Helloween: United Alive

La unión hace la fuerza y las calabazas han vuelto más fuertes que nunca. Helloween dan un repaso a su historia con Kiske y Hansen en sus filas regalándonos un directo para el recuerdo en este 'United Alive'.

No cabe duda de que la de los germanos Helloween ha sido una de las reuniones más esperadas y celebradas del panorama actual del heavy metal, y pocas maneras mejores que la que nos ocupa, especialmente para sus seguidores españoles, hay para plasmarla en un documento audiovisual. Y es que este ‘United Alive’ recoge a la perfección lo que se vivió en el Wizink Center de la capital el 9 de diciembre de 2017. Amén de otros extras.

Los que tuvierais el privilegio de estar allí aquella noche sabéis al dedillo lo que podéis encontrar en este nuevo lanzamiento. Un directo (casi) impecable de una banda en estado de gracia, más allá de los evidentes problemas vocales que sufría por aquel entonces un Michael Kiske saliendo de una gripe, con un setlist a la altura de las circunstancias que se extendía hasta prácticamente las tres horas de puro espectáculo.

La unión hace la fuerza

Arrancar con un corte de la magnitud (y la duración) de “Helloween” es de una valentía tremenda, pero es una de esas composiciones que reflejan a la perfección lo que es el sonido de las calabazas. Melodías de guitaras y solos que forman parte de la historia, un estribillo pegadizo coreado por miles de gargantas y una dupla vocal formada por Andi Deris y Kiske con una química sencillamente maravillosa. Y verles a ambos interactuar sobre un escenario es un sueño húmedo para cualquier fan. Razones no nos faltan.

¿Y qué decir de “Dr. Stein”? La alegría que desprende su contagioso ritmo es digna de estudio y es capaz de convertir cualquier concierto en una auténtica fiesta. Aunque si de power metal hablamos la frenética “I’m Alive” es una de las que mejor recoge el espíritu del género con las guitarras del siempre sobrio Michael Weikath, el simpático Sascha Gerstner y, como no, el maestro Kai Hansen haciendo diabluras durante su momento más estelar. Pura magia.

Las calabazas nos hacen volar

Deris se hace con el timón del barco en “If I Could Fly”, un tema de tintes góticos procedente de una época y de un disco tan celebrado por unos como incomprendido por otros. Cuestión de gustos. Lo que está fuera de lugar es la calidad del mismo y lo bien que le sientan las texturas vocales de su ejecutor. Y después de la calma llega la tormenta de la mano de un agresivo “Are You Metal?” dispuesto a enloquecer al personal. Objetivo cumplido.

Noche de contrastes, y es que hay mucho y muy bueno donde elegir, así que las sonrisas volvían a verse reflejadas en una audiencia que disfrutaba como niños pequeños de un ameno y cachondo “Rise And Fall” con los agudos imposibles del señor Kiske. De nuevo Deris volvería a convertirse en el maestro de ceremonias de la velada al compás de “Waiting For The Thunder” y “Perfect Gentleman”, esta última, como no, con su inseparable sombrero de copa que no podía faltar a una cita de tal envergadura.

Hansen se apodera del micrófono y eso solamente puede significar una cosa, es la hora de mirar atrás, muy atrás, en el tiempo. ¿Melodía de “Happy Helloween? Lista. ¿Agudo de Kai? Listo. ¡Adelante el medley! Probablemente no sea el momento más inspirado ni nítido vocalmente hablando de la noche pero disfrutar en vivo y en directo de canciones como “Starlight”, “Ride The Sky”, “Judas” y “Heavy Metal Is The Law” a estas alturas es un privilegio que uno debería valorar como se merece.

Después de la exhibición de músculo a base de un veloz heavy metal llega el turno de tomarnos un pequeño paréntesis, mirarnos a los ojos y dejarnos seducir por las melodías de las preciosas “Forever And One” y “A Tale That Wasn’t Right”, seguramente las dos mejores baladas de la época de Deris y Kiske, respectivamente. Y verles compartir escenario y micrófono es una bella experiencia en la que se funden de forma tremendamente orgánica dos registros tan distintos como demostrablemente compatibles. Para ser justos, tal y como podemos escuchar en la grabación, habría que añadir una tercera voz a la ecuación. La de un público absolutamente entregado a la causa.

Lo mejor de cada casa

Los dos vocalistas volverían a repartirse el protagonismo gracias al pegadizo “I Can” de Deris y ese “Livin’ Ain’t No Crime” que pronto derivará en un impecable “A Little Time” con Kiske, siempre con el permiso del omnipresente Hansen, haciendo gala de su talento natural a la voz. El primero de ellos volvería al ataque con uno de las mejores composiciones de su primera etapa en la banda, “Sole Survivor”, que de la mano del pegadizo y frenético ritmo de “Power”, obviamente, solo podía convertir aquella en una noche aún más especial. Sin duda una de esas canciones que uno no se cansa de escuchar una y otra vez. Y ya van… bueno, muchos años.

Mención especial merece el hecho de que hayan recuperado para una gira tan especial como este uno de los cortes más queridos de su discografía, especialmente por sus seguidores más veteranos, como “How Many Tears”. Aquí todos están pletóricos e incluso tienen su momento de gloria. La contundente a la par que elegante sección rítmica del eterno Markus Grosskopf y del incombustible Dani Löble, las juguetonas melodías de Weikath, Gerstner y Hansen y, por supuesto, el juego de voces de Kiske, Deris y el propio Kai. Palabras mayores.

Toda fiesta tiene un final y, desgraciadamente, “Invitation” era la llave que abría la puerta a una poderosa “Eagle Fly Free” que ponía de manifiesto que el final estaba más cerca de a lo que uno le gustaría. Pero un tramo final que contiene un tema de esta altura, la extensa pero maravillosa “Keeper Of The Seven Keys” y, como no, como colofón final las inmortales “Future World” y “I Want Out”, es un camino que da gusto recorrer. Todo lo bueno se acaba, pero este ‘United Alive’ en realidad no es más que el principio de algo grande, muy grande.

Un nuevo comienzo

¿Se puede mejorar un concierto como este íntegramente grabado en Madrid? Sí, incluyéndole algunos temas más que fueron apareciendo a lo largo de la extensa gira de los alemanes alrededor de todo el mundo. La mítica “March Of time”, la alegre “Kids Of The Century”, la pegadiza “Why” y, como no, una leitmotiv “Pumpkins United” registrada en su casa, el Wacken, que da sentido a todo esto y que, desgraciadamente, no se vivió en nuestra temprana parada. No todo podía ser perfecto.

En definitiva, ‘United Alive’ es uno de esos trabajos en directo que están más que justificados y que ha sido cuidado en detalle, guardando en su naturaleza además un componente muy especial para todos nosotros. Eso sí, para disfrutarlo en toda su magnitud es prácticamente imprescindible apoyarlo en su formato audiovisual para ser plenamente conscientes de la magia que escondió esta gira tan celebrada. Helloween han hecho, están haciendo y harán, historia del heavy metal.