La espera ha terminado. Tras casi tres años y medio ya hay nuevo trabajo en estudio de Heaven Shall Burn y viene por todo lo alto, un doble disco con diecinueve temas que vienen a refrendar que alejarse como ellos hicieron del ciclo: Componer-Grabar-Girar-Repetir les permitió ampliar su visión de cómo se puede componer un disco nuevo pensando nada más que en que las nuevas canciones sean el fiel reflejo de lo que quieres transmitir con ellas.

Sobre La Verdad. La fuerza de un golpe certero.

“March Of Retibution”, el tema de apertura, es un frío comienzo que no da pistas de por dónde irán los derroteros de este totémico trabajo, ya que apenas si es un atisbo de lo que acto seguido y sin pausa nos descerrajan con “Thoughts And Prayers” y “Eradicate” donde la palabra tregua no tiene cabida, estupendos ejercicios de sonido HSB pero sin caer en la autocomplacencia. Se huele ya en ellos la libertad creativa que tuvieron que gozar en todo este tiempo, de poder componer sin un deadline conocido desde el minuto cero.

Seguimos de menos a más, o para ser correctos de más a aún más con “Protector”, vaivén de sensaciones sonoras en las que HSB ya van dejando clara la intención de esta primera parte: Verdad, Actualidad, Vida. Y el precio que hay que pagar por ellas.

 

Tal vez los cambios sean más notables a partir de “Übermatch” donde la influencia del riesgo en las composiciones es más fuerte que lo visto hasta ahora, asomándose en el tercio final con una bajada bestial de revoluciones cuando aparecen teclados para hacer de puente a un nuevo arranque de furia y rabia.

La brevedad de “The Ashes Of My Enemies” es engañosa, aparecen por primera vez los arreglos de cuerda de Sven Helbig, algo que podría parecer ajeno al sonido más cerrado de Heaven Shall Burn, pero que sirve de perfecto interludio para dividir espacios y adentrarse en la maravillosa y compleja “Expatriate”, tensa calma de teclados, sintetizadores, pianos y cuerdas que se envuelven en una arenga casi política mientras HSB lijan su sonido y lo entrelazan una y otra vez con ese cuarteto de cuerdas que dirige en todo el doble disco Wilhem Keitel. Y funciona, vaya si funciona.

Vuelven a su habitual, que no repetitiva, furia con “My Heart And The Ocean” para demostrar que la bestia no está domada, sino que es la bestia la que doma su propia furia a su antojo y que cuando quiere demoler paredes lo hace aplicando todo el aprendizaje que traen encima, todo un reto que en directo va a tener que sonar abrumador.

“Terminate The Unconcern” vuelve a jugar con la estructura de sus predecesoras tras el parón ya comentado de “The Ashes Of My Enemies”, puñetazos sin conmiseración, respetando el estilo de HSB pero dejando por enésima vez claro que no es una repetición de esquemas sin variaciones, evoluciones sobre un estilo propio dentro del metal extremo.

Como cierre de la primera parte “What War Means” nos agarra por el pelo y nos eleva a las alturas competitivas de HSB, tal vez no sea la más extrema, la más dura, la más cañera de la primera parte, pero tiene una potencia salvaje que se asemeja inagotable marcándola como imprescindible para los directos porque Christian Bass tiene que lucirse en vivo como hizo en la grabación.

Sobre El Sacrificio. Lecciones de Honestidad.

Tras el largo fade out de “What War Means” arrancan la segunda parte con “Children Of A Lesser God” que provoca un sutil giro, sobre todo en las guitarras, más nítidas, limpias y alegres que hasta ahora pero igual de poderosas que en los temas de la primera parte. Así, sin introducciones descerrajan 6:35 minutos en los que cuando parece que viene la tregua para tomar impulso, lo hace para conseguir que el tema gane en tensión sin necesidad de gargantas degolladas y guitarras aullando riffs sin contemplaciones.

Sin tiempo a reaccionar nos reciben sin coger aire con “Critical Mass”, perdón ¿”Critical Mass”? ¿La versión de Nuclear Assault?. Sí, y no hay nada más que añadir. Ah, sí, perdón, que es rematadamente buena y encaja como una pieza propia más dentro de este gran puzzle que es ‘Of Truth And Sacrifice’.

Brutalidad sin paliativos es lo que proponen musicalmente con “Eagles Among Vultures” en la que golpean sin conmiseración para demostrar que no hay forma en la que HSB pasen a ser una banda blanda o que llevar desde 1997 no les hace bajar la fuerza con la que escupen sus arengas y que si por detrás de las guitarras se intuyen cuerdas no son para amordazar a la bestia sino para colgar a todos aquellos que quieren hacer del mundo un lugar algo peor.

