Moonspell: Hermitage
Introspectivo disco de Moonspell con una fuerte carga crítica a la misma humanidad, a sus creencias y a sus miedos, en el que se refleja la situación actual de distanciamiento y de intolerancia. ‘Hermitage’ repite fórmulas ya utilizadas por la banda y muestra trazas de nuevas expectativas musicales que han influenciado al grupo en más de veinte años de carrera.
Moonspell ya ha demostrado en ciertas ocasiones su capacidad para crear música personal, para exteriorizar un mundo interior oscuro y sentimental, desarraigado y dramático. En esta ocasión han compuesto un disco que tiene como objetivo reflexionar sobre temas trascendentales de hoy, que se repiten siempre, de una forma muy personalizada. Las creencias e intentos por parte de la humanidad de organizarse y de respetarse son expuestos con una angustia ajustada a la realidad. Presentan una obra conceptual muy trabajada, pero filtrada.
Clausura reflexiva en la ermita
Abre el disco la canción “The Greater Good”. Ambiente atmosférico típico de la banda portuguesa en la que se aprecian detalles de teclado con algo de voz seguida por una batería que marca junto al bajo la base rítmica inicial. Se suceden los efectos sonoros que acompañan a la melodía vocal. La guitarra y los platos de la batería se combinan en un oscuro y tranquilo pasaje.
Una composición más sosegada dan paso de nuevo a las guitarras y la voz rompe con tonos guturales de Fernando Riveiro. La cabeza visible de la banda y líder de Moonspell ha ido acondicionando su voz al paso del tiempo, y ha demostrado siempre una gran calidad y entrega a la música. Unas melodías oscuras aparecen con las guitarras, los teclados, el bajo y la voz para finalizar el tema. Letras existenciales y reflexivas abren el disco.
“Common Prayers” comienza con un fade in, y entra la batería y el bajo con la guitarra de acompañamiento. En seguida comienza un ritmo muy jugoso, con cortes de guitarra a los que se suma el teclado con una singular melodía. Cuando entra la voz lo hace sobre una alfombra cómoda y tendida, muy rítmica, acompañada con coros muy cohesionados en el estribillo.
Un punteo cavernoso y breve de guitarra enlaza pasajes sonoros en un puente. Gran trabajo de las guitarras y las melodías vocales en este tema. La letra habla de la desesperación ante una metafórica situación parecida a la que se vive en la actualidad, en la que los fieles, condicionados por el miedo, acuden al resguardo de su fe mediante la oración.
“All Or Nothing” comienza con una base de teclado y guitarra acústica, y la voz acomoda una inquietante melodía muy bien acompañada por unos excelentes y ajustados coros. Muy buen riff de guitarra que transmite lamento y llanto interior. Sigue un medio tiempo comedido y dirigido por la experiencia de la banda. Por su larga trayectoria, la sonoridad de Moonspell recuerda a pasajes y temas de su extensa obra. En este tema se encuentra la esencia del disco, que sin llegar a una oscuridad tenebrosa transporta al oyente a una reflexión interna e íntima.
Las melodías que lanza la guitarra son una muestra de la maestría compositiva del grupo, que sin llegar a recargar en exceso calan en la escucha. El apocalipsis y el cambio de rumbo, tanto personal como humano, se reflejan en unas letras en las que se ofrece una doble opción seleccionable, en un ahora fugaz.
Preciosa melodía de guitarras, muy bien acompañadas por los teclados, el bajo y la batería abren en “Hermitage”, tema que le da nombre al disco. La voz, poderosa y sin complejos, se une a la poderosa base rítmica mostrando el sonido Moonspell. Los coros vuelven a destacar, y el teclado en muchas ocasiones se utiliza con tal fin, de forma que arropan a la voz principal. La melodía de la guitarra te atrapa con cada escucha, y es digna de resaltar junto a la base que ofrece la batería y el teclado.
Misterio y sabor tétrico produce la entrada sonora en “Entitlement”. Caminos divergentes abren la guitarra y el teclado, que recuerdan a un western oscuro y salvaje. Canción llena de detalles técnicos y de producción. Buen trabajo de coros y de voz, esta última con un sonido profundo. Se aprecia el sello sonoro de la banda en los diversos pasajes. Las melodías animan la escucha entre una batería que recorta el tempo y lo trocea.
El sonido electrónico crea una pausa atmosférica e íntima, una maravillosa oportunidad que aprovecha la guitarra eléctrica para lucirse con un sonido y unas notas preciosas, a la vez que angustiosas. Poderoso suena el bajo en este tema con una profundidad amplia. La letra es una autocrítica a la misma humanidad, a su naturaleza y a su forma de actuar, que absorbe mediante la globalidad cualquier forma de individualismo y de posibilidad de cambio.
“Solitarian” se abre camino con un sonido de teclados en sintonía con el del disco: enigma y oscuridad sin llegar a ser demasiado estridente. La batería tantea la entrada con una base amplia y tranquila junto a la guitarra que repite unas notas melancólicas que dan una sensación de soledad interior. Detallazos de los platos y de los teclados acaparan la atención antes de la tormenta sonora producida por el sonido de una guitarra poderosa.
Este tema tiene una composición cercana al metal progresivo. Cambios de formas rítmicas acompañadas de la misma melodía de guitarra se suceden. Esta canción deja en boca un sabor diferenciado al resto del disco, aparte de que es instrumental, provoca una solitaria sensación de reflexión.
