H.e.a.t.: H.E.A.T II

La música y Suecia tienen una relación envidiable desde hace mucho tiempo. Y sin duda H.E.AT es prueba de ello. En 2007 empezaron su incursión en el hard rock y desde entonces fue un no parar.

El grupo sueco publicó 5 discos que no dejaron indiferente a los amantes del hard rock melódico. La publicación de su nuevo disco ‘H.E.A.T II’ sorprendió a los que creían que el grupo había perdido su rumbo.

El renacer de H.E.A.T

Ellos mismos admitieron que el nombre de su nuevo álbum, ‘H.E.A.T II’, no era algo casual. Se trataba de una metáfora en la que nos explicaban que este era el renacer de H.E.A.T. Así sonaría el disco debut de los suecos si se publicase este 2020. Y es que  el estilo de este nuevo disco vuelve a los inicios del grupo, donde triunfaba lo melódico. Podríamos imaginárnoslos compartiendo escenario con Mötley Crüe.

Que Dave Dalone, guitarrista solista y fundador de H.EA.T, volviera en 2017 ha contribuido a la creación de un álbum clásico lleno de solos y riffs de gran nivel que potencian aún más la voz de Erik Grönwall.

Si surgieron dudas y detractores tras un último disco, ‘Into The Great Unknown’ (2017), por su tonteó con la música electrónica y sus melodías más cercanas al pop, sin duda ‘H.E.A.T II’ las disipó con estas 11 canciones de fuerza brutal.

Dioses del universo hard rock

“Somos los dioses del universo”, cantaba Erik en el estudio mientras grababan “We Are Gods”. A medida que escuchabas esta canción sentías como la guitarra de Dalone cobraba fuerza y convertía en esencial al breakdown típicamente creado para relajar el ritmo en esencial. Ahora se convertía en el punto álgido de la canción. De lo más hard rock clásico de este álbum.

“Rock Your Body” sería sin lugar a duda esa canción pegadiza en la que, como bien sugiere su letra, moverías tu cuerpo sin parar. Con un solo de guitarra más simple que en la anterior y con los ya clásicos “ey” de Erik, “Rock Your Body se convertiría en el tema que no podía faltar en tu sábado noche.

Un clásico del rock eran aquellas canciones que empezaban con una voz distorsionada, lejana y el rugido de un motor  que indicaba que iba a ser un tema potente. Y esa era la idea con la que se compuso “Dangerous Ground”. A pesar de tener un breakdown más simple y  un estribillo repetido sin cesar, la harmonía entre la voz y la parte instrumental crean uno de los temas más potentes de este álbum. La canción ideal para comenzar un show lleno de luces, fuego y hard rock del bueno.

Con “Adrenaline” los suecos nos trasladaron realmente a esos inicios musicales que querían recuperar. Con un título que avisaba de lo que iba a ser la canción, los coros tan presentes en este álbum, sin duda le conceden el toque mágico que nos dice que este no va a ser un disco aburrido.

No podían faltar los temas más suaves, melódicos, rozando la balada clásica del rock. “Nothing To Say” y “Heaven Must Have Won An Angel” serían los encargados de este cometido. En la primera nos encontramos con un mayor peso de los teclados. Los ’80 volvieron gracias a esta canción que nos traslada a un concierto con los mecheros en alto.

Con “Heaven Must Have Won An Angel” la voz de Erik cambia y se transforma en el acompañante perfecto de un teclado suave pero penetrante. Sin duda, los suecos nos demuestran que no son solo rockeros duros con ganas de fiesta. También tienen un corazón muy sensible.

“One By One” sin duda es el ejemplo de que ‘H.E.A.T II’ más que un álbum es un Delorean con destino a los ’80. Una de las canciones más pegadizas de todo el disco. Y no es raro. De nuevo, la sintonía entre teclado, la guitarra de Dalone y la  voz de Grönwalll sobrepasa lo esperado. Este tema caba con un grito de Erik maravilloso nos demuestra por qué  este joven se convirtió en el ganador de la versión sueca de Idol, un concurso que busca la mejor voz del país.

En “Victory” se nota la patria sueca, la personalidad guerrera de estos chicos aunque con cierto aire heavy alemán/europeo. Uno de los temas más energéticos de todo el álbum que concentra su peso en el increíble solo de teclado de Jona Tee

“Under The Gun” posee el riff más brutal y agresivo de todo el álbum. Sin dejar de lado una batería que conseguirá poner a hacer air-drumming a cualquiera. Erik nos vuelve a mostrar la gran capacidad vocal que posee y cómo esta ha madurado con los años. Ni el vino envejece mejor.

Con “Come Clean” Jona Tee vuelve a demostrar que un teclado es algo más que un instrumento de fondo. Uno de los mejores estribillos de ‘H.E.A.T II’, donde se juega con la tonalidad de la parte lírica. Cambios de tono que dotan de un gran dinamismo a un tema único con unos golpes de batería que marcan el paso.

“Rise” es la canción final que demuestra que este disco es apoteósico de principio a fin. Aunque se inicia con una base instrumental suave y que poco a poco nos introduce en el tema, a lo largo de 4’18” nos sumergimos en el hard rock más puro. Una mezcla de suavidad y fuerza que podría tanto cerrar este disco como abrirlo.