Holy Moses: Invisible Queen

Sabina Classen cierra la trayectoria de Holy Moses por todo lo alto, con un álbum brillante cuyo contenido defenderá en directo durante 2023 con una última serie de actuaciones.

Cuando Sabina Classen se unió a Holy Moses, Angela Gossow iba a la escuela primaria y faltaban alrededor de 20 años para que se vinculara a Arch Enemy como vocalista, mientras que Alissa White-Gluz ni siquiera había nacido.

Sirva este preámbulo para constatar la significativa relevancia que Sabina ha tenido en la historia con respecto a la introducción de las voces femeninas agresivas y guturales en el contexto del metal. Toda una pionera, sin duda, que dejó muestras de su capacidad pulmonar entre finales de los ’80 y primeros de los ’90 en obras de thrash metal enérgico al igual que sobrado de técnica como, ‘Finished With The Dogs’ (1987), ‘The New Machine Of Liechtenstein’ (1989), ‘World Chaos’ (1990), el imprescindible ‘Terminal Terror’ (1991) y ‘Reborn Dogs’ (1992).

Final de trayectoria con un álbum desestabilizador

Tras más de cuatro décadas después, Sabina, única componente original en la actualidad y convertida en líder de Holy Moses por derechos adquiridos, pone punto final a la trayectoria de la banda germana con su álbum número 12.

Si su debut llevaba el nombre de ‘Queen Of Siam’, la vocalista ha querido cerrar el círculo haciendo “desaparecer” a la banda bajo el título de ‘Invisible Queen’.

Y es una pena porque Sabina había conseguido reunir una formación de alto nivel. A su lado está desde 2008 el bajista Thomas Neitsch, cuyo aporte ha sido categórico desde su vinculación a Holy Moses, como lo ratifica en ‘Invisible Queen’. Posteriormente, entre 2011 y 2012 entraron a formar parte del grupo el batería Gerd Lücking y el guitarrista Peter Gelbat, respectivamente. Así que, la presente grabación será tan solo la segunda con estos mismos integrantes.

Han pasado nueve años largos desde el lanzamiento de su última obra, Redefined Mayhem y, seguramente, cumplir 60 años el próximo diciembre ha sido un buen motivo para que Sabina haya tomado la decisión de cerrar esta etapa de su vida.

Protagonismo decisivo de las guitarras

Ante todo ‘Invisible Queen’ es un álbum en el que Peter Geltat tiene un protagonismo determinante. No es un guitarrista con antecedentes poderosos pero junto a Sabina ha demostrado talento y contar con numerosos recursos. En este álbum deja su huella de forma categórica y el tema inicial, “Downfall Of Mankind” es una muestra excelente con su exhibición de riffs metálicos, sus continuos acordes de ida y vuelta, así como ejercicios solistas afilados con una duración apropiada.

Sabina, por su parte, dosifica su esfuerzo con la sabiduría que da la experiencia. En algunas piezas prevalece la instrumentación, pero en otras la vocalista alemana hace ostentación de las cualidades que la encumbraron como una de las máximas exponentes femeninas dentro del metal.

Ahí está para confirmarlo “Cult Of The Machine”, donde parece que su garganta se va a desgarrar del esfuerzo, mientras el resto de la banda la arropa de forma frenética a bases de guitarras abrasivas, baterías graníticas y un bajo imponente que no se queda atrás.

“Order Out For Chaos”, es otro ejemplo de voz desgarradora dentro de un entramado que se escapa a los convencionalismos del thrash para entrar en el terreno por donde transitan las composiciones de Voivod, con un impresionante Peter realizando una de sus mejores aportaciones del álbum, siempre respaldado por la creatividad de Thomas Neitsch a las cuatro cuerdas y la solidez inquebrantable de Gerd Lücking tras los tambores.

“Invisible Queen”, es otra de las canciones que traspasa las fronteras del thrash más clásico para incursionar en terrenos más complejos. De hecho, todo el álbum, en mayor o menor medida, muestra vínculos con la vertiente más técnica del metal, aunque sin llegar a resultar excesivos y siempre buscando un equilibrio entre las formas básicas y los parámetros más complicados.

Lo que está claramente definido a lo largo del álbum es la virulencia instrumental que destila de principio a fin, complementada por una cualidades técnicas que permiten una serie de variaciones esquemáticas que facilitan la espectacularidad.

Definitivamente, Sabina no ha podido escoger mejor final para que Holy Moses se despida con honores de la escena del metal.