La grandeza de las voces (voz principal y coros desarrollan un trabajo estupendo en la obra) marcan la entrada en “The Hermit Saints”. Es un tema elaborado, tanto en la composición de los riffs de guitarra, como en las melodías orquestales del teclado. La voz tiene tramos en los que muestra agonía y desesperación. Esta canción muestra clasicismo en sus formas, ya utilizadas por Moonspell en anteriores trabajos.
Destacan las guitarras y los teclados por su composición y desarrollo. Los coros tienen mucho protagonismo. Sabor a reclutamiento y reflexión íntima se adhieren a la escucha. Uno de los mejores temas del disco, sin duda. Las letras comparten, junto a otras canciones del disco, menciones a la oración y a la crítica de la desesperación humana, que en momentos trágicos e inciertos se adhieren a la creencia y a la fe, y a estructuras religiosas. La ironía trágica se hace presente.
El ermitaño y sus mismos ropajes
Un piano electrificado y lúgubre suena cuando irrumpe una guitarra, también cargada de efectos, al principio de “Apophthegmata”. Una voz bucólica y atemporal dan paso a un pasaje de lo más intrigante. Aparece, una vez más durante la trayectoria de la banda, el sonido de Depeche Mode como referencia. La guitarra con un riff muy rockero y entretejido abren cortes de cuerdas más marcados, acompañados de unos coros de teclado, y vuelven a la memoria tiempos ancestrales de la banda.
Es un tema muy intimista, pero saca pecho en algún momento por el desarrollo vocal e instrumental. Final cañero con unas melodías de teclado muy elaboradas, tanto por el sonido como por su composición. Se repite la palabra “sol” y continúa la desesperanza por un mundo sin solución, abandonado a su suerte por su creador.
“Without Rule” vuelve a repetir la fórmula del desconcierto en su inicio. Este tipo de inicios en las canciones de Moonspell son muy habituales, y también cansan y aburren después de más de dos décadas. Aparece en la letra una vez más la figura del astro rey. La importancia de esta estrella para las composiciones líricas aporta una referencia, un anclaje a algo físico que condiciona toda la vida en nuestro planeta. Es el sol una simbolización semidivina muy frecuentemente explotada por la banda de metal gótico.
El tema nos habla una vez más de un “distanciamiento” entre los seres vivos y de la intolerancia a la coexistencia, sin reglas de convivencia y respeto. La música muestra desapego y sensación de falsa plenitud. Turbias melodías son atravesadas por la voz en el interior de un denso ambiente, pesado y disonante. Diferentes sonidos cortan las bases rítmicas y crean desesperanza dentro de una realidad compleja de analizar.
La voz y los coros vuelven a aportar y a sumar para aportar fortaleza y plenitud a la música. Se repiten muy a menudo formas y composiciones similares ya utilizadas en otros temas. Final desesperado con los típicos toques de batería y un fade off sonoro en el que solo el bajo sobrevive.
“City Quitter” es un tema instrumental que hace su función como outro en el disco. Está en sintonía con lo que la obra expresa: estados al borde del delirio y de una oscuridad recurrente, que en ningún momento llegan a desfasarse ni a descontrolarse. Esta canción expresa una tensa forma de reflexionar y de acomodar pensamientos trascendentales, que en épocas pesimistas y lúgubres golpean las cabezas y las almas.
El sonido del piano vuelve a guiar la escucha a través de un pasaje que muta de melodía, de forma retorcida, junto a la sonoridad del teclado. Recuerda a la sonoridad de una banda sonora de cine. Moonspell incorpora una versión propia del tema “Darkness In Paradise” del grupo Candlemass, de su disco ‘Ancient Dreams’. Versión actualizada y puesta al día, un lujazo.
¿El hábito no hace al monje?
‘Hermitage’ es un disco que suena muy bien, con buenas composiciones. Destacan el trabajo en conjunto realizado por las voces. La voz principal y los coros están muy trabajados, se compaginan y se complementan a la perfección en una colaboración que suma. El teclado por su parte es brillante, tanto en la capacidad de crear atmósferas, como en la capacidad de apoyar en algunos momentos con sonidos corales, sin olvidar melodías muy conseguidas.
La guitarra eléctrica tiene muy buen sonido, tanto en la parte rítmica como en el desarrollo de los solos, riffs y punteos. El bajo suena profundo y es capaz de crear movimientos melódicos muy gratificantes. La batería ofrece continuidad al sonido de la banda, y brilla en ciertos momentos. El sonido es bueno, y una banda con más de dos décadas de andaduras a sus espaldas no puede ofrecer menos.
Moonspell ha creado un disco en el que los integrantes se sienten cómodos, y una vez más gira el timón para focalizarse en mundos interiores mediante las letras y sus composiciones, de forma conceptual. El público tiene la posibilidad de adentrarse en un universo paralelo que el grupo nunca ha cerrado por completo, repleto de identificaciones de otros estilos y bandas diversas.
‘Hermitage’ no se convierte en una excelente obra por contener algunos temas muy buenos, ni por sonar muy bien, ni por estar compuesta por muy buenos músicos. Crear algo diferente en un estilo tan trabajado como es el metal gótico no es nada fácil, y menos que destaque tanto para ofrecer diferentes caminos. Y esto sí que ocurría en los primeros discos de la banda.
Julián Guisado
Grupo:Moonspell
Discográfica:Napalm Records
Puntuación:8
Canciones:
- The Greater Good
- Common Prayers
- All Or Nothing
- Hermitage
- Entitlement
- Solitarian
- The Hermit Saints
- Apophthegmata
- Without Rule
- City Quitter (Outro)
- Darkness In Paradise (Candlemass Cover)
Año:2021-02-26
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