Juegan al despiste al principio de “La Résistance” donde parece que los Pet Shop Boys van a hacer un cameo pero el corazón de HSB late con demasiada fuerza para eso y quienes se meten en las venas de la banda bien podrían ser los Rammstein más techno. Vamos que están entregando otra enorme bestia a la que enfrentarse en sus próximos directos.

En la mitad exacta de esta segunda parte “The Sorrows Of Victory” hace una pausa en la que hasta casi los dos minutos de comenzar nos tememos que no va a aparecer esa enorme furia de música y letras que tiñe toda esta segunda parte, pero no es así y continúan golpeándonos sin que sus puñetazos sean repetitivos o cansinos.

Llega la recta final del disco, pero son casi otros veinte minutos de cuerpo a cuerpo que comienzan con “Stateless” un apabullante concentrado que hace pensar que si HSB no hubiesen decidido dar un paso en una dirección más arriesgada podrían haber creado 20 temas así: duros, directos, sin concesiones y en menos de cuatro minutos.

Desde la intro de “Tirpitz” (es muy interesante indagar en su significado) se provoca el deseo de que HSB hagan una jugada maestra y toquen todo el disco sin dejarse ningún tema. Pero tiene algo más que sólo eso… hay que prestar todos los oídos para apreciar la carga de profundidad de esta joyita.

Entonces llega el infierno. Sí, el infierno, porque “Truther” tiene que haber salido del infierno, o al menos de algo parecido al infierno, para concentrar en menos de tres minutos semejante derroche de furia, con maravillosos cambios de ritmo, que no es que paren ya arranquen es que meten revoluciones, más y más rudas y de repente se acabó y mientras el deseo es de que haya más, mucho más.

Bien todo llega a su fin y se intuye que “Weakness Leaving My Heart” va a ser el final guste o no. Tranquilidad, coros casi eclesiásticos, de nuevo presencia en primera línea de las cuerdas, sintetizadores, pianos y que la atmósfera que van creando no augura más allá de una balada… hasta que ya pasaron más de tres de los siete y medio que dura entonces el pensamiento es “van a ser capaces de hacerlo, van a irse relajados después de demolernos a todos con “Truther” ”. Bendita inocencia.

HSB no están en este disco para bromas ni para hacer nada previsible, en medio de tanta ternura, de tanta tranquilidad tienen tiempo para soltar una bestialidad, breve, apabullante y de nuevo a relajarse, que ahora viene la traca final en el último tercio del tema, no hay ternura que valga y crean, sin caer en la violencia sonora, una capa tan tensa que se corre el riesgo de rozarla y estalle volando todo lo que encuentre a su paso.

Sobre La Verdad y El Sacrificio. Inspiraciones.

Puede que se quede sólo en especial para el grupo y que el público no llegue a ahondar en las líneas creativas de este casi conceptual trabajo: hablar sobre qué es o debería ser La Verdad y Los Sacrificios que hay que llevar a cabo para poder evitar que seamos engañados con verdades alternativas, ocultación de hechos reales, alienación de las opiniones, generalización del desconcierto como herramienta para crear una sociedad de ignorantes y ciegos antes realidades innegables.

La angustia, el dolor, la incredulidad, la rebeldía ante todas estas situaciones que están denunciando subyacen en los temas que componen ‘Of Truth And Sacrifice’.

Agradezcamos a HSB el riesgo de haber creado esta herramienta, que no va a cambiar el mundo ni ninguna de las sociedades a las que podrá llegar pero que ojalá sirva para abrir muchos de los ojos que permanecen cerrados.

Atentos al lanzamiento y al preorder porque las ediciones limitadas van a venir con ‘Mein grünes Herz in dunklen Zeiten (My Green Heart in Dark Times)’ un documental sobre HSB de 80 minutos dirigido por Ingo Schmoll.

Toni de Lola

Grupo:Heaven Shall Burn

Discográfica:Century Media Records

Puntuación:9

Canciones:

  1. DISCO 1
  2. March Of Retribution
  3. Thoughts And Prayers
  4. Eradicate
  5. Protector
  6. Übermacht
  7. My Heart And The Ocean
  8. Expatriate
  9. What War Means
  10. Terminate The Unconcern
  11. The Ashes Of My Enemies
  12. DISCO 2
  13. Children Of A Lesser God
  14. La Résistance
  15. The Sorrows Of Victory
  16. Stateless
  17. Tirpitz
  18. Truther
  19. Critical Mass
  20. Eagles Among Vultures
  21. Weakness Leaving My Heart

Año:2020-03-20

Votación de los lectores:5