tiempo. De tal dimensión son las consecuencias de su utilización que el hombre parece no saber plenamente como afectarán a los seres vivos y al planeta en el que residen. El bajo se atreve a frasear una melodía a alta velocidad, y poder escucharlo en un disco siempre deja muy  buen sabor de boca. Aparecen algunos coros ultra graves y voces con diferentes sonoridades panorámicas en un disco con una mezcla muy conseguida.

A ritmo de «tupa tupa» (bombo y caja tocados de forma continuada) se abre «Trapped By The Crappy Trap»  junto a unas melodías de lo más oscuras y misteriosas. Los riffs rápidos y siniestros acompañan a la voz en esta «trampa». Este tema claramente es una crítica al estilo trap, subgenero del hip hop, que hoy en día junto al reggaeton está en la cabeza de una infinidad de jovencitas y jovencitos alimentando a una industria muy lujosa y voraz, muchas veces puesta en duda por motivos éticos y morales. La violencia en las calles es un tema que viene de lejos y no se ve la luz del final del túnel, y aunque es un tema que concierne a todo el mundo, la juventud lleva consigo una rebeldía indisociable a su edad y muy difícil de controlar. El resquemor entre estilos musicales muy diversos siempre acompañan y enturbian las relaciones y opiniones personales, quizás más en las letras que en la vida real. Musicalmente hablando es uno de los mejores temas del disco y tiene un estribillo con un punch muy bueno.

«Mentality Packs» empieza con una exhibición de batería fusionada con las guitarras y un alarido de voz. Tiene esta canción una buena combinación de ritmos que invitan a moverse y a romperse el cuello, recordando a los maestros de Testament. Se repite la voz con efectos de profundidad en el estribillo, dejando buenas sensaciones. Hay un cambio de ritmo que abre con guitarras que funciona muy bien como antesala al solo, realizado este con tres melodías muy diferenciadas. También es un tópico del thrash metal hablar del control mental de la población por parte del poder económico, político y social.

Seguidamente nos encontramos con una versión personalizada en el caso de «The Aftermath», original de Recipients Of Death grupo californiano de Los Ángeles (finales de los ’90). La original suena al mítico sonido sucio y tipo garaje de los inicios del thrash, pero la que Holycide nos regala es una personalización de un tema antiguo que ha sido grabado en el año 2019, es decir que gana en calidad sonora y actualización del tipo de sonido. Es un placer escuchar lo que ha avanzado la ingeniería del sonido.

El antepenúltimo tema del disco «Napalm Sweet Napalm» se abre camino con un drum and bass breve para abrir la puerta a las guitarras seguidas de la voz, y esta última se acaba alternando con una voz gutural poderosa y coros. Las guitarras crujen en un sonido que arde. Este es el tema más largo del disco y se forma por diferentes ritmos, solos robóticos que se mezclan con figuras más clásicas y rockeras de los mismos, creando una buena variedad para el oído. La batería parece en esta canción más cubierta por la sonoridad de las cuerdas, menos en la entrada y la parte que vuelven a la carga la rítmica y la batería para acabar el tema con un fade out de épocas ancestrales. Antes de acabar nos encontramos con «Innocent Hate», tema que no da margen ni tregua. Las guitarras y los golpes rítmicos acosan en su comienzo hasta llegar al puente y el estribillo (en el que se alternan voz y coros graves) en el que se suavizan las formas sin dejar de ser contundentes, volviendo al golpe de bombo y caja consecutivo después del estribillo; luego se nos abre una parte progresiva en la que los músicos se lucen. Y para acabar entran en juego diferentes panorámicas de las guitarras en el principio de » Fake Libertarian» para seguir con unos contundentes riffs cercanos a estilos más dark y melodías de lo más thrashers. La voz sigue con la tónica del disco y emite alaridos que se hunden en las profundidades. Los solos sacan sus mejores bendings y los ritmos de cuerdas sus cortes más afilados. Nada mal para finalizar el trabajo, que acaba con otro fade out algo más veloz.

Vivir una de las mejores épocas sin público

Hablar de Holycide, y su nuevo trabajo ‘Fist To Face’ es hablar del incombustible Dave Rotten y toda su experiencia en muchas bandas, destacando Avulsed. Personalidades como Dave mantienen a un nivel excelente el thrash metal y buena parte de lo que tocan, en momentos en los que el público del thrash metal está disfrutando como nunca de los trabajos actuales por parte de bandas consagradas y otras nuevas que están generando comunidad y espectativas muy buenas. ¿Quién dijo que el thrash metal estaba muerto? Cuando acaben (que van para largo) los estados de alarma, las cuarentenas, los confinamientos, y las medidas higiénicas y sanitarias para hacer frente al Covid19, ¿Quién no quiere ver a Holycide en directo? Seguro que los thrashers se mueren de ganas con un trabajo de esta magnitud, y no, no solo son los clásicos y nostálgicos seguidores del estilo, hay generaciones que recogen el testigo como público y como músicos, y esto dará que hablar.